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No sé como hacerlo de otra manera. Mis observaciones van en negrita.Cita de: obcad en Abril 28, 2013, 14:42:39 pmHe leído la carta de Xoshe, que me ha gustado bastante y considero más afinada en algunos aspectos, pero no en otros. Como defectos, en lo marquetiniano, creo que es demasiado prolija como carta, y en cuanto al contenido encuentro abusivo el uso del concepto "elite": los que están tragando el cebo y se estań alineando con el antigermanismo, la inmensa mayoría no son élite, sino enchufadillos y cutres que ven claro su final. En ese sentido, veo mucho más apropiado y correcto el término "red clientelar", que lo expresa mucho mejor.NB.- Utilizo el término de moda "élite extractiva" solo porque está de moda y porque "Casta" me parece poco serio. Red clientelar es bueno. NO quiero un pdf, eso no lo leería nadie. Hay que encontrar una síntesis. He hecho una versión refundiendo mi texto y el de Xoshe, con el objetivo claro de que sea una carta. Quizá el texto de Xoshe lo veo más para el PDF asociado, o para un manifiesto. En ese sentido el de Oslodije es magnífico también.Cabe exactamente en un folio a Times New Roman 12.---"Los miembros de Transición Estructural deseamos hacer llegar al Embajador de Alemania, y por su intermedio a la opinión pública de su país, una breve reflexión sobre un fenómeno único en la historia contemporánea española, la germanofobia. Se trata de un fenómeno nuevo en un país que, constituido como nación soberana en 1812, no participó de las dos guerras mundiales ni ha practicado nunca el antigermanismo.NB.- Bien, nada que objetar. A nuestro juicio las causas de esta deriva son dos. La primera, la resistencia al cambio ante la llegada del euro, cambio que implica una redefinición profunda de las relaciones de poder en el status-quo. La segunda, la escasa implicación ciudadana en un proyecto continental común, que termina desviando la carga de responsabilidad hacia Alemania, dada su mayor visibilidad como motor económico europeo. NB.- El primer párrrafo queda muy abstracto con eso de la "redefinición profunda de las relaciones de poder en el status quo" Ni se entiende ni es polémico. Yo diría, "cambio que supone el fin del modelo institucional español basado en la burbuja inmobiliaria y en la existencia de redes clientelares que configuran un bloque en el poder de naturaleza política, mediática e industrial". Por mí de acuerdo.En cuanto a la segunda mi desacuerdo es de principio. La culpa no es de la "escasa implicación ciudadana". Los ciudadanos no hemos elegido a Van Rompuy ni a Catherine Ashton, verdaderos inútiles. La culpa de todo la tiene querer hacer una tortilla sin cascar los huevos de la soberanía nacional. Yo lo diría así. "el intento de construir una realidad continental común sin ser capaces de trascender la lógica del Estado nación."Lo encuentro correcto, quizá demasiado intelectual, pero de acuerdo. La llegada del euro introdujo distorsiones en del modelo económico y social sobre el que se ha basado la historia de España de estos últimos cuarenta años. El sistema de incentivos cambió, provocando desajustes graves que han terminado con la violenta implosión de la economía de este país, reflejada en cifras macroeconómicas todavía peores que las de la Gran Depresión. NB.- Bien Desde aquí, muchos percibimos que Alemania está dispuesta a ayudar en esta coyuntura, con la condición de que se materialicen las reformas pendientes. Al mismo tiempo, muchos españoles somos conscientes de que sin ese giro, cualquier política de crecimiento será estéril. El problema consiste en que desde los poderes e instituciones españoles se ha decidido eludir el acometimiento de reformas de calado estructural a la espera una mágica resurrección de la economía que nos devuelva a la situación anterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. NB.- BienNi tememos ni odiamos a Alemania. Tememos a nuestras propias élites y a sus redes clientelares, establecidas desde la transición de una dictatura a una joven democracia, porque estas élites gobiernan exclusivamente en provecho propio. NB.- BienQueremos con todo esto denunciar dos deficiencias importantes en el proceso de construcción europea; por un lado la parálisis del propio proceso, causa raíz de todo este desconcierto. Por otro, la pésima labor de comunicación, que impide que el grueso de la población española acepte razonablemente las consecuencias inevitables de las políticas de ajuste. NB.- En lo referente a parálisis yo añadiría lo de que si no se habla de la Troika es porque la Troika es Alemania disfrazada. En lo referente a comunicación desacuerdo de principio. Si quieres hablar de comunicación tienes que decir que la batalla la tiene perdida la UE porque en España el poder mediático tiene detrás al poder político estatal y detrás de la UE no hay nada. Mi redacción. Queremos denunciar la parálisis de la construcción europea como causa última de todo este desconcierto. Ni se puede aplicar una moneda común a espacios de diversa productividad sin mecanismos compensadores como los de cualquier Estado soberano, Alemania incluída, ni parece aceptable que Alemania se niegue a ejercicios de transparencia financiera que ha exigido a España y España ha aceptado. Por otra parte, si la opinión pública acusa a Alemania de todos sus males y no a la Troika es porque la Troika es el Doeppelgaenger de Alemania. Más o menos de acuerdo con matices, lo integro en la siguiente versión.No atribuimos a Alemania agravio alguno, pero expresamos nuestra preocupación ya que no vemos salida al laberinto del continuo endeudamiento nacional que, a no tardar mucho, podría enfrentarnos a la quiebra soberana de una de las primeras economías del mundo. Desde el aprecio y la amistad que nos une: el tiempo apremia.NB.- Me parece sobra lo del agravio.Yo diría. "Hechas estas precisiones expresamos nuestra preocupación ante lo que, de seguir a este ritmo de endeudamiento, llevaría en el medio plazo a la quiebra soberana de una de las principales economías del mundo: el tiempo apremia. Atentamente"Atentamente,TE"Y seguimos en el folio. Pero pierde agresividad con la castuzaA determinados niveles nuestra frustración y cabreo, por la cual desearíamos devolver los agravios dialécticamente, no nos aporta nada, incluso es un lastre. Siendo coherentes, precisos y directos pienso que se consigue mucho más.
He leído la carta de Xoshe, que me ha gustado bastante y considero más afinada en algunos aspectos, pero no en otros. Como defectos, en lo marquetiniano, creo que es demasiado prolija como carta, y en cuanto al contenido encuentro abusivo el uso del concepto "elite": los que están tragando el cebo y se estań alineando con el antigermanismo, la inmensa mayoría no son élite, sino enchufadillos y cutres que ven claro su final. En ese sentido, veo mucho más apropiado y correcto el término "red clientelar", que lo expresa mucho mejor.NB.- Utilizo el término de moda "élite extractiva" solo porque está de moda y porque "Casta" me parece poco serio. Red clientelar es bueno. NO quiero un pdf, eso no lo leería nadie. Hay que encontrar una síntesis. He hecho una versión refundiendo mi texto y el de Xoshe, con el objetivo claro de que sea una carta. Quizá el texto de Xoshe lo veo más para el PDF asociado, o para un manifiesto. En ese sentido el de Oslodije es magnífico también.Cabe exactamente en un folio a Times New Roman 12.---"Los miembros de Transición Estructural deseamos hacer llegar al Embajador de Alemania, y por su intermedio a la opinión pública de su país, una breve reflexión sobre un fenómeno único en la historia contemporánea española, la germanofobia. Se trata de un fenómeno nuevo en un país que, constituido como nación soberana en 1812, no participó de las dos guerras mundiales ni ha practicado nunca el antigermanismo.NB.- Bien, nada que objetar. A nuestro juicio las causas de esta deriva son dos. La primera, la resistencia al cambio ante la llegada del euro, cambio que implica una redefinición profunda de las relaciones de poder en el status-quo. La segunda, la escasa implicación ciudadana en un proyecto continental común, que termina desviando la carga de responsabilidad hacia Alemania, dada su mayor visibilidad como motor económico europeo. NB.- El primer párrrafo queda muy abstracto con eso de la "redefinición profunda de las relaciones de poder en el status quo" Ni se entiende ni es polémico. Yo diría, "cambio que supone el fin del modelo institucional español basado en la burbuja inmobiliaria y en la existencia de redes clientelares que configuran un bloque en el poder de naturaleza política, mediática e industrial". Por mí de acuerdo.En cuanto a la segunda mi desacuerdo es de principio. La culpa no es de la "escasa implicación ciudadana". Los ciudadanos no hemos elegido a Van Rompuy ni a Catherine Ashton, verdaderos inútiles. La culpa de todo la tiene querer hacer una tortilla sin cascar los huevos de la soberanía nacional. Yo lo diría así. "el intento de construir una realidad continental común sin ser capaces de trascender la lógica del Estado nación."Lo encuentro correcto, quizá demasiado intelectual, pero de acuerdo. La llegada del euro introdujo distorsiones en del modelo económico y social sobre el que se ha basado la historia de España de estos últimos cuarenta años. El sistema de incentivos cambió, provocando desajustes graves que han terminado con la violenta implosión de la economía de este país, reflejada en cifras macroeconómicas todavía peores que las de la Gran Depresión. NB.- Bien Desde aquí, muchos percibimos que Alemania está dispuesta a ayudar en esta coyuntura, con la condición de que se materialicen las reformas pendientes. Al mismo tiempo, muchos españoles somos conscientes de que sin ese giro, cualquier política de crecimiento será estéril. El problema consiste en que desde los poderes e instituciones españoles se ha decidido eludir el acometimiento de reformas de calado estructural a la espera una mágica resurrección de la economía que nos devuelva a la situación anterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. NB.- BienNi tememos ni odiamos a Alemania. Tememos a nuestras propias élites y a sus redes clientelares, establecidas desde la transición de una dictatura a una joven democracia, porque estas élites gobiernan exclusivamente en provecho propio. NB.- BienQueremos con todo esto denunciar dos deficiencias importantes en el proceso de construcción europea; por un lado la parálisis del propio proceso, causa raíz de todo este desconcierto. Por otro, la pésima labor de comunicación, que impide que el grueso de la población española acepte razonablemente las consecuencias inevitables de las políticas de ajuste. NB.- En lo referente a parálisis yo añadiría lo de que si no se habla de la Troika es porque la Troika es Alemania disfrazada. En lo referente a comunicación desacuerdo de principio. Si quieres hablar de comunicación tienes que decir que la batalla la tiene perdida la UE porque en España el poder mediático tiene detrás al poder político estatal y detrás de la UE no hay nada. Mi redacción. Queremos denunciar la parálisis de la construcción europea como causa última de todo este desconcierto. Ni se puede aplicar una moneda común a espacios de diversa productividad sin mecanismos compensadores como los de cualquier Estado soberano, Alemania incluída, ni parece aceptable que Alemania se niegue a ejercicios de transparencia financiera que ha exigido a España y España ha aceptado. Por otra parte, si la opinión pública acusa a Alemania de todos sus males y no a la Troika es porque la Troika es el Doeppelgaenger de Alemania. Más o menos de acuerdo con matices, lo integro en la siguiente versión.No atribuimos a Alemania agravio alguno, pero expresamos nuestra preocupación ya que no vemos salida al laberinto del continuo endeudamiento nacional que, a no tardar mucho, podría enfrentarnos a la quiebra soberana de una de las primeras economías del mundo. Desde el aprecio y la amistad que nos une: el tiempo apremia.NB.- Me parece sobra lo del agravio.Yo diría. "Hechas estas precisiones expresamos nuestra preocupación ante lo que, de seguir a este ritmo de endeudamiento, llevaría en el medio plazo a la quiebra soberana de una de las principales economías del mundo: el tiempo apremia. Atentamente"Atentamente,TE"Y seguimos en el folio. Pero pierde agresividad con la castuzaA determinados niveles nuestra frustración y cabreo, por la cual desearíamos devolver los agravios dialécticamente, no nos aporta nada, incluso es un lastre. Siendo coherentes, precisos y directos pienso que se consigue mucho más.
Por mi parte, la versión definitiva. La dejo a disposición para modificaciones y correcciones a discreción, yo ya no la editaré más. Gracias a todos por la colaboración y espero que al menos nos decidamos a seguir con iniciativas así, ante el impás que padecemos.---"Los miembros de Transición Estructural deseamos hacer llegar al Embajador de Alemania, y por su intermedio a la opinión pública de su país, una breve reflexión sobre un fenómeno único en la historia contemporánea española, la germanofobia. Se trata de un fenómeno nuevo en un país que, constituido como nación soberana en 1812, no participó de las dos guerras mundiales ni ha practicado nunca el antigermanismo.A nuestro juicio las causas de esta deriva son dos. La primera, la resistencia al cambio ante la llegada del euro, cambio que supone el fin del modelo institucional español basado en la burbuja inmobiliaria y en el mantenimiento de redes clientelares que configuran un bloque de poder político, mediático e industrial. La segunda, el intento de construcción de un proyecto continental común sin trascender la lógica del Estado-Nación. La llegada del euro introdujo distorsiones en el modelo económico y social sobre el que se ha basado España en los últimos cuarenta años. Como consecuencia, el sistema de incentivos sufrió cambios que desembocaron en graves desajustes, que han terminado con la violenta implosión de la economía de este país reflejada en cifras macroeconómicas peores que las de la Gran Depresión. Desde aquí, muchos percibimos que Alemania está dispuesta a ayudar en esta coyuntura, con la condición de que se materialicen las reformas pendientes. Al mismo tiempo, muchos españoles somos conscientes de que sin ese giro, cualquier política de crecimiento será estéril. El problema viene cuando desde los poderes fácticos españoles se ha decidido eludir el acometimiento de reformas de calado estructural a la espera una mágica resurrección de la economía que nos devuelva a la situación anterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Nosotros no tememos ni odiamos, por tanto, a Alemania. Tememos a nuestras propias élites y a sus redes clientelares, establecidas desde la Transición, y que gobiernan en provecho propio. Denunciamos incoherencias importantes en el proceso de construcción europea como causa última de todo este desconcierto. No se puede aplicar una moneda común a espacios de productividad históricamente diversa sin mecanismos compensadores como los de implementa cualquier Estado soberano en su territorio, Alemania incluída. Tamposo parece aceptable que Alemania sea reticente a ejercicios de transparencia financiera que ha exigido a otros países. La Troika, hoy por hoy, es el Doeppelgaenger de Alemania. Por todo lo anteriormente expuesto, expresamos nuestra preocupación ante una situación que de no resolverse, podría enfrentarnos a la quiebra soberana de una de las primeras economías de la zona euro. El tiempo apremia.Atentamente, T.E.”
Lo que está sucediendo es que nos están sometiendo a un proceso de *saqueo* CALCADO, a los procesos neoliberales que practicaron con latinoamérica con la excusa de la "crisis de la deuda" desde los 70, 80 y 90
Cita de: obcad en Abril 28, 2013, 17:27:36 pmPor mi parte, la versión definitiva. La dejo a disposición para modificaciones y correcciones a discreción, yo ya no la editaré más. Gracias a todos por la colaboración y espero que al menos nos decidamos a seguir con iniciativas así, ante el impás que padecemos.---"Los miembros de Transición Estructural deseamos hacer llegar al Embajador de Alemania, y por su intermedio a la opinión pública de su país, una breve reflexión sobre un fenómeno único en la historia contemporánea española, la germanofobia. Se trata de un fenómeno nuevo en un país que, constituido como nación soberana en 1812, no participó de las dos guerras mundiales ni ha practicado nunca el antigermanismo.A nuestro juicio las causas de esta deriva son dos. La primera, la resistencia al cambio ante la llegada del euro, cambio que supone el fin del modelo institucional español basado en la burbuja inmobiliaria y en el mantenimiento de redes clientelares que configuran un bloque de poder político, mediático e industrial. La segunda, el intento de construcción de un proyecto continental común sin trascender la lógica del Estado-Nación. La llegada del euro introdujo distorsiones en el modelo económico y social sobre el que se ha basado España en los últimos cuarenta años. Como consecuencia, el sistema de incentivos sufrió cambios que desembocaron en graves desajustes, que han terminado con la violenta implosión de la economía de este país reflejada en cifras macroeconómicas peores que las de la Gran Depresión. Desde aquí, muchos percibimos que Alemania está dispuesta a ayudar en esta coyuntura, con la condición de que se materialicen las reformas pendientes. Al mismo tiempo, muchos españoles somos conscientes de que sin ese giro, cualquier política de crecimiento será estéril. El problema viene cuando desde los poderes fácticos españoles se ha decidido eludir el acometimiento de reformas de calado estructural a la espera una mágica resurrección de la economía que nos devuelva a la situación anterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Nosotros no tememos ni odiamos, por tanto, a Alemania. Tememos a nuestras propias élites y a sus redes clientelares, establecidas desde la Transición, y que gobiernan en provecho propio. Hemos de denunciar sin embargo incoherencias importantes en el proceso de construcción europea como causa última de todo este desconcierto. No se puede aplicar una moneda común a espacios de productividad históricamente diversa sin mecanismos compensadores como los de implementa cualquier Estado soberano en su territorio, Alemania incluída. Tampoco parece aceptable que Alemania sea reticente a ejercicios de transparencia financiera como los que ha exigido a otros países. Y para terminar: la Troika, hoy por hoy es, a pesar de su nombre, un Doppelgänger de Alemania. Por todo lo anteriormente expuesto, expresamos nuestra preocupación ante una situación que de no resolverse, podría enfrentarnos a la quiebra soberana de una de las primeras economías de la zona euro. El tiempo apremia.Atentamente, T.E.”
Por mi parte, la versión definitiva. La dejo a disposición para modificaciones y correcciones a discreción, yo ya no la editaré más. Gracias a todos por la colaboración y espero que al menos nos decidamos a seguir con iniciativas así, ante el impás que padecemos.---"Los miembros de Transición Estructural deseamos hacer llegar al Embajador de Alemania, y por su intermedio a la opinión pública de su país, una breve reflexión sobre un fenómeno único en la historia contemporánea española, la germanofobia. Se trata de un fenómeno nuevo en un país que, constituido como nación soberana en 1812, no participó de las dos guerras mundiales ni ha practicado nunca el antigermanismo.A nuestro juicio las causas de esta deriva son dos. La primera, la resistencia al cambio ante la llegada del euro, cambio que supone el fin del modelo institucional español basado en la burbuja inmobiliaria y en el mantenimiento de redes clientelares que configuran un bloque de poder político, mediático e industrial. La segunda, el intento de construcción de un proyecto continental común sin trascender la lógica del Estado-Nación. La llegada del euro introdujo distorsiones en el modelo económico y social sobre el que se ha basado España en los últimos cuarenta años. Como consecuencia, el sistema de incentivos sufrió cambios que desembocaron en graves desajustes, que han terminado con la violenta implosión de la economía de este país reflejada en cifras macroeconómicas peores que las de la Gran Depresión. Desde aquí, muchos percibimos que Alemania está dispuesta a ayudar en esta coyuntura, con la condición de que se materialicen las reformas pendientes. Al mismo tiempo, muchos españoles somos conscientes de que sin ese giro, cualquier política de crecimiento será estéril. El problema viene cuando desde los poderes fácticos españoles se ha decidido eludir el acometimiento de reformas de calado estructural a la espera una mágica resurrección de la economía que nos devuelva a la situación anterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Nosotros no tememos ni odiamos, por tanto, a Alemania. Tememos a nuestras propias élites y a sus redes clientelares, establecidas desde la Transición, y que gobiernan en provecho propio. Hemos de denunciar sin embargo incoherencias importantes en el proceso de construcción europea como causa última de todo este desconcierto. No se puede aplicar una moneda común a espacios de productividad históricamente diversa sin mecanismos compensadores como los de implementa cualquier Estado soberano en su territorio, Alemania incluída. Tampoco parece aceptable que Alemania sea reticente a ejercicios de transparencia financiera como los que ha exigido a otros países. Y para terminar: la Troika, hoy por hoy es, a pesar de su nombre, un Doppelgänger de Alemania. Por todo lo anteriormente expuesto, expresamos nuestra preocupación ante una situación que de no resolverse, podría enfrentarnos a la quiebra soberana de una de las primeras economías de la zona euro. El tiempo apremia.Atentamente, T.E.”
pisitofilos_creditofagos»28/04/2013 (14:46)pisitofilos_creditofagos74.-ESTOY DE ACUERDO CON QUE WWW.TRANSICIONESTRUCTURAL.NET ENVÍE UNA CARTA DE APOYO AL EMBAJADOR ALEMÁN EN ESPAÑA.-http://elpais.com/m/elpais/2013/04/25/opinion/1366893669_121544.htmlEn su artículo "Desde la profunda amistad", el embajador alemán dice una cosa que muy bien podría haber sido escrita por nosotros:- "La consolidación presupuestaria no es incompatible con la política de crecimiento. En la actualidad no estamos ante una crisis coyuntural, las causas son más bien de naturaleza estructural. La combinación de consolidación presupuestaria con reformas estructurales para un incremento de la competitividad es la base del crecimiento y el empleo".Igual ha visionado nuestros vídeos:http://www.youtube.com/watch?v=Kp3HgIu9ti8http://www.youtube.com/watch?v=panRKPHKetohttp://www.youtube.com/watch?v=KTF-uKNTrb4http://www.youtube.com/watch?v=KZS3BEMNNXoEn España hay mucho caradura.Esto sólo es una burbuja-pirámide generacional inmohipotecaria internacional. La Crisis Financiera sólo es su consecuencia [administrable] en la inversión crediticia. Y la Crisis de Deuda Soberana, la situación fiscal tras la intervención de los Estados como prestamistas de última instancia.
Yo sinceramente discrepo con esto de la carta, o a lo peor no he entendido su fin.¿Damos por hecho que el stablishment alemán no es responsable del actual y maltrecho sur europeo?¿No son responsables de la marca Grecia?¿El embajador no sabe nada de nuestras élites estractivas, de nuestro mamoneo institucional, de nuestros políticos parásitos, de nuestra pseudodemocracia?¿Qué es lo que le interesa a Alemania? ¿Cobrar su deuda o cobrar su deuda?No es que no sea germanofóbico, es que toda tecnología que ahora mismo poseo es alemana, paso muchas de mis vacaciones en Alemania, me gusta su gente y admiro su metodología así como su filosofía, pero de ahí a justificar sus políticas media un abismo, entre otras cosas porque tampoco es que me guste mucho su historia como país.Repito, igual no me he enterado de qué va esto.
Por mi parte, la versión definitiva. La dejo a disposición para modificaciones y correcciones a discreción, yo ya no la editaré más. Gracias a todos por la colaboración y espero que al menos nos decidamos a seguir con iniciativas así, ante el impás que padecemos.---"Los miembros de Transición Estructural deseamos hacer llegar al Embajador de Alemania, y por su intermedio a la opinión pública de su país, una breve reflexión sobre un fenómeno único en la historia contemporánea española, la germanofobia. Se trata de un fenómeno nuevo en un país que, constituido como nación soberana en 1812 (1), no participó de las dos guerras mundiales ni ha practicado nunca el antigermanismo.A nuestro juicio las causas de esta deriva son dos. La primera, la resistencia al cambio ante (2) la llegada del euro, cambio que supone el fin del modelo institucional español basado en la burbuja inmobiliaria y en el mantenimiento (3) de redes clientelares que configuran un bloque de poder político, mediático e industrial. La segunda, el intento de construcción de un proyecto continental común sin trascender la lógica del Estado-Nación. La llegada del euro (4) introdujo distorsiones en el modelo económico y social sobre el que se ha basado España en los últimos cuarenta años. Como consecuencia, el sistema de incentivos sufrió cambios que desembocaron en graves desajustes, que han terminado con la violenta implosión de la economía de este país reflejada en cifras macroeconómicas peores que las de la Gran Depresión. Desde aquí, muchos percibimos que Alemania está dispuesta a ayudar en esta coyuntura, con la condición de que se materialicen las reformas pendientes. Al mismo tiempo, muchos españoles somos conscientes de que sin ese giro, cualquier política de crecimiento será estéril. El problema viene cuando desde los poderes fácticos españoles se ha decidido eludir el acometimiento de reformas de calado estructural a la espera una mágica resurrección de la economía que nos devuelva a la situación anterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Nosotros no tememos ni odiamos, por tanto, a Alemania. Tememos a nuestras propias élites y a sus redes clientelares, establecidas desde la Transición, y que gobiernan en provecho propio. Denunciamos incoherencias importantes en el proceso de construcción europea como causa última de todo este desconcierto. No se puede aplicar una moneda común a espacios de productividad históricamente diversa sin mecanismos compensadores como los de implementa cualquier Estado soberano en su territorio, Alemania incluída. Tamposo parece aceptable que Alemania sea reticente a ejercicios de transparencia financiera que ha exigido a otros países. La Troika, hoy por hoy, es el Doeppelgaenger de Alemania. Por todo lo anteriormente expuesto, expresamos nuestra preocupación ante una situación que de no resolverse, podría enfrentarnos a la quiebra soberana de una de las primeras economías de la zona euro. El tiempo apremia.Atentamente, T.E.”
España NO desea cambiar nada, y asi lo lleva demostrando 5 insufribles años ya. Solo demanda la relajacion de la presion sin contrapartido real alguna.
Cita de: Маркс en Abril 28, 2013, 18:19:03 pmYo sinceramente discrepo con esto de la carta, o a lo peor no he entendido su fin.¿Damos por hecho que el stablishment alemán no es responsable del actual y maltrecho sur europeo?¿No son responsables de la marca Grecia?¿El embajador no sabe nada de nuestras élites estractivas, de nuestro mamoneo institucional, de nuestros políticos parásitos, de nuestra pseudodemocracia?¿Qué es lo que le interesa a Alemania? ¿Cobrar su deuda o cobrar su deuda?No es que no sea germanofóbico, es que toda tecnología que ahora mismo poseo es alemana, paso muchas de mis vacaciones en Alemania, me gusta su gente y admiro su metodología así como su filosofía, pero de ahí a justificar sus políticas media un abismo, entre otras cosas porque tampoco es que me guste mucho su historia como país.Repito, igual no me he enterado de qué va esto.Te doy la razon, pero AHORA NO TOCA. Ahora se trata de sumar apoyos a la TE, que la Castuza va ganando y se esta llevando a su huerto a la MN
Me he metido en el chat ese pero no sé como funciona.