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"Con esta realidad sobre la mesa, sería absurdo y contraproducente abrir un debate de esta naturaleza y generar la más mínima inseguridad jurídica en este momento. Los contribuyentes nos pagan por solucionar problemas y no para crearlos, así que una vez que estamos controlando la enfermedad, el Gobierno tiene clara cuál ha de ser nuestra prioridad: recuperar la actividad económica y apoyar a las empresas y trabajadores (...) Las empresas tienen que jugar un papel clave en la recuperación y cuentan con el apoyo del Gobierno", ha afirmado Calviño durante su intervención en un foro organizado por el Cercle de Economía.
Luis Enjuanes, investigador principal en el laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC)Luis Enjuanes, investigador principal en el laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) - EFELuis Enjuanes: «Poder hacer nuestra propia vacuna en España es una necesidad de seguridad nacional»El investigador, uno de los mayores expertos en coronavirus del mundo, dirige un laboratorio donde se desarrolla un candidato a vacuna frente al SARS-CoV-2 y se prueba un posible tratamiento basado en la aplidinaComenta cómo será el proceso del desarrollo de la vacuna y la importancia de que el país mejore su capacidad para responder a esta y futuras epidemiashttps://www.abc.es/ciencia/abci-luis-enjuanes-poder-hacer-nuestra-propia-vacuna-espana-necesidad-seguridad-nacional-202005240258_noticia.html[/b]
Vitamin-D and COVID-19: do deficient risk a poorer outcome?Despite difficulties in comparing data across nations, mortality from COVID-19 is clearly higher in some countries than in others. Many factors could have a role in this disparity, including differences in proportion of elderly people in a population, general health, accessibility and quality of healthcare, and socioeconomic status. One mostly overlooked factor that could influence outcome of COVID-19 is the relative vitamin D status of populations. [...] Vitamin D supplementation could be especially important for older people as they are at high risk of poor outcome from COVID-19 and of vitamin D deficiency.[...]A growing body of circumstantial evidence now also specifically links outcomes of COVID-19 and vitamin D status. SARS-CoV-2, the virus responsible for COVID-19, emerged and started its spread in the Northern hemisphere at the end of 2019 (winter), when levels of 25-hydroxyvitamin D are at their nadir. Also, nations in the northern hemisphere have borne much of the burden of cases and mortality. In a cross-sectional analysis across Europe, COVID-19 mortality was significantly associated with vitamin D status in different populations. The low mortality rates in Nordic countries are exceptions to the trend towards poorer outcomes in more northerly latitudes, but populations in these countries are relatively vitamin D sufficient owing to widespread fortification of foods. Italy and Spain are also exceptions, but prevalence of vitamin D deficiency in these populations is surprisingly common. [...]A role for vitamin D in the response to COVID-19 infection could be twofold. First, vitamin D supports production of antimicrobial peptides in the respiratory epithelium, thus making infection with the virus and development of COVID-19 symptoms less likely. Second, vitamin D might help to reduce the inflammatory response to infection with SARS-CoV-2. Deregulation of this response, [...] is associated with poorer prognosis.[...]https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(20)30183-2/fulltext
Un infectólogo de Vall d'Hebron sostiene que la propagación del virus será mínima en dos semanas y que los rebrotes de gran magnitud son "improbables"El jefe del área de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Benito Almirante, asegura que el coronavirus se encuentra en su fase final, que la propagación del virus será mínima en breve y que los rebrotes de gran magnitud son "improbables".Según el infectólogo, "la enfermedad va a la baja y es muy probable que en un período de dos o tres semanas sea absolutamente marginal" gracias a las medidas de protección y al confinamiento de la población. Almirante, en una entrevista en Betevé, ha comparado la evolución de la Covid-19 con la de otras enfermedades víricas como la gripe para reflejar que ambas "tienen una subida muy importante, un patrón que dura varias semanas y un descenso gradual hasta que prácticamente desaparece en la época estival".El especialista también ha confirmado que los niños y adolescentes tienen un riesgo muy bajo de transmitirla entre ellos mismos o a otras personas. Esto se debe, según el médico, a que tienen poco desarrollada una molécula que tienen los adultos en la mucosa respiratoria y que sirve al virus para infectar, como una especie de receptor que propaga la infección al resto del organismo.Los casos de Covid dejan de infectar a otras personas a los 11 díasEl infectólogo ha contribuido así a rebajar algunas de las alarmas existentes respecto a la pandemia, particularmente las relacionadas con el rebrote.Otro estudio conocido recientemente también ha cuestionado algunas de las medidas de seguridad que se están tomando por innecesarios, puesto que ha concluido que la cuarentena de 14 días para evitar contagios es algo exagerada aunque muchos países la están aplicando.Según una investigación realizada por el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas y el Capítulo de Médicos de Enfermedades Infecciosas de la Academia de Medicina de Singapur, los casos de coronavirus dejan de ser infecciosos a los 11 días de haberse contraído.A pesar de que algunos pacientes pueden seguir dando positivo, el resultado de la prueba no equivale a la capacidad de infectar que tenga la persona contagiada. El estudio llegó a estas conclusiones tras analizar 73 casos de pacientes con coronavirus en el país asiático, como recoge Bloomberg.El motivo se deriva de que la prueba es capaz de detectar partes del genoma del virus. Sin embargo, no se ha podido demostrar si esos fragmentos del virus —cuando el coronavirus no está intacto— pueden infectar a más personas.Con el reciente descubrimiento, las políticas de cuarentena en todo el mundo podrían verse modificadas. Y es que, como en el país asiático, muchos países solo dan de alta a los pacientes cuando estos dan negativo en los test. Singapur, de hecho, exige dos negativos en los test. Según el doctor Asok Kurup, de la Academia de Medicina de Singapur, no es necesario esperar a que salgan más datos porque hay que ayudar a descolapsar los hospitales.
Cita de: Danny_M en Mayo 13, 2020, 16:39:52 pmCita de: hispanic_exodus en Mayo 13, 2020, 13:45:21 pmConvendremos en que si se tata de un único virus, la mortalidad debería ser la misma en los mismos grupos de población (incidencias variables por cuestiones de edad, sexo, patologías previas, estado nutricional, etc.) siempre que confluyan semejantes condiciones ambientales (clima, pureza del aire, etc.) y comportamientos sociales, así como la capacidad del sistema sanitário. Si observamos científicamente diferentes incidencias en la mortalidad en contextos comparables en lo que a las anteriores cuestiones se refiere, convendremos, pues, que confluyen otros aspectos además de los citados. El confinamiento, visto así, podría haber sido un factor de AUMENTO DE LA MORTALIDAD. A las cifras me remito, parece haber una clara correlación entre estos hechos.Es que el asunto es que no es tan fácil desglosar todos los datos de todos los países para todas esas variables, algunas de las cuales probablemente no son ni conocidas (puedes saber si alguien tenía ciertas patologías previas, pero no tenemos una bioquímica o serología completa de todos los enfermos en todos los países para saber por ejemplo niveles de vitamina D y similares). Como además en cada país el avance de la enfermedad es diferente y la precisión en el conteo de infectados también, pues toda comparación entre países está cogida con alfileres. Además de que a medida que pasa el tiempo se van optimizando los tratamientos, lo que también hace bailar las cifras de mortalidad.Yo creo que hasta que no se disponga de una estadística amplia en todos los países que nos permita extrapolar el número de infectados con menor margen de error, no podremos hacer comparaciones válidas. La mayoría de las comparativas que hay ahora mismo deben tener unos márgenes de error asociados que superen a las diferencias observadas.Cierto, pero el asunto aquí es que se han tomado medidas muy restrictivas, suspendido derechos fundamentales sine die, y danhado la economía, la salud y la convivencia con consecuencias que vamos arrastrar anhos, y todo con base en, como dices, datos muy cogidos con alfileres y comites de expertos sin cara ni CV ... Cuando en enero de 2021 veamos que la mortalidad total anual observada en 2020 no difiere mucho de la que hubo en 2019, nos llevaremos las manos a la cabeza ...
Cita de: hispanic_exodus en Mayo 13, 2020, 13:45:21 pmConvendremos en que si se tata de un único virus, la mortalidad debería ser la misma en los mismos grupos de población (incidencias variables por cuestiones de edad, sexo, patologías previas, estado nutricional, etc.) siempre que confluyan semejantes condiciones ambientales (clima, pureza del aire, etc.) y comportamientos sociales, así como la capacidad del sistema sanitário. Si observamos científicamente diferentes incidencias en la mortalidad en contextos comparables en lo que a las anteriores cuestiones se refiere, convendremos, pues, que confluyen otros aspectos además de los citados. El confinamiento, visto así, podría haber sido un factor de AUMENTO DE LA MORTALIDAD. A las cifras me remito, parece haber una clara correlación entre estos hechos.Es que el asunto es que no es tan fácil desglosar todos los datos de todos los países para todas esas variables, algunas de las cuales probablemente no son ni conocidas (puedes saber si alguien tenía ciertas patologías previas, pero no tenemos una bioquímica o serología completa de todos los enfermos en todos los países para saber por ejemplo niveles de vitamina D y similares). Como además en cada país el avance de la enfermedad es diferente y la precisión en el conteo de infectados también, pues toda comparación entre países está cogida con alfileres. Además de que a medida que pasa el tiempo se van optimizando los tratamientos, lo que también hace bailar las cifras de mortalidad.Yo creo que hasta que no se disponga de una estadística amplia en todos los países que nos permita extrapolar el número de infectados con menor margen de error, no podremos hacer comparaciones válidas. La mayoría de las comparativas que hay ahora mismo deben tener unos márgenes de error asociados que superen a las diferencias observadas.
Convendremos en que si se tata de un único virus, la mortalidad debería ser la misma en los mismos grupos de población (incidencias variables por cuestiones de edad, sexo, patologías previas, estado nutricional, etc.) siempre que confluyan semejantes condiciones ambientales (clima, pureza del aire, etc.) y comportamientos sociales, así como la capacidad del sistema sanitário. Si observamos científicamente diferentes incidencias en la mortalidad en contextos comparables en lo que a las anteriores cuestiones se refiere, convendremos, pues, que confluyen otros aspectos además de los citados. El confinamiento, visto así, podría haber sido un factor de AUMENTO DE LA MORTALIDAD. A las cifras me remito, parece haber una clara correlación entre estos hechos.
Hombre, el Gobierno y Sanidad tienen un claro interés en que las cifras sean más bajas.A final de año van a coger ustedes las cifras que más les convegan a cada uno para confirmar sus hipótesis de partida, y Santas Pascuas.Como hacen ellos.Para este viaje...
El 5,2% de los españoles tiene anticuerpos según la segunda ronda de datos del estudio de seroprevalenciaEl 5,2% de la población se ha contagiado de coronavirus, según los datos de la segunda oleada del estudio de seroprevalencia del Instituto de Salud Carlos III. Se trata de un aumento mínimo respecto a las cifras de la primera ronda, que se presentaron el 13 de mayo. Con una muestra de casi 70.000 participantes en todo el país, una tasa de participación mayor que en la primera oleada, la prevalencia estimada por anticuerpos ha pasado del 5% al 5,2%.La segunda ronda del estudio se ha realizado entre el 18 de mayo y el 1 de junio. Según Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología, los expertos han observado que "la prevalencia es menor en niños y adultos jóvenes y ahora es un poco mayor". En cuanto a las personas mayores de 70 años, el 6,7% de la población de más edad se ha contagiado con el virus.
Con todos estos elementos encima de la mesa, aún queda mucho camino para conocer cuál es la verdadera tasa de letalidad del coronavirus. Sea cual sea esta, el debate sobre si se “sobrereaccionó” a la pandemia parece bastante zanjado por los hechos, aunque Ioannidis se enroque en su posición contra el resto de sus colegas. En un intercambio de artículos muy interesante en la revista Boston Review, el filósofo de la medicina Jonathan Fuller señalaba el choque entre dos visiones científicas - la más teórica y analítica de la medicina basada en las evidencias y la más pegada al terreno que tiene que tomar decisiones para salvar vidas. En un escenario de pandemia, en el que el virus se propaga a toda velocidad y te colapsa los sistemas sanitarios, respondía el epidemiólogo de Harvard Marc Lipsitch, “la acción no puede esperar a tener un nivel de buena evidencia que obtienes de un experimento aleatorizado y controlado”
Estas dos observaciones sugieren fuertemente que COVID-19 no está progresando como la gripe estacional . Invade rápida y uniformemente todo un territorio tan pronto como el virus comienza a detectarse. Este no fue el caso del SARS-CoV-2, incluso si su R0, más alto que el del virus de la Influenza , lo hace teóricamente más contagioso. La respuesta radica en otra característica de las infecciones, su factor de dispersión k (kappa) dentro de la población infectada. Cuando k = 1, R0 es el mismo independientemente del paciente, la epidemia progresa de manera uniforme, como una mancha de aceite: esta es la situación observada durante la epidemia de gripe española en 1918. Más k se aproxima a 0, cuanto más variable es la contagio de cada paciente. Por ejemplo, cuando k = 0.1 y R0 = 3.73% de los pacientes contaminan a menos de una persona, pero 6% contaminan a más de 8. La epidemia luego progresa estocásticamente (discontinuamente) lo que, en términos estadísticos, responde a un distribución binomial negativa (mientras que la gripe estacional está más cerca de una distribución de Poisson ).Este modo estocástico de difusión se observó durante la epidemia de SARS (R0 = 2; k = 0.16) y, en menor medida, la de MERS (R0 = 0.6; k = 0.25).¿Qué valor para k de COVID-19? Su medición fue, además, dificultada por las medidas de contención general. Varios estudios han analizado este tema. Por ejemplo, un estudio de modelado suizo coloca su k entre 0.3 y 0.6 con una mediana de 0.54. Un estudio chino sugiere 0,45, lo que (con un R0 de 3) significa que el 20% de las personas infectadas son responsables del 80% de los casos. Estudio británico sugiere k inferior, entre 0.1 y 0.3 (10% de los casos responsables del 80% de los casos, R0 = 3). Lo que parece seguro es que el k de Covid-19 es más alta que la de SARS y probablemente menor que la de MERS .Conocer la k (por lo tanto, apreciar el grado de estocasticidad de la difusión) es esencial para identificar métodos de control de la pandemia. De hecho, cuanto más estocástica es una infección, más dependen sus brotes de eventos de superpropagación (" eventos de superación ").
En v/FR muy bien explicado (aunque me temo que esta vez no lo entiendo)Modelización de la propagación vírica como una curva estocástica (Covid) y no como una de Poisson (gripe) Falta por determinar el factor k (kappa) de propagación y adaptar las medidas a ese factorhttps://www.vidal.fr/actualites/25061/covid_19_la_seule_chose_qui_compte_c_est_l_endroit_ou_s_qu_elle_tombe_ou_comment_eviter_une_eventuelle_deuxieme_vague/En v/ES googleadoCitarEstas dos observaciones sugieren fuertemente que COVID-19 no está progresando como la gripe estacional . Invade rápida y uniformemente todo un territorio tan pronto como el virus comienza a detectarse. Este no fue el caso del SARS-CoV-2, incluso si su R0, más alto que el del virus de la Influenza , lo hace teóricamente más contagioso. La respuesta radica en otra característica de las infecciones, su factor de dispersión k (kappa) dentro de la población infectada. Cuando k = 1, R0 es el mismo independientemente del paciente, la epidemia progresa de manera uniforme, como una mancha de aceite: esta es la situación observada durante la epidemia de gripe española en 1918. Más k se aproxima a 0, cuanto más variable es la contagio de cada paciente. Por ejemplo, cuando k = 0.1 y R0 = 3.73% de los pacientes contaminan a menos de una persona, pero 6% contaminan a más de 8. La epidemia luego progresa estocásticamente (discontinuamente) lo que, en términos estadísticos, responde a un distribución binomial negativa (mientras que la gripe estacional está más cerca de una distribución de Poisson ).Este modo estocástico de difusión se observó durante la epidemia de SARS (R0 = 2; k = 0.16) y, en menor medida, la de MERS (R0 = 0.6; k = 0.25).¿Qué valor para k de COVID-19? Su medición fue, además, dificultada por las medidas de contención general. Varios estudios han analizado este tema. Por ejemplo, un estudio de modelado suizo coloca su k entre 0.3 y 0.6 con una mediana de 0.54. Un estudio chino sugiere 0,45, lo que (con un R0 de 3) significa que el 20% de las personas infectadas son responsables del 80% de los casos. Estudio británico sugiere k inferior, entre 0.1 y 0.3 (10% de los casos responsables del 80% de los casos, R0 = 3). Lo que parece seguro es que el k de Covid-19 es más alta que la de SARS y probablemente menor que la de MERS .Conocer la k (por lo tanto, apreciar el grado de estocasticidad de la difusión) es esencial para identificar métodos de control de la pandemia. De hecho, cuanto más estocástica es una infección, más dependen sus brotes de eventos de superpropagación (" eventos de superación "). Fuentes en inglés al final del artículo