Hola, Hamijos. Buen foro y tal. Vengo de burbuja.info porque aquello ya se ha puesto imposible, así que el tema que pensaba abrir allí lo abro acá.
Los que viváis en el País Vasco seguramente tendréis a algún vecino abertzale, como yo. De esos que, cuando ETA se cargaba a alguien, lo primero que soltaban era que "algo habrá hecho". De los que, en los años de plomo, salían con su barba y su camisa a cuadros a corear la Internacional y el Eusko Gudariak puño en alto, imbuidos de la mística del Pueblo. Que leían a Marx, sabían recitar frases suyas, Stalin y Trotsky les molaban por igual, y Gorki no les parecía hortera. Que aparcaban el coche tapando la entrada a la peluquería de su calle, y cuando la peluquera les pedía que lo quitasen, le llamaban "faxista" y le advertían que "nos hemos quedao con tu cara, ¿eh?", porque un revolucionario del pueblo tiene derecho a dejar el 2CV donde le salga de los cojones sin que una
maketa capitalista tenga nada que decirle. De esos que
al pan, pan, y al zipaio, pum, y lo subrayaban en las algaradas de fin de semana. De los que se enorgullecían cuando su retoño adolescente empezaba a seguir sus pasos, y que lo acompañaban a todo concierto punki en el que gritasen "puta soziedaaaaad!!" entre acordes idénticos mal tocados y a destiempo, para que se viera el buen rollo intergeneracional de la familia obrera.
Te chirriaba un poco que se la mayoría se apellidasen López o García, y que su conocimiento del euskera no pasase de cuatro consignas mitineras y de pedir unos txikitos o zuritos en la herriko taberna, pero bueno, en líneas generales daban el pego como el Atlas Vasco del Nuevo Milenio. Y da igual si hablamos de ellos o ellas, que tanto monta monta tanto, Aitor como Nekane.
Los años pasan, entramos en la era Aznar y, sin abandonar la reivindicación de una Euskadi Sozialista e Independiente ni dejar de soltar el óbolo solidario para los presos en las huchas puestas en ciertos bares a tal fin, nuestros abertzales evolucionan de modo acorde a los nuevos tiempos. El pañuelo palestino pasa de moda, el chándal entra en escena, y la ropa montañera hace furor, hasta en bodas y funerales.
Loreak Mendian es el Massimo Dutti del norte de la divisoria de aguas. Tímidamente empiezan a mostrar algunos vehículos de gama media, pero eso sí, con pegatinas y banderitas que nos recuerden que continúan volcados en la lucha contra el opresor centralista y faxista.
Sigue aumentando la entropía del universo. El atuendo chandalero-chic se mantiene, pero por lo demás nuestros patriotas se han vuelto internacionalistas, porque el fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando, como dijo aquél olvidado. Sí: ahora, además, viajan. Los jóvenes a conocer otras culturas, preferiblemente aplastadas por el capitalismo opresor; se hacen fotos con ellas y a la vuelta se montan una conferencia en el gaztetxe, para concienciar a los demás de lo cercanos que son los casos vasco y palestino, por ejemplo. Además, con la cosa de emular a Marco Polo algunos consiguen follar a la ida y ser aclamados como héroes a la vuelta. Sus padres también viajan. A Benidorm. Que es como decir el extranjero, por aquello de que está lleno de españoles, y cosmopolita, porque también conoces ingleses y alemanes. Algunos abertzales con sagaz espíritu emprendedor establecen su txoko de veraneo en metrópolis como la citada. En la Madre Patria, entretanto, la kale borroka va dando paso poco a poco a otras manifestaciones de lucha y compromiso, como las ikurriñas colgadas en los balcones, y banderitas que exigen el retorno de los gudaris presos a casa. ¿Música? Rage Against the Machine, Chambao, Camarón y techno-trikitixas;
nohasefaltadisirnadamás.
Estamos ya en el nuevo milenio. Es cierto que el asesinato de Miguel Ángel Blanco y el conato de enfrentamiento en las calles que le siguió ha contribuido a enfriar los ardores guerreros, pero que nadie dude de la fortaleza e integridad de sus principios, que siguen sin flaquear en su ímpetu. Vale que la nueva familia abertzale se parece cada vez más a las norteamericanas de las películas, pero sólo en la forma. La nueva lucha de liberación se lleva a cabo vía router (más tarde smartphone de marca) en foros y redes sociales, que en pocos años se demostrarán eficaces medios de revolución social en Egipto, por ejemplo, y además se puede hacer sin salir de casa. En cuanto a los maduros, que ahora ocupan cargos intermedios en organismos públicos, ya no necesitan seguir en contacto con sus raíces ancestrales con esas pesadas caminatas domingueras por el Txindoki, y mucho menos lanzando piedras y cócteles molotov. Ahora van al gym, o a un spa, a comer besugo a algún carísimo restaurante de Getaria (oye, algún capritxo tendremos que poder darnos los obreros, no? o ke oxtias?)...
... o a la casita que se han comprado en Nafarroa. Benidorm ya no mola, hombre. Donde esté un zulito en un pueblo de aquí al lado, de donde venimos todos los vascos, que se quite lo demás. Eso sí: bien bonita, ¿eh? Con su huertecito, su txoko para hacer cenas, si se puede piscina, y su garaje para un par de SUVs, que estamos en el campo. Y en propiedad, que alquilar es tirar el dinero, y las hipotecas están más baratas que nunca. Te vas a la Caja Laboral o a la Kutxa, hablas con el director, que ibais juntos de pequeños a los Marianistas, y te sales con un crédito bajo el brazo que ni te enteras de las cuotas. Y lo que pagas se queda en Euskadi, no en Madrid, que esto son cajas vascas...
2008
Tu vecino abertzale con los huevos de corbata, y no por las fuerzas represivas del Estado invasor. La Caja, la Caja vasca, vendida al gran capital, le puede dejar sin casa(s), sin coches y hasta sin camisa a poco que el curro le vaya mal.
De repente el patrón ya no parece tan hijoputa ni tan faxista. Y lo de las manifas, pues sí, oye, están muy bien, pero mira, que ahora hay otras preocupaciones en mente. Y ahora vamos a votar a Podemos, que no hablan euskera y vienen de Madrid, pero a veces hay que dejar a un lado el votar con el corazón, y el voto útil nos puede poner en el gobierno a unos que dicen que nos librarán de la deuda, y...
... Y casos como éste no son aislados. No son ni uno ni dos; son muchos. El movimiento abertzale está de capa caída, y no han sido las FCSE las que lo han
derroído, sino ese capitalismo salvaje y burbujeado contra el que juraron luchar y que han terminado abrazando como indios norteamericanos cuando los colonos les mostraban unos espejitos y cuentas de colores.
Saludos