www.transicionestructural.NET es un nuevo foro, que a partir del 25/06/2012 se ha separado de su homónimo .COM. No se compartirán nuevos mensajes o usuarios a partir de dicho día.
0 Usuarios y 2 Visitantes están viendo este tema.
Pollo, quería responder a un post tuyo que recuerdo haber leído en otro topic, pero no lo encuentro. Así que lo pongo aquí. El post en cuestión no dejaba en muy buen lugar a los científicos. Yo quiero hacer un poco de proselitismo, y decir que estos problemas han sido señalados por científicos de primera linea desde hace mucho, como muestra un botón. Otras cosa es que hayan sido ignorados por la mayoría.http://www.tusquetseditores.com/titulos/metatemas-ciencia-y-humanismoCitarSINOPSIS Muchos de nosotros pensamos que, a diferencia de las humanidades, la ciencia es la responsable de la transformación de nuestro mundo, de nuestro modo de vida. En cambio, para este sabio humanista que fue Erwin Schrödinger, Premio Nobel de Física en 1933, la ciencia no se diferencia en absoluto de otras disciplinas que contribuyen igualmente al desarrollo de nuestro conocimiento, como la filosofía, la historia o la geografía, a las que ¡a nadie se le ocurriría atribuir, como única finalidad, la mejora de las condiciones de la sociedad humana ! Schrödinger no sólo nos recuerda que hay ciencias tan ajenas a la sociedad como la sismología a la astrofísica, sino que cuestiona la idea de que la felicidad de la raza humana sólo provenga de los adelantos tecnológicos que la ciencia aporta.¿Para qué sirve, entonces, la ciencia ? Su respuesta es tajante : «La finalidad de la ciencia, y su valor, son los mismos que los de cualquier otra rama del conocimiento humano. Ninguna de ellas por sí sola tiene finalidad y valor. Sólo los tienen todas a la vez». Y es que, según nuestro sabio, por encima de cualquier otra cosa debemos permanecer fieles a la enseñanza del dios délfico : «Conócete a ti mismo». Este pensamiento es el que rige este breve y sustancioso ensayo, reflexiones que Erwin Schrödinger expuso en febrero de 1950 en cuatro conferencias patrocinadas por el Dublin Institute de Estudios Superiores de la University College de Dublín, bajo el título de «La ciencia como parte integrante del humanismo».Y sobre el tema de la energía y los límites al crecimiento, son varios los físicos que libran su batalla particular escribiendo sobre esto en sus blogs: Kjell Aleklett, Tom Murphy, Hugo Bardi, Antonio Turiel...En general comparto tu crítica hacia muchos científicos, pero no se puede generalizar.
SINOPSIS Muchos de nosotros pensamos que, a diferencia de las humanidades, la ciencia es la responsable de la transformación de nuestro mundo, de nuestro modo de vida. En cambio, para este sabio humanista que fue Erwin Schrödinger, Premio Nobel de Física en 1933, la ciencia no se diferencia en absoluto de otras disciplinas que contribuyen igualmente al desarrollo de nuestro conocimiento, como la filosofía, la historia o la geografía, a las que ¡a nadie se le ocurriría atribuir, como única finalidad, la mejora de las condiciones de la sociedad humana ! Schrödinger no sólo nos recuerda que hay ciencias tan ajenas a la sociedad como la sismología a la astrofísica, sino que cuestiona la idea de que la felicidad de la raza humana sólo provenga de los adelantos tecnológicos que la ciencia aporta.¿Para qué sirve, entonces, la ciencia ? Su respuesta es tajante : «La finalidad de la ciencia, y su valor, son los mismos que los de cualquier otra rama del conocimiento humano. Ninguna de ellas por sí sola tiene finalidad y valor. Sólo los tienen todas a la vez». Y es que, según nuestro sabio, por encima de cualquier otra cosa debemos permanecer fieles a la enseñanza del dios délfico : «Conócete a ti mismo». Este pensamiento es el que rige este breve y sustancioso ensayo, reflexiones que Erwin Schrödinger expuso en febrero de 1950 en cuatro conferencias patrocinadas por el Dublin Institute de Estudios Superiores de la University College de Dublín, bajo el título de «La ciencia como parte integrante del humanismo».
Me he encontrado este interesantísimo blog, que dejo aquí -entre otros hilos en los que voy a enlazarlo-, me parece especialmente adecuado su "subtítulo": Low-tech MagazineDoubts on progress and technology http://www.lowtechmagazine.com/Tiene además de los artículos una sección dedicada a los "mitos ecotécnológicos"http://www.lowtechmagazine.com/ecotech-myths.htmlY un estupendo bloque lateral con foto dedicado a "The Botijo"
Me acabo de encontrar este y me ha parecido muy interesante, he dudado entre dejarlo en este hilo ó en el de "El sentido del progreso" http://www.transicionestructural.net/a-pie-de-calle/avance-o-retroceso-el-sentido-del-progreso/ (hay un puñado de hilos al margen de los 2 "principales" -ppcc y el rescate a españa- que me parecen interesantísimos y que están llenos de "perlas"), al final lo dejo aquí porque lo habeis subido (gracias) y porque también tenía este hilo en mente para dejar otro par de artículos que he vuelto a encontrar y que tengo en la recámara. Lo que cuenta aqui encaja bien con la sensación que tengo de estar viviendo con esta crisis sistémica del capitalismo la decadencia y caida del imperio romano v.2.0, pero esta vez con el sistema-imperio americano/occidental, que IMHO, vivió su época de máximo esplendor entre las décadas de 1950 y 1980, y después de la caida del imperio romano (que fué un proceso gradual, que duro muchísimo tiempo) vino una época de estancamiento que duró 1000 años, aunque hay también quien ha argumentado en algún sitio que el actual estancamiento y crisis precedería a una guerra, como consecuencia y única salida a esta crisis, guerra que es la que nos introducirá verdaderamente en el siglo XXI, al igual que las 2 guerras mundiales moldearon lo que sería el mundo en el siglo XX, lleno de avances tecnológicos -heredados de la tecnología militar- pero también tremendamente sangriento , culturalmente, mentalmente, tecnológicamente, aún seguiríamos viviendo en el siglo XX... http://www.diariomotor.com/2013/11/05/el-gran-estancamiento-por-que-pensamos-en-coches-electricos-cuando-deberiamos-estar-creando-colonias-en-marte/CitarEl gran estancamiento. Por qué pensamos en coches eléctricos cuando deberíamos estar creando colonias en Marte“Me prometisteis colonias en Marte. En vez de eso tengo Facebook”. La demoledora frase junto a la fotografía de Buzz Aldrin, astronauta del Apolo 11, es la portada de una revista científica publicada hace un año en la que Aldrin reflexiona sobre los 44 años que han pasado desde que el hombre llegó a la Luna, y cómo la carrera espacial no ha cumplido sus expectativas a partir de ese año.Es quizás el ejemplo más representativo de lo que algunos llaman el gran estancamiento, aplicable a muchos otros sectores, incluyendo el automóvil. Pasar de un SEAT Ibiza de 1993 a uno de 2013 es un gran avance. Pero resulta ridículo si lo comparamos con no tener coche a tener un SEAT 600, algo que vivieron nuestros padres o abuelos.Cuando un fabricante de coches nos dice que su último modelo es, por ejemplo, “el Porsche más rápido jamás construido”, debería crearnos una sensación agridulce. ¿No deberíamos dar por hecho de que el progreso va hacia adelante y no hacia atrás? ¿No deberíamos exigir no sólo una mejora incremental, sino un avance sustancial?La carrera espacial y la previsión de futuroLa serie Futurama se ambienta en el año 2999, es decir, mil años después del 1999, que es la fecha en la que se estrenó. Curiosamente muchos de los clichés que en ella aparecen forman parte de lo que la gente de 1950 pensaba que pdoría ser nuestro presente: coches voladores, viajes interplanetarios, gente viajando en tubos e incluso contacto con extraterrestres. ¿Eran ellos unos ilusos o nosotros demasiado conservadores? Lo cierto es que ambos tenemos razón, y hacemos el cálculo en función de la aceleración del progreso en cada época.Lo mismo ocurre con 2001: una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick, película del 1968 que plantea un futuro de viajes espaciales de humanos en naves con una inteligencia artificial, o no tan artificial. En vez de eso, 2001 fue el año en el que el atentado del 11-S nos convirtieron en una sociedad más a la defensiva y cambiaron incluso la forma en la que se construyen los edificios, parando la época de los grandes rascacielos al menos en el mundo occidental.Esto no quiere decir que en 1950 todo el mundo pensase que en 2001 visitaríamos otros planeas o que en 2013 viajaríamos en coches voladores. Pero se consideraba una posibilidad que debería ser investigada. Nosotros hemos bajado tremendamente las expectativas, los retrasos son incluso mayores que los del AVE: los coches voladores de Futurama los mandamos 1.000 años más adelante, y para las próximas décadas nos conformamos con coches autónomos y quizás resolver el problema de la energía. Y con Internet, del que hablaremos más adelante.La frase de portada de MIT Technology Review que encabeza este artículo, junto a la fotografía de un octogenario Buzz Aldrin, debería hacer sentir a nuestras generaciones algo de vergüenza. Entre 1969 y 1972, 24 personas volaron a la Luna, y 12 de ellos caminaron sobre ella. Los siete que quedan vivos, entre ellos Aldrin, tienen más de 80 años, salvo uno que está a punto de cumplirlos. En unos años quizás no quede nadie vivo que haya estado en la Luna. Es cierto que se trata simplemente de una anécdota, y que el interés científico de volver sería ahora mucho menor por el hecho de que ya hemos estado. No obstante, como sociedad debería generarnos cierta ansiedad el pensar que quizás lo estamos haciendo mucho peor que nuestros padres o abuelos.The Great StagnationTyler Cowen es el autor de una teoría llamada “el gran estancamiento”. La explica de forma muy amena en esta charla de 17 minutos en inglés. Hago un pequeño resumen no literal:Mi abuela nació a principios del siglo XX. Vivía, como la mayoría de los americanos, en granjas, sólo el 6% se graduaba en el instituto, los coches no eran habituales, y la electricidad y los WC no se podían garantizar, y en general las piezas de nuestro mundo actual todavía no estaban en su sitio.http://www.youtube.com/watch?v=_93CXTt2K7c&feature=player_embeddedYo nací en 1962. El otro día estaba viendo una película de principios de los 60, no sobre gente rica, sobre clase media, y me sorpendía ver que lo que allí aparecía sigue siendo básicamente el mundo en el que vivimos ahora. Si comparas estos dos periodos de 50 años (1900-1950 y 1960-2010), la principal diferencia en mi vida es Internet. Pero los cambios para mi abuela en 50 años fueron muchísimo mayores: electricidad, WCs, trenes, aviones, máquinas de escribir…Tyler pone otros ejemplos como la aviación. Algunos de los aviones en los que viajamos siguen siendo diseños de los año 60, o evoluciones muy lineales. El Concorde, el avión supersónico, dejó de volar hace ya años, con lo cual en cierto modo hemos visto un retroceso más que un avance lento.En España habría que retrasar algo las fechas para que el argumento tenga sentido, y sobre todo tener en cuenta que aquí la popularización de cosas como el coche para la clase media sí llegó más tarde. Como estábamos más atrasados que Estados Unidos nosotros sí hemos vivido cambios importantes en los últimos 50 años, pero porque veníamos de un punto de partida más bajo, no porque esos cambios no existiesen ya en otros países.Pero, ¿qué ha ocurrido con el automóvil?Del Ford Model T al Ford Focus: los retos de Henry Ford y de su bisnieto, Bill FordSe puede decir que Ford Model T fue el primer coche con la definición habitual que ahora todos tenemos de él. Quizás tecnológicamente no supuso un cambio sustancial respecto a lo que había en la época, pero sí consiguió que pasase de ser un bien de lujo a un bien que fuese accesible para la gran masa de población en 1908. Lo consiguió gracias a la fabricación mediante una cadena de montaje, técnica que no había sido aplicada al automóvil hasta aquel momento.He tenido la suerte de estar en las fábricas de Ford en Detroit y lo que allí se respira, y Ford se esfuerza por transmitir, es esa filosofía de su fundador no sólo por vender coches, sino por solucionar un problema de la sociedad: la movilidad, ya que con ella la sociedad conseguiría libertad y progreso.¿Qué ocurre 100 años después? Si vemos el Ford Focus actual encontraremos una evolución paso a paso que ha dado lugar a un producto tecnológicamente mucho más avanzado, pero que resuelve el mismo problema. El gran salto se produjo en 1908, lo demás han sido mejoras.En términos de progreso, el cambio de no tener coche a tener un SEAT 600 es infinitamente mayor al cambio de tener un Ibiza MK1 a un Ibiza de 2013.Si lo aplicamos a los coches en España, la historia se repite. El SEAT 600 fue el primer coche que se acercó a las clases medias, o al menos que no era exclusivamente para los más adinerados. El cambio entre utilizar transporte público, limitado a ciertos horarios y trayectos, o usar un carro tirado por un burro o un caballo, y tener un SEAT 600 es enorme, y se produjo en un par de décadas.El primer SEAT Ibiza cumplirá 30 años el próximo año. Muchos de nosotros hemos tenido la suerte de probar todas las generaciones de ese coche. Por supuesto el salto es abismal, sobre todo en cuanto a seguridad, confort y sistemas de ayuda a la conducción. Pero con un Ibiza actual hacemos lo mismo que hacíamos con un Ibiza de hace 30 años, sólo lo hacemos de mejor forma. Imagino que nuestros padres o abuelos con su primer 600 no dirían lo mismo.http://www.youtube.com/watch?v=MsLuQM5V3FA&feature=player_embeddedVolvamos a la historia de Ford Motor Company. Bill Ford, bisnieto de Henry Ford, forma parte del consejo de dirección de Ford en la actualidad. Y su objetivo es buscar soluciones para seguir garantizando la movilidad. Es decir, debemos buscar otras fórmulas ya que la incluso la actual está en peligro debido al rápido crecimiento del número de coches y del coste de los combustibles fósiles. Quizás de ahí venga el siguiente salto exponencial, con coches autónomos y compartidos.Aunque parezca irónico que la solución venga del agotamiento del modelo actual, es quizás la explicación al gran estancamiento: si todo va bien y estamos cómodos como sociedad, no hay ningún incentivo para investigar y progresar. Cuando algo deja de funcionar es cuando vemos la necesidad de dar un gran salto adelante.Internet, la excepción que confirma la regla, y a la vez el refugio de los cobardesInternet, y en general las tecnologías de la información y de las comunicaciones, es la excepción. El brote verde que crece sin parar en este aparente desierto de progreso de las últimas décadas. ¿Es suficiente? “Tu teléfono móvil tiene más capacidad de computación que toda la NASA en 1969. La NASA envió un hombre a la luna. Nosotros lanzamos pájaros a cerdos” (Autor desconocido)Para quien no termine de entenderla, se refiere al juego Angry Birds. Además de graciosa esta frase esconde dos realidades. La primera, negativa, es que no estamos aprovechando ni el 1% de la capacidad de la tecnología que tenemos entre manos. La segunda, positiva, es que posiblemente esta tecnología se vaya exprimiendo poco a poco en las próximas décadas.Conviene diferenciar entre una tecnología que ya existe y una tecnología que resuelve problemas. En 2002 apareció el Nokia 7650: un móvil con sistema operativo Symbian cámara, conexión a internet y al que se le podían instalar aplicaciones. ¿Qué problemas de la sociedad resolvió? Ninguno. Cinco años después Apple presentó el primer iPhone, con los mismos ingredientes pero preparado para solucionar más problemas. Y unos años después Android consiguió que esos problemas se resolviesen para el gran público.Ahora existen tecnologías para que los coches se comuniquen entre sí o para que nuestra calefacción se adapte a la temperatura. Pero ahora mismo son un “Symbian” de Nokia: les falta ser accesibles para la mayoría de la población.Y sin embargo no todo es de color de rosa en internet. El ejemplo crítico lo pone Jerzy Gangi en su artículo Why Silicon Valley funds instagrams not hyperloops http://jerzygangi.com/why-silicon-valley-funds-instagrams-not-hyperloops/ , por qué Silicon Valley financia Instagrams pero no Hyperloops, haciendo referencia a que las inversiones millonarias en empresas se basan actualmente en servicios para internet que pueden ser rentables pero no cambian nuestra vida.Hyperloop es un proyecto de empresa para crear una red de tubos de transporte de personas – sí, como en Futurama -, que podría revolucionar la forma en la que nos transportamos. Sin embargo requeriría un capital inicial de cientos o quizás mil millones de dólares para tan siquiera ver si es viable, y es difícil que consiga ese dinero.Sin embargo Instagram alcanza valores de mil millones de dólares, cuando el problema que resuelve no cambia nuestras vidas: compartir fotos con filtros. El artículo pone como ejemplo Buffer, una aplicación que sirve para programar mensajes en Twitter: ¿A qué nos ha llevado esto? ¿A separar nuestros tweets? ¿Qué está haciendo esta empresa por America? ¿Es esto a lo que incentivamos a nuestras mentes más brillantes?Entonces, ¿cuándo nos transportaremos en tubos, volveremos a tener aviones supersónicos o viajes espaciales? ¿En veinte años o en mil? Desconozco la respuesta, pero cada vez que leo “el coche más potente jamás construido por nuestra marca”, o que una aplicación para publicar fotos tiene una valoración de mil millones, me vuelve a la mente la cara del octogenario Buzz Aldrin preguntándome dónde están las colonias en Marte y por qué en vez de eso le hemos dado Facebook.Más en Tecmovia: 1930-2030, la evolución de la movilidad
El gran estancamiento. Por qué pensamos en coches eléctricos cuando deberíamos estar creando colonias en Marte“Me prometisteis colonias en Marte. En vez de eso tengo Facebook”. La demoledora frase junto a la fotografía de Buzz Aldrin, astronauta del Apolo 11, es la portada de una revista científica publicada hace un año en la que Aldrin reflexiona sobre los 44 años que han pasado desde que el hombre llegó a la Luna, y cómo la carrera espacial no ha cumplido sus expectativas a partir de ese año.Es quizás el ejemplo más representativo de lo que algunos llaman el gran estancamiento, aplicable a muchos otros sectores, incluyendo el automóvil. Pasar de un SEAT Ibiza de 1993 a uno de 2013 es un gran avance. Pero resulta ridículo si lo comparamos con no tener coche a tener un SEAT 600, algo que vivieron nuestros padres o abuelos.Cuando un fabricante de coches nos dice que su último modelo es, por ejemplo, “el Porsche más rápido jamás construido”, debería crearnos una sensación agridulce. ¿No deberíamos dar por hecho de que el progreso va hacia adelante y no hacia atrás? ¿No deberíamos exigir no sólo una mejora incremental, sino un avance sustancial?La carrera espacial y la previsión de futuroLa serie Futurama se ambienta en el año 2999, es decir, mil años después del 1999, que es la fecha en la que se estrenó. Curiosamente muchos de los clichés que en ella aparecen forman parte de lo que la gente de 1950 pensaba que pdoría ser nuestro presente: coches voladores, viajes interplanetarios, gente viajando en tubos e incluso contacto con extraterrestres. ¿Eran ellos unos ilusos o nosotros demasiado conservadores? Lo cierto es que ambos tenemos razón, y hacemos el cálculo en función de la aceleración del progreso en cada época.Lo mismo ocurre con 2001: una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick, película del 1968 que plantea un futuro de viajes espaciales de humanos en naves con una inteligencia artificial, o no tan artificial. En vez de eso, 2001 fue el año en el que el atentado del 11-S nos convirtieron en una sociedad más a la defensiva y cambiaron incluso la forma en la que se construyen los edificios, parando la época de los grandes rascacielos al menos en el mundo occidental.Esto no quiere decir que en 1950 todo el mundo pensase que en 2001 visitaríamos otros planeas o que en 2013 viajaríamos en coches voladores. Pero se consideraba una posibilidad que debería ser investigada. Nosotros hemos bajado tremendamente las expectativas, los retrasos son incluso mayores que los del AVE: los coches voladores de Futurama los mandamos 1.000 años más adelante, y para las próximas décadas nos conformamos con coches autónomos y quizás resolver el problema de la energía. Y con Internet, del que hablaremos más adelante.La frase de portada de MIT Technology Review que encabeza este artículo, junto a la fotografía de un octogenario Buzz Aldrin, debería hacer sentir a nuestras generaciones algo de vergüenza. Entre 1969 y 1972, 24 personas volaron a la Luna, y 12 de ellos caminaron sobre ella. Los siete que quedan vivos, entre ellos Aldrin, tienen más de 80 años, salvo uno que está a punto de cumplirlos. En unos años quizás no quede nadie vivo que haya estado en la Luna. Es cierto que se trata simplemente de una anécdota, y que el interés científico de volver sería ahora mucho menor por el hecho de que ya hemos estado. No obstante, como sociedad debería generarnos cierta ansiedad el pensar que quizás lo estamos haciendo mucho peor que nuestros padres o abuelos.The Great StagnationTyler Cowen es el autor de una teoría llamada “el gran estancamiento”. La explica de forma muy amena en esta charla de 17 minutos en inglés. Hago un pequeño resumen no literal:Mi abuela nació a principios del siglo XX. Vivía, como la mayoría de los americanos, en granjas, sólo el 6% se graduaba en el instituto, los coches no eran habituales, y la electricidad y los WC no se podían garantizar, y en general las piezas de nuestro mundo actual todavía no estaban en su sitio.http://www.youtube.com/watch?v=_93CXTt2K7c&feature=player_embeddedYo nací en 1962. El otro día estaba viendo una película de principios de los 60, no sobre gente rica, sobre clase media, y me sorpendía ver que lo que allí aparecía sigue siendo básicamente el mundo en el que vivimos ahora. Si comparas estos dos periodos de 50 años (1900-1950 y 1960-2010), la principal diferencia en mi vida es Internet. Pero los cambios para mi abuela en 50 años fueron muchísimo mayores: electricidad, WCs, trenes, aviones, máquinas de escribir…Tyler pone otros ejemplos como la aviación. Algunos de los aviones en los que viajamos siguen siendo diseños de los año 60, o evoluciones muy lineales. El Concorde, el avión supersónico, dejó de volar hace ya años, con lo cual en cierto modo hemos visto un retroceso más que un avance lento.En España habría que retrasar algo las fechas para que el argumento tenga sentido, y sobre todo tener en cuenta que aquí la popularización de cosas como el coche para la clase media sí llegó más tarde. Como estábamos más atrasados que Estados Unidos nosotros sí hemos vivido cambios importantes en los últimos 50 años, pero porque veníamos de un punto de partida más bajo, no porque esos cambios no existiesen ya en otros países.Pero, ¿qué ha ocurrido con el automóvil?Del Ford Model T al Ford Focus: los retos de Henry Ford y de su bisnieto, Bill FordSe puede decir que Ford Model T fue el primer coche con la definición habitual que ahora todos tenemos de él. Quizás tecnológicamente no supuso un cambio sustancial respecto a lo que había en la época, pero sí consiguió que pasase de ser un bien de lujo a un bien que fuese accesible para la gran masa de población en 1908. Lo consiguió gracias a la fabricación mediante una cadena de montaje, técnica que no había sido aplicada al automóvil hasta aquel momento.He tenido la suerte de estar en las fábricas de Ford en Detroit y lo que allí se respira, y Ford se esfuerza por transmitir, es esa filosofía de su fundador no sólo por vender coches, sino por solucionar un problema de la sociedad: la movilidad, ya que con ella la sociedad conseguiría libertad y progreso.¿Qué ocurre 100 años después? Si vemos el Ford Focus actual encontraremos una evolución paso a paso que ha dado lugar a un producto tecnológicamente mucho más avanzado, pero que resuelve el mismo problema. El gran salto se produjo en 1908, lo demás han sido mejoras.En términos de progreso, el cambio de no tener coche a tener un SEAT 600 es infinitamente mayor al cambio de tener un Ibiza MK1 a un Ibiza de 2013.Si lo aplicamos a los coches en España, la historia se repite. El SEAT 600 fue el primer coche que se acercó a las clases medias, o al menos que no era exclusivamente para los más adinerados. El cambio entre utilizar transporte público, limitado a ciertos horarios y trayectos, o usar un carro tirado por un burro o un caballo, y tener un SEAT 600 es enorme, y se produjo en un par de décadas.El primer SEAT Ibiza cumplirá 30 años el próximo año. Muchos de nosotros hemos tenido la suerte de probar todas las generaciones de ese coche. Por supuesto el salto es abismal, sobre todo en cuanto a seguridad, confort y sistemas de ayuda a la conducción. Pero con un Ibiza actual hacemos lo mismo que hacíamos con un Ibiza de hace 30 años, sólo lo hacemos de mejor forma. Imagino que nuestros padres o abuelos con su primer 600 no dirían lo mismo.http://www.youtube.com/watch?v=MsLuQM5V3FA&feature=player_embeddedVolvamos a la historia de Ford Motor Company. Bill Ford, bisnieto de Henry Ford, forma parte del consejo de dirección de Ford en la actualidad. Y su objetivo es buscar soluciones para seguir garantizando la movilidad. Es decir, debemos buscar otras fórmulas ya que la incluso la actual está en peligro debido al rápido crecimiento del número de coches y del coste de los combustibles fósiles. Quizás de ahí venga el siguiente salto exponencial, con coches autónomos y compartidos.Aunque parezca irónico que la solución venga del agotamiento del modelo actual, es quizás la explicación al gran estancamiento: si todo va bien y estamos cómodos como sociedad, no hay ningún incentivo para investigar y progresar. Cuando algo deja de funcionar es cuando vemos la necesidad de dar un gran salto adelante.Internet, la excepción que confirma la regla, y a la vez el refugio de los cobardesInternet, y en general las tecnologías de la información y de las comunicaciones, es la excepción. El brote verde que crece sin parar en este aparente desierto de progreso de las últimas décadas. ¿Es suficiente? “Tu teléfono móvil tiene más capacidad de computación que toda la NASA en 1969. La NASA envió un hombre a la luna. Nosotros lanzamos pájaros a cerdos” (Autor desconocido)Para quien no termine de entenderla, se refiere al juego Angry Birds. Además de graciosa esta frase esconde dos realidades. La primera, negativa, es que no estamos aprovechando ni el 1% de la capacidad de la tecnología que tenemos entre manos. La segunda, positiva, es que posiblemente esta tecnología se vaya exprimiendo poco a poco en las próximas décadas.Conviene diferenciar entre una tecnología que ya existe y una tecnología que resuelve problemas. En 2002 apareció el Nokia 7650: un móvil con sistema operativo Symbian cámara, conexión a internet y al que se le podían instalar aplicaciones. ¿Qué problemas de la sociedad resolvió? Ninguno. Cinco años después Apple presentó el primer iPhone, con los mismos ingredientes pero preparado para solucionar más problemas. Y unos años después Android consiguió que esos problemas se resolviesen para el gran público.Ahora existen tecnologías para que los coches se comuniquen entre sí o para que nuestra calefacción se adapte a la temperatura. Pero ahora mismo son un “Symbian” de Nokia: les falta ser accesibles para la mayoría de la población.Y sin embargo no todo es de color de rosa en internet. El ejemplo crítico lo pone Jerzy Gangi en su artículo Why Silicon Valley funds instagrams not hyperloops http://jerzygangi.com/why-silicon-valley-funds-instagrams-not-hyperloops/ , por qué Silicon Valley financia Instagrams pero no Hyperloops, haciendo referencia a que las inversiones millonarias en empresas se basan actualmente en servicios para internet que pueden ser rentables pero no cambian nuestra vida.Hyperloop es un proyecto de empresa para crear una red de tubos de transporte de personas – sí, como en Futurama -, que podría revolucionar la forma en la que nos transportamos. Sin embargo requeriría un capital inicial de cientos o quizás mil millones de dólares para tan siquiera ver si es viable, y es difícil que consiga ese dinero.Sin embargo Instagram alcanza valores de mil millones de dólares, cuando el problema que resuelve no cambia nuestras vidas: compartir fotos con filtros. El artículo pone como ejemplo Buffer, una aplicación que sirve para programar mensajes en Twitter: ¿A qué nos ha llevado esto? ¿A separar nuestros tweets? ¿Qué está haciendo esta empresa por America? ¿Es esto a lo que incentivamos a nuestras mentes más brillantes?Entonces, ¿cuándo nos transportaremos en tubos, volveremos a tener aviones supersónicos o viajes espaciales? ¿En veinte años o en mil? Desconozco la respuesta, pero cada vez que leo “el coche más potente jamás construido por nuestra marca”, o que una aplicación para publicar fotos tiene una valoración de mil millones, me vuelve a la mente la cara del octogenario Buzz Aldrin preguntándome dónde están las colonias en Marte y por qué en vez de eso le hemos dado Facebook.Más en Tecmovia: 1930-2030, la evolución de la movilidad
¿Por qué tenemos Twitter y no autobuses voladores? Así ha matado la innovación Silicon Valley (entre paréntesis añadiré que hace años que yo sospechaba que las nuevas TIC, lejos de ser innovación genuina, son, salvo excepción, mero ruido, cuando no directamente basura): Según el famoso emprendedor tecnológico Jerzy Gangi, el hombre podría disponer ya de medios de transporte mucho más rápidos que el avión. ¿Por qué tenemos Facebook y no un sistema de comunicación por hologramas como en Star Wars? ¿Quién decide la innovación del futuro?A este tipo de interrogantes se enfrenta en una publicación reciente el famoso emprendedor tecnológico Jerzy Gangi, quien está convencido de que la sociedad dispone de suficientes medios tecnológicos, conocimientos y capacidad como para producir a día de hoy, cualquiera de estas tecnologías que, a primera vista, podría parecer de ciencia ficción.El artículo no ha pasado desapercibido y ha levantado toda una polvareda en Estados Unidos a través de la prestigiosa revista Forbes y, allende los mares, en el diario francés Le Monde. No en vano, pone en el punto de mira como principal sospechoso del retraso tecnológico actual a la meca de la innovación, Silicon Valley.Gangi ilustra esta situación poniendo como ejemplo la reciente presentación del Hyperloop, una nueva generación de medios de transporte sostenibles, capaz de levitar durante la propulsión del vehículo y recorrer, a velocidades supersónicas, distancias similares a las que existen entre Madrid y Melilla en poco más de media hora. Según el creador del Hyperloop, Elon Musk (fundador de Paypal, precursor de los viajes privados en el espacio, y cuyo perfil inspiró al actor Robert Downey Jr. en su papel de Tony Stark en Iron Man), el diseño es técnicamente viable y podría transportar viajeros antes de 2030.Precisamente sobre este proyecto de innovación giran las dudas de Gangi quien expone que durante más de una década se han presentado diseños similares a los de Musk por parte de diferentes creadores norteamericanos, ninguno de ellos con éxito: ¿cómo es posible que Silicon Valley haya dejado en el cajón proyectos de este calibre?El mundo de la innovación ¿un rebaño de ovejas?La tesis que formula el autor es que, tanto Silicon Valley como la gran mayoría del mundo empresarial, se concentran actualmente sobre proyectos online, obviando numerosas oportunidades en el mundo real.Modelos como Facebook o Instagram han desencadenado una obsesión para todos los inversores. Para Gangi, este comportamiento se asemejaría al de un rebaño de ovejas que dirige sus apuestas comerciales en una única dirección: las redes sociales y el e-commerce. Sin embargo, a su juicio, a los verdaderos inversores no les importa en qué industria y áreas de innovación invierten su dinero, citando como ejemplo a Warren Buffet, con un negocio diversificado en segmentos tan dispares como trenes, seguros, inmobiliarias…A ello habría que sumar una serie de estrategias financieras que se vienen desarrollando desde los años noventa. Las empresas de capital-riesgo prefieren invertir en numerosas startups con proyectos poco innovadores aplicando la siguiente lógica: de todas estas pequeñas empresas, puede surgir un proyecto fructífero capaz de compensar las posibles pérdidas de las demás. No obstante, este comportamiento ha alejado a las fuentes de financiación de la gran innovación, es decir, aquellos proyectos revolucionarios y de proporciones extraordinarias, más costosos en tiempo y dinero. Es por ello que proyectos como Hyperloop suelen fracasar, y otros, como Twitter o Linkedin, funcionar.Del mismo modo Jerzy Gangi asegura que este espíritu de dinero rápido y la exigencia de recuperación casi inmediata de beneficios está afectando gravemente al desarrollo de la innovación. A día de hoy, los inversores tecnológicos reclaman que una startup cree una versión simplificada del producto para poder probarlo al instante y observar su acogida entre los potenciales consumidores. Por supuesto, los grandes proyectos de innovación no tienen cabida en este terreno. Un proyecto como Hyperloop o un acelerador de partículas no se puede resumir en una versión test de estas características: o se construye el objeto, o no se construye.Cabe añadir al argumentario de Gangi los prejuicios que sufre Silicon Valley a la hora de financiar aquellos proyectos particulares que no disponen de una estructura empresarial, un punto de vista que no estaría justificado a la vista de éxitos históricos como Amazon y Google desarrollados, en su momento, por principiantes en este terreno. Si el Hyperloop ha conseguido atraer la atención de los inversores y, sin embargo, otros proyectos análogos no han encontrado más que indiferencia durante años, se debe al hecho de que Elon Musk es un emprendedor muy conocido.Por todo lo expuesto, Jerzy Gangi afirma que Silicon Valley ha matado a los grandes proyectos de innovación y que hoy “falta por innovar la propia innovación”http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/periodicos-y-revistas/por-que-tenemos-twitter-y-no-autobuses-voladores-asi-ha-matado-la-innovacion-silicon-valley_C1rKLdvYgxWGhR3uwkoge2/EDITO: Elon Musk se equivocó, el Hyperloop costará 100.000 millones de dólaresabc tecnología / madridDía 19/08/2013 - 01.40hElon Musk ya ha presentado un documento con 57 páginas en el que explica su idea para un nuevo sistema de transporte, el Hyperloop. Se basa en un sistema (por ahora) para comunicar Los Ángeles con San Francisco que ahorraría mucho tiempo de viaje y que sólo costaría construirlo entre seis y diez mil millones de dólares.Aunque parece una cantidad exorbitante, lo cierto es que para un proyecto de esta envergadura la cantidad parece ser muy optimista, porque en realidad se necesitarían muchos más millones de dólares. Esto es lo que han dicho varios analistas a The New York Times.El Hyperloop sería un sistema de tubos de aire comprimido que transportarían cochescápsulas con pasajeros a más de 1.000 kph. Musk definió el sistema como un híbrido entre el avión supersónico Concorde, un cañón de riel (un arma eléctrica que dispara proyectiles metálicos por medio de un campo magnético) y una mesa de hockey de aire (o tejo).Para llevar a cabo este proyecto, los analistas creen que se va a necesitar mucho dinero. Michael L. Anderson, profesor de recursos económicos de la Universidad de California, Berkeley señala que el coste será cercano a los 100.000 millones de dólares.¿Por qué? Por una razón muy sencilla, el gobierno encargado de construir en esa zona tendría que comprar cerca de 1.100 parcelas a muchos dueños, explica Alexis Madrigal, editor en jefe de The Atlantic. Madrigal señala que en otros proyectos para establecer líneas de alta velocidad en California, salían más costosos que lo que propone Musk para el Hyperloop. «En una línea entre Fresno y Bakersfield, con solo 160 kilómetros se ha estimado que costará más de siete mil millones de dólares», ha dicho. El Hyperloop en este caso tendría más de 600 kilómetros.
Las peores 15 catástrofes en cuanto a destrucción de datos de la historiaA lo largo de milenios, el progreso humano ha sufrido algunas pérdidas incalculables debido a desastres naturales o provocados. Fueron pérdidas de datos e información generalmente en forma de volúmenes almacenados en bibliotecas y archivos, de los que en muchos casos no existían copias – esfumados para siempre. En Global Data Vault, una empresa dedicada a la salvaguarda de información, encargaron una infografía que describe bien estos casos: Information Destruction Through History http://www.globaldatavault.com/blog/information-destruction-history/ .Todos conocemos el caso de la Biblioteca de Alejandría, que fue arrasada hacia el año 473 a. C. pero también ha habido pérdidas mucho más brutales debido a incendios, bombardeos y guerras. Si se utiliza para calcularlos un promedio de «volúmenes» (libros, papiros, tabletas) y su equivalente en modernos gigabytes, en Alejandría se perdieron unos 500.000 volúmenes y 571 GB.Pero en el mayor desastre, el de las las bibliotecas polacas durante la II Guerra Mundial, se perdieron más de 16 millones de volúmenes, equivalentes a 18 TB. En Alemania en la misma época se esfumaron otros 10 millones de volúmenes y más recientemente 1,5 millones en el conflicto de Bosnia-Herzegovina de 1992. La mayor pérdida reciente es que en Irak en 2003 se destruyeron unos 420.000 libros de sus bibliotecas – incluyendo ejemplares únicos de las primeras civilizaciones de la zona.(Vía Un Mundo Libre. http://unmundolibre.net/2014/01/15/15-desastres-historicos-en-la-destruccion-del-conocimiento/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=15-desastres-historicos-en-la-destruccion-del-conocimiento )
Facebook habrá perdido el 80% de su pico de usuarios en 2017, según un estudioFrecuencia de búsquedas en Google para MySpace y Facebook según Google Trends. Google Trends ya se ha utilizado antes con buenos resultados para hacer el seguimiento de epidemias como la Gripe ARaro:El departamento de Mecánica e Ingeniería Aeroespacial de Princeton vaticina que Facebook habrá perdido el 80% de su pico máximo de usuarios entre 2015 y 2017. Dicho de otro modo, de repente, dejará de crecer, «se predice un rápido declive de la actividad en Facebook».El modelo utilizado para hacer esta afirmación es una adaptación de un modelo de propagación de enfermedades. Al parecer, según el estudio, el ciclo de los medios sociales, como el de las ideas, es similar al de las enfermedades, «primero se propagan ampliamente y luego se extinguen», lo que quiere decir que los usuarios «se curan» y pierden interés en ellas; en Facebook en este caso.En MySpace se observó un comportamiento similar y éste se ha extrapolado a Facebook, aunque probablemente Facebook sea una cepa más resistente por haber llegado más oportunamente en el tiempo y haber tenido más alcance.El estudio, en PDF: Epidemiological modeling of online social network dynamics, vía Fast Co. y Time. http://arxiv.org/pdf/1401.4208v1.pdfMientras tanto, Tuenti pierde en 6 meses el 58% de sus usuarios, http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2014/01/22/actualidad/1390408404_520279.html La red social Tuenti ha perdido el 58% de sus usuarios en seis meses, según la firma Global Web Index (GWI), que rastrea el 89% de la audiencia de Internet en 32 países, entre ellos España [...] GWI confirma el descenso de Facebook (un 3%), aunque aclara que esa caída se ha magnificado en algunos informes. La competencia directa ha crecido, pero poco; es el caso de Twitter (2%), de la profesional Linkedin (9%) o de Google+ (+6%), que prácticamente es la segunda por usuarios activos, empatada con YouTube, de su propiedad. Los mayores crecimiento son para redes recientes, como Instagram (+23%) gracias por otra parte a su integración en su dueña Facebook, y Reddit (+13%).
Vives, luego miden qué hacesSeguramente recordaréis la escena. Tom Cruise se pasea con cara de pocos amigos por un centro comercial, y de repente le empiezan a llegar anuncios publicitarios personalizados en cuanto se va detectando su paso por las distintas tiendas.La escena es una de tantas de Minority Report, una película visionaria en muchos apartados tecnológicos —Spielberg hizo un fantástico trabajo en ese sentido—, y es sorprendentemente similar a la situación que estamos comenzando a vivir. Nuestros dispositivos móviles y tecnologías como iBeacon permiten que nos convirtamos más que nunca en productos. Un poco de miedo sí que da.¿Quieres ser Tom Cruise?http://www.youtube.com/watch?v=7bXJ_obaiYQComo decíamos, Minority Report logró adelantar muchas tendencias que estamos disfrutando en los últimos años. Reconocimiento gestual, interfaces táctiles, robots insecto… y, por supuesto, publicidad a medida que se detectaba a una “víctima” de ese exagerado asalto de nuestra atención y, a la larga, de nuestro bolsillo. Aunque algo futurista —de momento el reconocimiento de retina para esa publicidad a medida parece quedar lejos—, la idea está siendo aplicada desde hace meses. La mayor responsable de ese impulso probablemente haya sido Apple, una empresa que sigue sin hablar a las claras de iBeacon —su mención en el WWDC de 2013 fue casi anecdótica— pero que podría tener en este tipo de dispositivos otro de los garantes de su futuro.Lo cierto es que iBeacon —y otras alternativas como Gimbal, de Qualcomm— ha demostrado su capacidad: la tecnología está comenzando a implantarse en los estadios de béisbol de los Estados Unidos, y de lograr cierto éxito es probable que ese primer gran experimento sea el pistoletazo de salida de un desarrollo que seguirá a los usuarios allá donde vayan para ofrecerles información a medida.La tecnología parece preparada: iBeacon se basa en Bluetooth 4.0 LE, y a pesar de parecer un invento de Apple su alcance va mucho más allá, y hay desarrollos similares compatibles con Android. Los requisitos hardware permiten entre otras cosas dar alcance a muchos más usuarios a mucha más distancia que otras tecnologías de proximidad como NFC, y la integración de Bluetooth 4.0 LE en smartphones con iOS y Android es el ingrediente clave para algo clave: la caza indiscriminada de datos.La otra pata: las aplicaciones móvilesEn esa captación de datos también hay otro pilar fundamental para estos sistemas: las aplicaciones móviles que realizan dicho registro de datos. La idea es similar a las herramientas que cuantifican nuestra actividad física, pero trasladada a la cuantificación de nuestra actividad como clientes o compradores. [/img]http://img.xataka.com/2014/03/650_1000_ibeacon-mobisfera.jpg La variedad de fabricantes de estas balizas es sorprendente, y de hecho pudimos comprobar cómo este desarrollador llevaba consigo cinco modelos distintos (las fotos de este artículo los muestran), cada uno con sus ventajas y desventajas. Esta empresa, que ya ha lanzado soluciones como iBeacon Finder, es uno de los ejemplos de su implicación en este campo, donde la idea es también aprovechar los SDKs que ofrecen proveedores de soluciones como InnoQuant, que precisamente colabora con ellos y que proporciona esas herramientas para aprovechar al máximo las posibilidades de estas plataformas.La monitorización continua es una realidadProbablemente no os déis cuenta, pero el uso de vuestros dispositivos electrónicos está siendo registrado en todo momento. Y no hablamos siquiera de la NSA, sino de esos comercios en los que os pedís un café o una hamburguesa, y que guardan buena cuenta de vuestra actividad en ellos.http://img.xataka.com/2014/03/650_1000_650_1000_blackphone-opciones.jpgEs algo que también en el MWC nos contaba desde otra perspectiva Javier Agüera, co-fundador de Geeksphone y que lanzaba en esos días el Blackphone, un teléfóno destinado a proteger la privacidad que entre otras cosas también propone funciones para evitar ese seguimiento masivo que precisamente empresas como InnoQuant defienden. Los ejemplos que proponía Agüera eran reveladores. En primer lugar, el tradicional: una cadena de cafeterías —por ejemplo— recopilaría esa información que, aun siendo anónima, estaría asociada a nuestro terminal: Al pedir el café los días siguientes en la TPV del local aparecerían automáticamente recomendaciones y sugerencias para completar ese desayuno.Hasta ahí la cosa parece hasta perfecta: los sistemas de recomendaciones están pensados para ofrecer este tipo de comodidades a los usuarios, aunque ahí entraría de nuevo el debate: los usuarios ni siquiera saben en muchos casos que esa información se está recolectando para alimentar esos sistemas de recomendación.El otro escenario, más cuestionable, permitiría que por ejemplo una empresa a la que vamos a hacer una entrevista supiera al recolectar esos datos de localización que justo dos horas antes habíamos estado en una empresa competidora haciendo otra entrevista. Las posibilidades aquí parecen no tener límites, pero es evidente que esa localización por WiFi puede llegar a ser un problema.Ese seguimiento y registro de nuestra actividad también era tema de debate en un reportaje reciente de Forbes en el que se explicaba como estas tecnologías evitarían por ejemplo tener tarjetas de fidelización: los propios móviles se convierten en esas tarjetas, ya que el identificador único asociado a ellos permite que éstos se conviertan en una especie de “carné de cliente” con el que las tiendas pueden ofrecernos mejor servicio.Los riesgos a la invasión de la privacidad y a nuestra seguridad son claros, desde luego, algo que explicaban en dicho artículo y que permitirían espiarnos aun cuando no deseamos ser espiados. Los datos son muy valiosos para esas empresas y comercios, y soluciones como Blackphone tratan de luchar contra ese tipo de vulnerabilidades de estos sistemas.Big data, la eterna promesaLos beacons no son más que pequeños dispositivos que detectan el paso de un dispositivo con un identificador único (el anonimato del verdadero usuario se preserva, nos dicen), y que en base a ese identificador y, sobre todo, a la información asociada a él, permiten ejecutar ciertas acciones. Las más lógicas son desde luego las que afectan al envío de promociones publicitarias. Es lo que se pretende en el caso de esos estadios de béisbol, donde los usuarios que aprovechen la tecnología recibirán ofertas y promociones, además de otros datos de interés que en teoría harán que disfruten más de esos partidos sin apenas esfuerzo.La captación de datos a través de esos sensores es inmensa y alimentará ese concepto del Big Data: tan bonito en apariencia, pero que por el momento no parece tener aplicaciones prácticas relevantes. La ingente cantidad de datos capturados tiene que servir para algo, y eso es lo que tratan de aprovechar algunas empresas del mercado a día de hoy.En el Mobile World Congress, por ejemplo, tuvimos la oportunidad de hablar con algunas de ellas. La citada InnoQuant es una empresa de software fundada en Barcelona en 2010 y que está centrada en soluciones de análisis de grandes volúmenes de datos. Ellos, nos explicaban M. Fernanda González (CEO) y Oleg Morajko (CTO), ya tenían el backend preparado para esa analítica del Big Data, y aprovecharon el MWC 2014 para lanzar MOCA, una plataforma de marketing de proximidad que es un ejemplo perfecto de esa transformación de la ficción (con Minority Report) en una realidad palpable. Lo explican muy bien en el blog oficial de la empresa:Día a día generamos datos a través de nuestros dispositivos móviles. Cada interacción refleja nuestro comportamiento, nuestros gustos y lo que somos. Somos parte de una gran sociedad conectada que genera enormes cantidades de datos minuto a minuto. Y es allí, en esos datos, donde puedes encontrar la clave para conectar con tus clientes y usuarios. Clave que se moldea y se perfecciona, usando técnicas de Big Data. Hallarás la esencia en tiempo real.Conocer a tus usuarios es fundamental, para ti y para ellos. Comunícate con tus usuarios en el momento justo, en el lugar preciso. Ofréceles información que necesitan. Tus usuarios querrán seguir siendo parte de lo que has construido. Ya les conoces, sigue ganando su confianza. Instala sensores iBeacons en interiores. Ofréceles experiencias únicas que tus usuarios querrán sentir y repetir. Experiencias de proximidad.Difícil explicarlo mejor, desde luego. Toda esa información va dirigida a ofrecer a los usuarios una mejor experiencia. Si pasamos cerca de una tienda en la que hemos comprado habitualmente, el sistema nos ofrecerá ofertas o datos sobre nuevos productos, por ejemplo, además de promociones por ser clientes habituales. Pero esas ofertas se nutren por supuesto de ese análisis de los datos que se han realizado a partir de nuestro uso de la tecnología —en este caso, del smartphone— en esas experiencias de compra. Hay muchos más esfuerzos en ese sentido, y nuevas startups como Smartplace —proyecto del Taller de Innovación Abierta— también va dirigido a solucionar esa parte crítica de toda la filosofía Big Data: el análisis de esos datos y la generación de inteligencia de negocio, de respuestas, a partir de ese análisis.Los usuarios eligenPor supuesto, hay un factor fundamental en todo este fenómeno: ¿queremos ser bombardeados con toda esa información? Eso, nos explicaban los responsables de InnoQuant, es igualmente clave para ellos. Los usuarios podrán desactivar esas funciones y esa detección de sus dispositivos en cualquier momento, por lo que ellos eligen si quieren ser parte de esa experiencia de compra —que está pensada desde luego para que compremos más, pero también mejor— o no. Todos los comercios y organismos en los que se instalan este tipo de infraestructuras, por supuesto, pueden ganar muchos enteros. La ingente cantidad de información registrada puede ser clave para mejorar las ventas. El caso típico es evidente: los responsables de una cervecería sabrá qué días y a qué horas hay mayor paso de gente cerca de ella, y podrán actuar en consecuencia activando promociones especiales para esos momentos, por ejemplo.Esa es una de tantas aplicaciones, desde luego. Philips, por ejemplo, quiere iluminar nuestro camino para encontrar lo que buscamos en el súper, mientras que se habla de que la Apple está desarrollando un sistema de pagos que estaría muy asociado a su tecnología iBeacon. Las aplicaciones de iBeacon y de tecnologías análogas van más allá de ese refuerzo de tareas de marketing y ventas, y por ejemplo podrían facilitar recorridos en interiores (se nos ocurren cosas como museos o parques de atracciones) para proporcionar un sistema de guiado más eficiente para los usuarios.Lo que parece claro es que estamos asistiendo al comienzo de una más que probable revolución en la que estos dispositivos formarán parte de ese mundo ultraconectado. La Internet de las Cosas nos acecha, y sería bueno que nos fuéramos preparando para esa avalancha de información y de datos (una más) que prometen estas soluciones. Habrá que intentar no asustarse demasiado y darles una oportunidad, ¿no créeis?
Lo que está sucediendo es que nos están sometiendo a un proceso de *saqueo* CALCADO, a los procesos neoliberales que practicaron con latinoamérica con la excusa de la "crisis de la deuda" desde los 70, 80 y 90