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JAPÓN | Cerca de 86.000 tras la crisis nuclear de 2011El 18% de los evacuados por la crisis en Fukushima no podrá volver en 10 añosEfe | TokioActualizado domingo 10/06/2012 09:21 horasEl 18% de los cerca de 86.000 evacuados por la crisis nuclear desatada en la central de Fukushima en marzo de 2011 no podrá regresar a sus casas por la alta radiación hasta al menos 10 años, según un estudio emitido por el Gobierno nipón.Además, según las estimaciones del Ejecutivo japonés, la radiación en las zonas colindantes a la maltrecha planta mantendrá también alejados de sus casas y municipios al 32% de los evacuados al menos hasta 2017, informó hoy la cadena nipona NHK.El estudio, que fue presentado a las administraciones locales de la provincia de Fukushima (noreste), se realizó mediante las predicciones que maneja el Gobierno tras cotejar los datos de radiación atmosférica en la zona.Al menos en 6 de las 11 ciudades y municipios que se encuentran dentro de la zona de evacuación de 20 kilómetros decretada por el Gobierno alrededor de la central, superan aún, más de un año y tres meses después de la tragedia, el límite de seguridad de 20 milisievert anuales, añadió la NHK.El estudio también detalla que el porcentaje se dispara en los municipios más cercanos a la planta, como en ciudades como Okuma, donde el Gobierno considera que el 81% de los evacuados tendrá dificultades para regresar a sus casas en los próximos diez años, o en Futaba, donde se estima que alcance el 49%.A finales de marzo, el Gobierno rebajó las restricciones en algunas localidades dentro de la zona de exclusión, lo que permite a los evacuados visitar sus casas libremente durante el día, en muchos casos con trajes de protección, aunque no se les permite pernoctar.Un informe presentado en mayo por un grupo de 30 expertos convocados por la Organización Mundial de la Salud (OMS determinó que los niveles de radiación a los que fueron expuestos los japoneses, incluidos los habitantes de Fukushima, ninguno superaba los niveles de radiación considerados peligrosos para la salud.El terremoto y el tsunami que el 11 marzo de 2011 golpeó la central de Fukushima Daiichi provocó el peor accidente nuclear desde Chernóbil, y sus emisiones contaminantes han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.
Los accionistas de Tepco aprueban su nacionalizaciónLos accionistas aprueban la nacionalización de la japonesa Tepco, propietaria de las centrales nucleares. En una asamblea ordinaria, que contó con protestas antinucleares en el exterior, los accionistas dieron su visto bueno al aumento de capital vía emisiones de 10.000 millones de euros y que llevará al Estado a disponer de una mayoría. Tras el accidente en Fukushima por el tsunami en marzo de 2011, la empresa se encuentra en una situación de casi bancarrota.
Nacionalización de TEPCOFinalmente, como les había adelantado hace poco más de un mes, se nacionaliza nuestra "bien ponderada" Tokyo Electric Power Company (TEPCO).La nacionalización durará al menos 10 años (hasta el 2022), y las acciones de TEPCO seguirán cotizando en la Bolsa de Tokio. El plan del gobierno es evitar que la empresa se vuelva insolvente por los costos masivos causados por la planta de Fukushima, y al mismo tiempo asegurar que la compensación a los damnificados se haga a tiempo.La inyección de fondos públicos va a llegar a 1 billón de yenes (creo que 1兆 se traduce como "1 billón"). Para mejorar sus ingresos y pagar sus deudas, TEPCO aumentará las tarifas eléctricas y reactivará los reactores de la Prefectura de Niigata, actualmente parados por mantenimiento.Todavía es incierto si realmente se lograrán estos ingresos hasta un nivel que no presente pérdidas financieras en su balance, porque los usuarios y empresas seguramente van a reaccionar en forma negativa, y los gobiernos locales tal vez se opongan a que los reactores operen nuevamente. Entonces... tal vez aumenten los impuestos para solventar las pérdidas -después de todo, esta es la solución más fácil.Por otro lado me acordé que a fines de la década del '90, cuando los bancos japoneses tuvieron problemas por sus deudas incobrables, el gobierno los rescató, sin mayores reformas al sistema bancario y tapando los problemas. No fue hasta años más tarde que se auditaron los bancos y se liquidaron esas deudas.Estas son algunas opiniones locales sobre la nacionalización, con las que coincido: El gobierno debe mostrar claramente que TEPCO es una empresa que falló, y hacer que los directivos se hagan responsables por sus malas decisiones. Toda la alta gerencia actual de TEPCO tiene que renunciar y los nuevos miembros deben ser elegidos desde afuera. Las pensiones de los altos gerentes jubilados y los salarios ejecutivos deben ser disminuidos. La empresa tiene que ser liquidada en base a las leyes del mercado, no las leyes estatales que dan complacencia a las grandes empresas. Está bien que el Estado intervenga, pero debe hacerlo para reformar todo el sistema de electricidad, yendo más allá del salvataje de una empresa individual. Para esto tendrá que deshacer el monopolio actual y promover la liberalización de la generación eléctrica, permitiendo que nuevas empresas entren a competir. También debe seguir buscando fuentes de energía renovable para no depender tanto de la energía nuclear.Pero en fin, los cambios drásticos son poco probables en este país... veremos qué pasa.Mientras tanto, parece ser que TEPCO es una de las empresas candidatas a "Peor Corporación del Mundo", evento organizado por "Public Eye Awards". Se puede votar en línea en este enlace.Publicadas por Lily, una argentina en japón a la/s 23:37
'Severe abnormalities' found in Fukushima butterflies By Nick Crumpton BBC News The study found that mutation rates were much higher among butterfly collected near Fukushima Continue reading the main story Related Stories Japan's nuclear picture unclear Chernobyl 'shows insect decline' Chernobyl no-go zone's wildlife Watch Exposure to radioactive material released into the environment has caused mutations in butterflies found in Japan, a study suggests.Scientists found an increase in leg, antennae and wing shape mutations among butterflies collected following the 2011 Fukushima accident.The link between the mutations and the radioactive material was shown by laboratory experiments, they report. The work has been published in the journal Scientific Reports.Two months after the Fukushima Daiichi nuclear power plant accident in March 2011, a team of Japanese researchers collected 144 adult pale grass blue (Zizeeria maha) butterflies from 10 locations in Japan, including the Fukushima area. When the accident occurred, the adult butterflies would have been overwintering as larvae. Unexpected resultsBy comparing mutations found on the butterflies collected from the different sites, the team found that areas with greater amounts of radiation in the environment were home to butterflies with much smaller wings and irregularly developed eyes. "It has been believed that insects are very resistant to radiation," said lead researcher Joji Otaki from the University of the Ryukyus, Okinawa."In that sense, our results were unexpected," he told BBC News. The Japanese researchers have been studying the species for more than a decade Prof Otaki's team then bred these butterflies within labs 1,750km (1,090 miles) away from the accident, where artificial radiation could hardly be detected. It was by breeding these butterflies that they began noticing a suite of abnormalities that hadn't been seen in the previous generation - that collected from Fukushima - such as malformed antennae, which the insects use to explore their environment and seek out mates. Six months later, they again collected adults from the 10 sites and found that butterflies from the Fukushima area showed a mutation rate more than double that of those found sooner after the accident. The team concluded that this higher rate of mutation came from eating contaminated food, but also from mutations of the parents' genetic material that was passed on to the next generation, even though these mutations were not evident in the previous generations' adult butterflies. The team of researchers have been studying that particular species butterfly for more than 10 years. They were considering using the species as an "environmental indicator" before the Fukushima accident, as previous work had shown it is very sensitive to environmental changes. "We had reported the real-time field evolution of colour patterns of this butterfly in response to global warming before, and [because] this butterfly is found in artificial environments - such as gardens and public parks - this butterfly can monitor human environments," Prof Otaki said.But the findings from their new research show that the radionuclides released from the accident were still affecting the development of the animals, even after the residual radiation in the environment had decayed. "This study is important and overwhelming in its implications for both the human and biological communities living in Fukushima," explained University of South Carolina biologist Tim Mousseau, who studies the impacts of radiation on animals and plants in Chernobyl and Fukushima, but was not involved in this research. "These observations of mutations and morphological abnormalities can only be explained as having resulted from exposure to radioactive contaminants," Dr Mousseau told BBC News. The findings from the Japanese team are consistent with previous studies that have indicated birds and butterflies are important tools to investigate the long-term impacts of radioactive contaminants in the environment.
Seguridad Nuclear ve improbable que Cofrentes sufra el mismo problema en el reactorBélgica dio una alerta a ocho países tras detectar grietas en la vasija de una de sus plantasEl Consejo de Seguridad Nuclear ha decidido verificar si las nucleares de Garoña (Burgos) y Cofrentes (Valencia) están afectadas por el fallo en la vasija del reactor detectado por las autoridades belgas en la nuclear de Doel 3. Las tres vasijas fueron fabricadas por la misma empresa. El CSN señala en un comunicado que en Cofrentes “la vasija no estaría potencialmente afectada” y que los resultados de Bélgica no son extrapolables a Garoña porque hay diferencias en el “tamaño de la vasija, el espesor y las dimensiones y el número de piezas forjadas”. El CSN no ha decidido inicialmente parar las centrales, la única forma para examinar a fondo si tienen el problema.El pasado 16 de agosto, Bélgica convocó a los reguladores de EE UU, Francia, Suiza, Suecia, Holanda, Alemania, Reino Unido y España, donde fueron distribuidas las vasijas de una empresa holandesa, Droogdok Maatschappij, ya desaparecida. Durante una parada por recarga, Bélgica había detectado defectos en la vasija “que podrían provenir del proceso de fabricación”, mandó parar indefinidamente la central y advirtió de que previsiblemente ocurriría lo mismo en otros lugares del mundo. La vasija es un elemento clave de la planta, porque en su interior se produce la reacción nuclearEl CSN ha acordado “realizar las inspecciones necesarias para verificar las pruebas de aceptación y los ensayos realizados en el proceso de fabricación” y “las características del acero empleado”. Eso no implica parar las centrales, sino que en primer lugar analizará la documentación de cuando las nucleares recibieron las vasijas (en algunos casos, documentos de hace más de cuatro décadas).En principio, Cofrentes es la menos afectada, siempre según el CSN, “puesto que los procesos y materiales de fabricación de su vasija, conformada por chapas semicirculares soldadas verticalmente, son distintos a los de Doel 3, conformada a partir de tres anillos soldados horizontalmente”.En Garoña, en cambio, la probabilidad es mayor, aunque se trata de una central de agua en ebullición (BWR) mientras que la belga es de agua a presión (PWR). Eso hace que los resultados “no sean directamente extrapolables”. La vasija de Garoña es más delgada y eso hace que también sea más difícil que aparezca el problema.Garoña tiene fijada su fecha de cierre en julio de 2013, aunque debe presentar la primera semana de septiembre su solicitud para funcionar hasta 2019, como le ha permitido el Ejecutivo del PP.La reforma energética –que previsiblemente gravará la producción nuclear-, las obras derivadas del accidente de Fukushima y las exigencias del CSN ya habían dejado en el aire esta renovación, pues Endesa e Iberdrola (dueñas al 50% de la planta) debían acometer inversiones millonarias. Una nuclear similar en Suiza ha anunciado que destinará 140 millones de euros a las obras necesarias para prorrogar su actividad. Si se le sumaran requerimientos adicionales por fallos en la vasija, esto dificultaría aún más la prórroga.