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Los que más contribuyen al desprecio de la profesionalidad del funcionariado son los políticos cuando acceden al poder. Están tan acostumbrados a medrar en el partido a base de lealtades y sumisiones personales, que cuando llegan a gobernar no se fían de los funcionarios que se encuentran. Con frecuencia los ven como un obstáculo a sus decisiones, como burócratas que ponen objeciones y controles legales a quienes piensan que no deberían tener límites por ser representantes de la soberanía popular. En caso de conflicto, la lealtad del funcionario a la ley y a su función pública llega a interpretarse por el gobernante como una deslealtad personal hacia él e incluso como una oculta estrategia al servicio de la oposición. Para evitar tal escollo han surgido, cada vez en mayor número, los cargos de confianza al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para atajarla.
Atención al Arzobispo de Granada. El arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha abogado en una homilía por un cambio en la mentalidad de "pueblo subsidiado" de la sociedad española al tiempo que cuestiona el amplio número de jóvenes que aspiran a ser funcionarios, lo que ha califica como una "enfermedad social".
Cita de: Urederra en Febrero 06, 2012, 17:27:55 pmAtención al Arzobispo de Granada. El arzobispo de o" de la sociedad española al tiempo que cuestiona el amplio número de jóvenes que aspiran a ser funcionarios, lo que ha califica como una "enfermedad social". y no tendra esta actitud de "pueblo subsidiado" algo que ver con lo que predican ellos de poner la otra mejilla y tal??
Atención al Arzobispo de Granada. El arzobispo de o" de la sociedad española al tiempo que cuestiona el amplio número de jóvenes que aspiran a ser funcionarios, lo que ha califica como una "enfermedad social".
DESPEDIR A 2,2 MILLONES DE EMPLEADOS PÚBLICOSSi se tiene en cuenta que el salario medio en España es de 22.719 euros, el Estado ahorraría 50.000 millones en un año echando de su puesto de trabajo a 2,2 millones de empleados públicos aproximadamente.