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Un cambio legal permite teletrabajar desde España con un sueldo alemánDieciocho países acuerdan poder aplicar las condiciones laborales del país en el que tenga la sede la empresa y no las del lugar de residencia del empleadoLa eclosión del teletrabajo, precipitada por la pandemia, busca afianzarse, y para ello se adapta progresivamente a las necesidades de un mercado laboral en el que las fronteras están cada vez más difuminadas. La Unión Europea acaba de dar un paso más en ese sentido, al diseñar un acuerdo marco con el que facilita el teletrabajo transfronterizo habitual. Publicado en el Boletín Oficial del Estado del pasado viernes, aunque en vigor desde el 1 de julio, la norma permite que quienes teletrabajan desde un país para una empresa ubicada en otro puedan tener idéntica consideración y prestaciones que cualquier otro empleado nacional.La traducción práctica es que, por ejemplo, alguien que trabaje en España para una empresa con sede en uno de los países firmantes del acuerdo —desde Finlandia a Suiza, Luxemburgo, Suecia o Alemania, pasando por los vecinos Portugal o Francia— se podrá regir por las normas laborales del país de origen de su compañía, tanto en salarios como en prestaciones sociales. Es decir, que sería como cualquier otro trabajador presencial aunque desarrolle su actividad a distancia desde otro Estado.Vida española, sueldo suizoSegún detalla el BOE, hasta el momento han firmado el citado acuerdo marco dieciocho países: Alemania, Suiza, Liechtenstein, República Checa, Austria, los Países Bajos, Eslovaquia, Bélgica, Luxemburgo, Finlandia, Noruega, Portugal, Suecia, Polonia, Croacia, Malta y Francia, además de España.Esta nueva cobertura legal supone dar un paso importante en materia de igualdad laboral europea, además de potenciar a España como un país receptor del creciente colectivo de nómadas digitales, puesto que podrían fijar su residencia aquí con sus salarios de origen y sin ser un sobrecoste para las arcas de la Seguridad Social. Igualmente, permitirá a España captar talento internacional con menos trabas burocráticas.Con condicionesEl acuerdo, suscrito el pasado 29 de junio, establece algunas condiciones para que sea de aplicación a los teletrabajadores transfronterizos. Entre ellas está, por ejemplo, que ejerzan su actividad para una sola empresa de uno de los Estados firmantes, que no trabajen por cuenta propia —es decir, excluye a los autónomos— y que el teletrabajo transfronterizo realizado en el Estado de residencia «sea inferior al 50% del tiempo de trabajo total».Vigencia de cinco añosLos países firmantes justifican en el texto la necesidad del nuevo marco normativo, que tendrá un plazo de validez de cinco años, prorrogable automáticamente por idénticos períodos. Explican que «con la flexibilización y digitalización del mercado de trabajo, así como con el incremento del teletrabajo transfronterizo a raíz de la pandemia del covid-19, el teletrabajo ha pasado a ser, para muchos trabajadores, una forma estructural de trabajo», lo que obliga a adaptar el reglamento europeo para «mitigar el efecto del teletrabajo transfronterizo en la legislación aplicable en materia de seguridad social a corto plazo», además de dar respuesta a lo «complejo que resultar satisfacer a corto plazo a un grupo tan diverso de personas [dada la gran variedad de teletrabajadores]».Cabe recordar, además, que el Gobierno —ahora en funciones— espera poder dar luz verde a un gran acuerdo para regular el teletrabajo durante la presidencia española del Consejo, recién comenzada este verano.
Reconocer que no se han tomado las decisiones adecuadas desde los puestos directivos no siempre es sencillo. Ese ejercicio requiere asumir responsabilidades y reconocer un cierto grado de humildad. Esos no son rasgos muy populares entre los millonarios que ahora han encontrado un nuevo chivo expiatorio sobre el que verter todas las culpas: el teletrabajo.Con Gurner empezó todo. El primero en abrir la veda ha sido Tim Gurner, un promotor inmobiliario de lujo australiano que, ante el descenso de las ventas en su empresa, arrojó sapos y culebras contra el teletrabajo y el empoderamiento de los empleados tras la pandemia.“Necesitamos ver como el desempleo aumenta hasta el 40 o 50% y ver cómo la economía sufre para recordarle a la gente que ellos trabajan para las empresas, no al revés” dijo el CEO australiano. Sus declaraciones no dejaron títere con cabeza, y el empresario arremetió contra el teletrabajo, los salarios e incluso el apeló por la teoría del caos en el que todo debe cambiar para mantenerse como estaba antes de la pandemia y el auge del teletrabajo.Si no facturo como antes es por el teletrabajo. Envalentonado por las declaraciones de Gurner, Barry Biffle, director ejecutivo de Frontier Airlines, ha afirmado poco menos que el teletrabajo es el responsable de los problemas comerciales por los que está pasando su compañía. "Nos volvimos perezosos con el COVID. En serio, la gente todavía permite que la gente trabaje desde casa, todas estas tonterías, ¿verdad? Todo eso se acabó. Así que necesitamos que la gente vuelva a la oficina".Frontier Airlines se enfrenta a los mismos problemas que otras compañías tras la pandemia: una seria caída en la demanda de vuelos nacionales, encarecimiento del combustible y unas plantillas sobredimensionadas fruto del exceso en la contratación durante la pandemia. Sin embargo, en lugar de aceptar que no han tomado las decisiones correctas para atraer a los clientes, ahora utilizan el victimismo para echarle la culpa de todo al teletrabajo.Michael Bloomberg tampoco está contento con el teletrabajo. Según Forbes, Michael Bloomberg es la séptima persona más rica del mundo con una fortuna valorada en más de 94.500 millones de dólares, pese a que ni siquiera aparece en el listado de millonariosque publica el medio que lleva su apellido. En una entrevista con la CBS, el magnate de la comunicación también se ha mostrado contrario al teletrabajo. "Si crees que [el trabajo] se puede hacer en casa, no lo sé. Pero sí sé que todos los campos de golf de los que he oído hablar en los últimos tres años han tenido cifras de récord, ¿vale? Es gracioso, pero trágico”, afirmó el ex alcalde de Nueva York.Las declaraciones del millonario son una buena muestra de lo que Microsoft denominó la Paranoia de la productividad y que refleja la desconfianza de los supervisores hacia los empleados que no están presentes en la oficina ante el temor de que no estén cumpliendo con su trabajo, incluso aunque los datos de productividad indiquen que sí lo están haciendo.A vueltas con la productividad. La caída en la productividad es uno de los principales argumentos que se están usando para acelerar el paso en la vuelta a la oficina, pese a que ningún estudio ha sido capaz de acotar con la precisión que aportan los datos si la productividad realmente ha caído o no. Tal es la falta de datos fiables que incluso Goldman Sachs ha intentado obtener ese dato sin llegar a ningún resultado concluyente.Ante la falta de datos sólidos del impacto del teletrabajo en la productividad, aparecen dudas y sospechas sobre los motivos reales que empujan a millonarios y grandes corporaciones a aniquilar el teletrabajo con tanta vehemencia. Es entonces cuando la mano negra de los intereses inmobiliarios y las inversiones millonarias de gran banca salen a relucir.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2023/08/08/cambio-legal-permite-teletrabajar-espana-sueldo-aleman/0003_202308G8P18991.htmCitarUn cambio legal permite teletrabajar desde España con un sueldo alemánDieciocho países acuerdan poder aplicar las condiciones laborales del país en el que tenga la sede la empresa y no las del lugar de residencia del empleadoLa eclosión del teletrabajo, precipitada por la pandemia, busca afianzarse, y para ello se adapta progresivamente a las necesidades de un mercado laboral en el que las fronteras están cada vez más difuminadas. La Unión Europea acaba de dar un paso más en ese sentido, al diseñar un acuerdo marco con el que facilita el teletrabajo transfronterizo habitual. Publicado en el Boletín Oficial del Estado del pasado viernes, aunque en vigor desde el 1 de julio, la norma permite que quienes teletrabajan desde un país para una empresa ubicada en otro puedan tener idéntica consideración y prestaciones que cualquier otro empleado nacional. (click to show/hide)La traducción práctica es que, por ejemplo, alguien que trabaje en España para una empresa con sede en uno de los países firmantes del acuerdo —desde Finlandia a Suiza, Luxemburgo, Suecia o Alemania, pasando por los vecinos Portugal o Francia— se podrá regir por las normas laborales del país de origen de su compañía, tanto en salarios como en prestaciones sociales. Es decir, que sería como cualquier otro trabajador presencial aunque desarrolle su actividad a distancia desde otro Estado.Vida española, sueldo suizoSegún detalla el BOE, hasta el momento han firmado el citado acuerdo marco dieciocho países: Alemania, Suiza, Liechtenstein, República Checa, Austria, los Países Bajos, Eslovaquia, Bélgica, Luxemburgo, Finlandia, Noruega, Portugal, Suecia, Polonia, Croacia, Malta y Francia, además de España.Esta nueva cobertura legal supone dar un paso importante en materia de igualdad laboral europea, además de potenciar a España como un país receptor del creciente colectivo de nómadas digitales, puesto que podrían fijar su residencia aquí con sus salarios de origen y sin ser un sobrecoste para las arcas de la Seguridad Social. Igualmente, permitirá a España captar talento internacional con menos trabas burocráticas.Con condicionesEl acuerdo, suscrito el pasado 29 de junio, establece algunas condiciones para que sea de aplicación a los teletrabajadores transfronterizos. Entre ellas está, por ejemplo, que ejerzan su actividad para una sola empresa de uno de los Estados firmantes, que no trabajen por cuenta propia —es decir, excluye a los autónomos— y que el teletrabajo transfronterizo realizado en el Estado de residencia «sea inferior al 50% del tiempo de trabajo total».Vigencia de cinco añosLos países firmantes justifican en el texto la necesidad del nuevo marco normativo, que tendrá un plazo de validez de cinco años, prorrogable automáticamente por idénticos períodos. Explican que «con la flexibilización y digitalización del mercado de trabajo, así como con el incremento del teletrabajo transfronterizo a raíz de la pandemia del covid-19, el teletrabajo ha pasado a ser, para muchos trabajadores, una forma estructural de trabajo», lo que obliga a adaptar el reglamento europeo para «mitigar el efecto del teletrabajo transfronterizo en la legislación aplicable en materia de seguridad social a corto plazo», además de dar respuesta a lo «complejo que resultar satisfacer a corto plazo a un grupo tan diverso de personas [dada la gran variedad de teletrabajadores]».Cabe recordar, además, que el Gobierno —ahora en funciones— espera poder dar luz verde a un gran acuerdo para regular el teletrabajo durante la presidencia española del Consejo, recién comenzada este verano.
Un cambio legal permite teletrabajar desde España con un sueldo alemánDieciocho países acuerdan poder aplicar las condiciones laborales del país en el que tenga la sede la empresa y no las del lugar de residencia del empleadoLa eclosión del teletrabajo, precipitada por la pandemia, busca afianzarse, y para ello se adapta progresivamente a las necesidades de un mercado laboral en el que las fronteras están cada vez más difuminadas. La Unión Europea acaba de dar un paso más en ese sentido, al diseñar un acuerdo marco con el que facilita el teletrabajo transfronterizo habitual. Publicado en el Boletín Oficial del Estado del pasado viernes, aunque en vigor desde el 1 de julio, la norma permite que quienes teletrabajan desde un país para una empresa ubicada en otro puedan tener idéntica consideración y prestaciones que cualquier otro empleado nacional. (click to show/hide)La traducción práctica es que, por ejemplo, alguien que trabaje en España para una empresa con sede en uno de los países firmantes del acuerdo —desde Finlandia a Suiza, Luxemburgo, Suecia o Alemania, pasando por los vecinos Portugal o Francia— se podrá regir por las normas laborales del país de origen de su compañía, tanto en salarios como en prestaciones sociales. Es decir, que sería como cualquier otro trabajador presencial aunque desarrolle su actividad a distancia desde otro Estado.Vida española, sueldo suizoSegún detalla el BOE, hasta el momento han firmado el citado acuerdo marco dieciocho países: Alemania, Suiza, Liechtenstein, República Checa, Austria, los Países Bajos, Eslovaquia, Bélgica, Luxemburgo, Finlandia, Noruega, Portugal, Suecia, Polonia, Croacia, Malta y Francia, además de España.Esta nueva cobertura legal supone dar un paso importante en materia de igualdad laboral europea, además de potenciar a España como un país receptor del creciente colectivo de nómadas digitales, puesto que podrían fijar su residencia aquí con sus salarios de origen y sin ser un sobrecoste para las arcas de la Seguridad Social. Igualmente, permitirá a España captar talento internacional con menos trabas burocráticas.Con condicionesEl acuerdo, suscrito el pasado 29 de junio, establece algunas condiciones para que sea de aplicación a los teletrabajadores transfronterizos. Entre ellas está, por ejemplo, que ejerzan su actividad para una sola empresa de uno de los Estados firmantes, que no trabajen por cuenta propia —es decir, excluye a los autónomos— y que el teletrabajo transfronterizo realizado en el Estado de residencia «sea inferior al 50% del tiempo de trabajo total».Vigencia de cinco añosLos países firmantes justifican en el texto la necesidad del nuevo marco normativo, que tendrá un plazo de validez de cinco años, prorrogable automáticamente por idénticos períodos. Explican que «con la flexibilización y digitalización del mercado de trabajo, así como con el incremento del teletrabajo transfronterizo a raíz de la pandemia del covid-19, el teletrabajo ha pasado a ser, para muchos trabajadores, una forma estructural de trabajo», lo que obliga a adaptar el reglamento europeo para «mitigar el efecto del teletrabajo transfronterizo en la legislación aplicable en materia de seguridad social a corto plazo», además de dar respuesta a lo «complejo que resultar satisfacer a corto plazo a un grupo tan diverso de personas [dada la gran variedad de teletrabajadores]».Cabe recordar, además, que el Gobierno —ahora en funciones— espera poder dar luz verde a un gran acuerdo para regular el teletrabajo durante la presidencia española del Consejo, recién comenzada este verano.
Does working from home damage productivity? Just look at the data. To put a spin on a favorite British saying: I’ve been asked about productivity and working from home more times than I’ve had hot dinners. So it’s time to review all the evidence and serve up one big answer to the question: Does working from home work? In a nutshell, that answer is “yes.” But it’s important to understand why. And this is where the data come in. The numbers paint a picture of small, positive productivity gains for hybrid work. The savings in commuting time more than offset the losses in connectivity from fewer office days. In contrast, the impact of fully remote working on productivity is typically mildly negative. Fully remote workers can struggle with mentoring, innovation and culture building. However, it appears this can be reversed with good management. Running remote teams is hard but done well can deliver strong performance. But this is about more than just worker output. Firms care about profits — not productivity. Working from home massively reduces overhead. It drives down recruitment and retention costs, as employees value working from home. Fully remote companies also slash office costs, and cut wages bills by enabling national or global hiring. Indeed, the widespread adoption of working from home has been a triumph of capitalism. Higher profits have led millions of firms to adopt this, generating the five-fold increase in home working many of us now enjoy. Looking at micro economic studies on working from home productivity, the classic is “The Stanford Study” I helped oversee in 2010-2012. We randomized 250 employees in a large multinational firm into those who would work from home and those who would report to the office. The expectation, of course, was that home-based employees would goof-off, sleeping or watching TV rather than working. So, we were shocked to find a massive 13 percent increase in productivity. The productivity boost came from two sources. First, remote employees worked 9 percent more in minutes per day. They were rarely late to work, spent less time gossiping and chatting with colleagues, and took shorter lunch breaks and fewer sick days. Remote employees also had 4 percent more output per minute. They told us it’s quieter at home. The office was so noisy many of them struggled to concentrate. Other pre-pandemic studies found similar results. For example, Raj Choudhary found US Patent officers gained 4 percent productivity from greater remote flexibility. More recently, a spate of studies has studied the impact of firms moving to fully remote during the pandemic. Papers by Natalia Emanuel and Emma Harrington and by Michael Gibbs and co-authors find large and negative impacts on productivity. Most recently David Atkin and co-authors randomized data entry workers between office and home locations, finding a striking 18 percent drop to productivity from home working. These recent studies highlight major productivity costs from remote working. But they also reflect the importance of good management. Firms that adopted home working at speed in the pandemic often lacked planning, organization and control processes. Remote teams were led by office-based and office-trained managers who provided little support or structure. Remote work is different from office work, and needs managers, software and hardware that can support it. Now for the macro data. Let’s start by celebrating the triumph of the post-2020 U.S. productivity acceleration. In the five years before the pandemic, U.S. labor productivity growth was 1.2 percent; since 2020, this picked up to 1.5 percent. Given the state of the world, that acceleration was miraculous. What could have caused this? Perhaps rising government expenditure and easy monetary policy? Possibly, but greater government activity traditionally is associated with lower, not higher, productivity growth. Perhaps an acceleration in technology and computerization? Possibly, but the pandemic did not witness any pickup in technological progress. Perhaps the five-fold surge in working from home post-pandemic. Maybe cutting billions of commuting hours, replacing millions of business trips with Zoom meetings, increasing the labor supply of Americans with disabilities or child-care commitments, and saving millions of square feet of office space increased productivity? It is honestly hard to say. But we can say just as working from home jumped five-fold, U.S. productivity growth accelerated, reversing decades of pre-pandemic decline. Perhaps the most persuasive data are from the markets. Economists believe firms strive to increase efficiency, profits and growth. Individual firms and managers do make mistakes. But, when millions of firms around the world are adopting hybrid and remote work, there has to be something there. I have spoken to many hundreds of managers and firms over the last three years and I repeatedly hear they use home working as a key part of their recruitment and retention strategy. Indeed, another recent experiment on 1600 employees found hybrid reduced employee quit rates by 35 percent. The work-from-home conversation needs to shift from big-name CEO anecdotes and stories to data and research. When it comes to making decisions impacting millions of employees and firms, we deserve better. The data and research show well-managed work from home can raise and maintain productivity, while cutting costs and raising profits. It keeps employees happy, reduces pollution by cutting billions of commuting miles, and supports millions of employees with care and disability challenges in work. Indeed, what is not to like? Nick Bloom is the William Eberle Professor of Economics at Stanford University; a senior fellow at the Stanford Institute for Economic Policy Research; and co-director of the Productivity, Innovation and Entrepreneurship program at the National Bureau of Economic Research.
- El sector IT registra menos ofertas de empleo y salarios más estancados que de costumbre- Hay recelos a contratar en el sector y el teletrabajo ha agudizado las tensionesEn los últimos años, uno de los sectores económicos con mejores perspectivas de trabajo y de buenos salarios ha sido el tecnológico. Las empresas se han dado codazos y han ofrecido todo lo que estaba de su parte por llevarse a programadores, analistas o técnicos de ciberseguridad. Pero tanto los indicadores disponibles como los expertos consultados coinciden en señalar que la fiesta llega a su fin. Que hay claros síntomas de enfriamiento en el mercado laboral de tecnología en España.Y algunos avanzan que en 2024 la cosa puede ir incluso a peor.Una encuesta en la que participaron 350 profesionales españoles llevada a cabo por Circular y Joppy, dos firmas de contratación de informáticos, sugiere que estamos ante un punto de inflexión. Algo más de la mitad de los consultados no descarta un ajuste salarial en 2024. Los informáticos de este país, que tan bien capearon la anterior crisis de la Covid-19, hoy no tienen claro su futuro.Hoy casi un 50% de los empleados de tecnología reconoce que ha recibido menos ofertas de empleo que el año pasado. Los especialistas en contratación y las firmas de recruitment también creen que hay un parón en el mercado. Y no son pocos los que aventuran que esa caída se mantendrá al año que viene. Aunque a largo plazo son optimistas y creen que la situación se reconducirá.Los expertos consultados por Xataka para este reportaje hacen un balance inquietante: los informáticos siguen siendo necesarios, pero la oferta disparatada de posiciones con salarios siempre al alza llega a su fin, al menos por el momento. Veamos las causas.Un fantasma llamado recesiónPedro Montarelo se convirtió en recruiter hace más de una década y en ese tiempo su empresa ha sido capaz de colocar a más de un millar de profesionales tecnológicos. Montarelo constata que, aunque el año empezó con mucho movimiento, mucha demanda de profesionales y "salarios disparados", en primavera se empezó a notar una ralentización."La guerra [de Ucrania] afecta menos, pero el hecho de que varios países europeos hayan entrado en recesión, sobre todo Alemania, ha llevado a muchas compañías al hiring freeze (término inglés para hablar de congelación de las contrataciones) e incluso a despidos. Lo constato con casi todos los directivos con los que hablo. Solo se contrata en caso de proyectos muy urgentes". Montarelo tiene clientes europeos y reconoce que su actividad está afectada desde el comienzo del verano. "Hay empresas que han pasado de contratarnos 20 o 30 posiciones a dos o tres", asegura.Los números de Adecco también se refieren a un enfriamiento del mercado laboral tecnológico en España. Según Óscar Rodríguez, director sectorial TIC de The Adecco Group, desde el segundo trimestre del año hay “una caída significativa del número de vacantes”.En su opinión, no es un dato demasiado "preocupante" porque entre un 20% y un 30% de las vacantes todavía quedan sin cubrir. Pero sí muestra una ralentización en un sector que sigue siendo "una fuente inagotable de empleo" y que ha experimentado subidas del 10% en el número de posiciones ofertadas durante los últimos años. "A la situación económica en Europa, hay que sumarle también la situación política de nuestro país. Esta situación de incertidumbre también afecta mucho a la toma de decisiones de las empresas a la hora de realizar inversiones", explica Rodríguez.Los despidos llegan a los programadoresXavi Sala, responsable de SEO y contenidos de Prosperity Digital, una firma de colocación especializada en perfiles tecnológicos y con sede en Barcelona, habla también de "cierto parón". Él recuerda que en abril y mayo fue muy comentado el estallido de la "burbuja de startups" en Silicon Valley. El impás estadounidense puso freno a los planes de financiación de nuevos proyectos en España, lo que extendió los temores y condujo al conservadurismo en las contrataciones de muchas empresas no tecnolócias."Era la primera vez, que yo recuerde, que se despedía a programadores en las startups y en unicornios como Glovo. Esto no había pasado nunca antes", destaca. Aunque asegura que los perfiles que más han sufrido han sido sobre todo los "no técnicos", como responsables de ecommerce o de marketing digital, o los diseñadores UX. Y, por edad, el parón se ha cebado más con los juniors que con los seniors. Para Rodríguez ha caído mucho el interés en perfiles relacionados con el CRM (herramientas de gestión de clientes), con lenguajes como PHP o con departamentos de soporte informático (help desk).Montarelo también alude a los efectos de segunda ronda de los despidos que, a finales del año pasado y principios de este, anunciaron las grandes tecnológicas, como Microsoft, Meta, Amazon, Google o Salesforce, entre otras muchas, y que afectaron en total a más de 100.000 profesionales, en muchos casos con carreras largas y altas retribuciones."En España, las filiales de esas compañías también han hecho despidos, y las plantillas han estado y están nerviosas", explica. Además, está el caso de empresas españolas que han apostado fuertemente por procesos de digitalización para el que han necesitado técnicos y programadores, pero que ahora han congelado sus planes. Y eso también ha frenado el mercado laboral informático. "Hay un parón general de las contrataciones, pero en IT sobre todo. El hiring freeze en el sector además está afectando a todos los perfiles. Quizá ciberseguridad está sufriendo un poco menos", enfatiza.Este experto cree que es difícil pronosticar cuánto durará el parón de las contrataciones y asegura que todo dependerá de la evolución de la economía, sobre todo de la alemana. Pero avanza que hasta finales de año o principios del año que viene no habrá buenas noticias.Montarelo también señala otra tendencia que presiona el mercado laboral de tecnología en España: "Como en este país cada vez cuesta más encontrar talento, como plan b las compañías están abriendo otros hubs de desarrollo en otros países del este de Europa. Bulgaria es uno que suena mucho". De esta manera, las multinacionales reparten las contrataciones entre España y otros países, y evitan quedar a expensas de lo que ocurra en un solo mercado laboral.La evolución de los salariosEn cuanto a la repercusión de este hiring freezing en los salarios, las opiniones son diversas. Montarelo dice que aún no está repercutiendo en las retribuciones. La lógica es la siguiente: en un entorno más complicado como el actual, el profesional que se cambia de trabajo "pide más dinero", o si no, permanece donde está.En este punto recuerda que cambiar de trabajo en España es un riesgo porque si un empleado no pasa el periodo de prueba en su nueva compañía (de seis meses, según la ley), no tiene ni siquiera derecho a cobrar el paro: "Hoy cambiar supone más riesgo que antes, y por eso los que asumen el cambio piden incluso más dinero".Sin embargo, Sala considera que en los últimos tiempos las nóminas crecían "el 15% o 20% anual", y que en algunas posiciones llegaban a avanzar un 25%. Son cifras de verdadera burbuja salarial, según él. En 2022 la retribución ya sufrió un parón y la media salarial del sector subió solo un 6%. Y en 2023 la tónica es parecida.En cualquier caso, Sala sí es optimista y pronostica que este punto de inflexión que vive el empleo en el sector tecnológico se notará poco si se abre el ángulo de visión y se mira a los próximos diez años: "El crecimiento de ofertas de empleo en el sector TIC sigue estando por encima del de otros sectores porque sigue habiendo una gran necesidad de digitalización, con muchas industrias yendo al cloud y la economía de los datos".Ese optimismo lo comparte Rodriguez, de Adecco, que señala que la explosión de la IA generativa y su aplicación a áreas como atención al cliente, recursos humanos o marketing van a aumentar las inversiones en tecnología y la demanda de profesionales.El teletrabajo: fuente de tensiónEl teletrabajo fue una constante durante la pandemia y desde ese momento ha ido cayendo lentamente en España. No obstante, al día de hoy, y según datos de una macroencuesta de InfoJobs, todavía un 22% de las personas ocupadas trabaja desde su domicilio, total o parcialmente. El sector informático es uno de los que más ofrece esta posibilidad.Ofertas de empleo de analista, desarrollador de backend o ingeniero frontend casi siempre llevan aparejada la posibilidad del trabajo en remoto. Las empresas de contratación tienen claro que el teletrabajo es el beneficio más valorado por los profesionales. Y creen que en 2024 seguirá siendo clave para atraer talento.Para Pedro Torrecillas, CEO y cofundador de Circular, el modelo de trabajo perfecto sería "aquel que ofreciera una cultura remote first, pero que diera a los empleados la opción de ir a la oficina si lo desean (...) Es importante que las empresas organicen jornadas presenciales o actos sociales que les animen a asistir en persona, pero la clave está en que sientan que puedan elegir y no estén obligados a desplazarse si no quieren".Sin embargo, la preferencia de los trabajadores empieza a chocar con los deseos de los empresarios en el último año, que en muchos casos están pidiendo, de forma más o menos explícita, y por requerimiento de las casas matrices, como la de Apple o Google, un regreso total o mayoritario a las oficinas."Las compañías con las que hablo quieren menos teletrabajo, y eso es un problema porque los candidatos siguen agarrándose al teletrabajo. Algunos procesos que tenemos abiertos nos están costando porque la compañía ofrece uno o dos días a lo sumo de trabajo en remoto, y los candidatos, sobre todo desarrolladores, piden más, tres o cuatro días", dice Montarelo."Con los despidos y el freno de las contrataciones, las empresas han recuperado un poco el control. Antes estábamos en un mercado donde los candidatos tenían todo el poder de negociación, y ahora la situación vuelve a equilibrarse", asegura por su parte Sala. "Se sigue viendo flexibilidad en las ofertas, pero ya no hay tantas con trabajo remoto todo el tiempo", añade.Montarelo asegura que los profesionales más jóvenes se han acostumbrado al teletrabajo y no conciben un esquema donde no haya flexibilidad, y mucho menos una dinámica de cinco días de oficina, y de 9 a 6. Y matiza que son los perfiles "más maduros" los que, por temor a perder su empleo, son menos exigentes en este aspecto. En cualquier caso, la última macroencuesta de Infojobs asegura que en España todavía hoy una de cada dos empresas da la opción de teletrabajar a sus empleados: un 38% de ellas con una fórmula híbrida, y un 13% de manera totalmente remota.
Y todo esto en un momento en el que los despidos tecnológicos a nivel mundial han perdido mucho fuelle:Aunque aún no ha trascendido a la prensa, los insiders podemos dar fe de que Glovo se está pegando una castaña muy gorda. Ha perdido empleados de puestos importantes, y no los está reponiendo con la misma facilidad.
Dropbox CEO Defends 90% Remote-Work Model, Says 'Future of Work' is HerePosted by EditorDavid on Sunday October 15, 2023 @04:23PM from the virtual-first dept.An anonymous Slashdot reader shared this report from Fortune:CitarWhat would Drew Houston, CEO of Silicon Valley software giant Dropbox, say to fellow CEOs — like Google's Sundar Pichai or Meta's Mark Zuckerberg — who seem to believe that three days a week in-person is crucial for company culture?"I'd say, 'your employees have options,'" Houston told Fortune this past week. "They're not resources to control."While Dropbox used to work near-entirely at its Bay Area headquarters, Houston has completely warmed to a distributed model since the pandemic — and is mystified as to why other leaders haven't joined him. (Houston founded Dropbox in 2007, the year after he graduated from MIT, and has been its CEO ever since.) "From a product design perspective, customers are our employees. We've stitched together this working model based on primary research," he told Fortune at Dropbox's WIP Conference — its first in-person event since 2019 — in New York on Tuesday. "We've just been handed the keys that unlock this whole future of work, which is actually here."In April 2021, right when most of the country became eligible for vaccines and people began reconvening again across the globe, Dropbox encouraged the opposite. It officially announced its intent to go Virtual First, which meant employees were free to work remotely 90% of the time, only commuting in for the occasional meeting or happy hour... Granted, not everyone got to appreciate the perks. In April, Dropbox laid off 500 employees — 16% of its staff — due to "slowing growth" and "the A.I. era" requiring a reallocation of resources....Houston and his team have found, in practice, a handful of two- or three-day offsites per quarter — 10% of the year — works best for their people. Crucially, it provides that oft-referenced cultural connect and brainstorming time that pro-office zealots insist upon, without exhausting workers out with a commute grind or needless hours in drab conference rooms.
What would Drew Houston, CEO of Silicon Valley software giant Dropbox, say to fellow CEOs — like Google's Sundar Pichai or Meta's Mark Zuckerberg — who seem to believe that three days a week in-person is crucial for company culture?"I'd say, 'your employees have options,'" Houston told Fortune this past week. "They're not resources to control."While Dropbox used to work near-entirely at its Bay Area headquarters, Houston has completely warmed to a distributed model since the pandemic — and is mystified as to why other leaders haven't joined him. (Houston founded Dropbox in 2007, the year after he graduated from MIT, and has been its CEO ever since.) "From a product design perspective, customers are our employees. We've stitched together this working model based on primary research," he told Fortune at Dropbox's WIP Conference — its first in-person event since 2019 — in New York on Tuesday. "We've just been handed the keys that unlock this whole future of work, which is actually here."In April 2021, right when most of the country became eligible for vaccines and people began reconvening again across the globe, Dropbox encouraged the opposite. It officially announced its intent to go Virtual First, which meant employees were free to work remotely 90% of the time, only commuting in for the occasional meeting or happy hour... Granted, not everyone got to appreciate the perks. In April, Dropbox laid off 500 employees — 16% of its staff — due to "slowing growth" and "the A.I. era" requiring a reallocation of resources....Houston and his team have found, in practice, a handful of two- or three-day offsites per quarter — 10% of the year — works best for their people. Crucially, it provides that oft-referenced cultural connect and brainstorming time that pro-office zealots insist upon, without exhausting workers out with a commute grind or needless hours in drab conference rooms.
Cita de: Benzino Napaloni en Octubre 15, 2023, 17:12:18 pmY todo esto en un momento en el que los despidos tecnológicos a nivel mundial han perdido mucho fuelle:Aunque aún no ha trascendido a la prensa, los insiders podemos dar fe de que Glovo se está pegando una castaña muy gorda. Ha perdido empleados de puestos importantes, y no los está reponiendo con la misma facilidad.Los exsiders podemos dar fe de que lo único que le pasa a Glovo (como a miles de supuestos negocios tecnológicos) es que pierde dinero a expuertas.Aquí están los financials de su matriz (Delivery Hero).https://app.dealroom.co/companies/delivery_hero3.000 millones de pérdidas en 4 años, proyectados otros 1500 en los próximos dos pero, oye, que dicen que en 2025 se recuperan.Son las expectativas de dinero caro lo que llevó a los despidos. Las pérdidas no se pueden sostener eternamente cuando se necesita pasta para cubrirlas y no está barata. Los cuatro gatos que han "cortado" su cupón de los enormes revenues, ya se lo han llevado crudo. Los cuatro gatos que viven del dinero de otras personas metido en esas mierdas también.Y lo que te rondaré morena. Todo el delivery se va a ir al guano, igual que infinidad de negocios de formación online y mierdas parecidas basadas en la gig economy. El fintech, los criptotinglados, los marketplaces, los Saas que no encuentran clientes (tipo salesforce, personio y tal)...No hemos visto nada.
La digitalización no sólo no ha alcanzado su techo, sino que incluso una vez alcanzado hay un ingente trabajo de mantenimiento. bajo.
Cita de: Saturio en Octubre 15, 2023, 22:40:55 pmCita de: Benzino Napaloni en Octubre 15, 2023, 17:12:18 pmY todo esto en un momento en el que los despidos tecnológicos a nivel mundial han perdido mucho fuelle:Aunque aún no ha trascendido a la prensa, los insiders podemos dar fe de que Glovo se está pegando una castaña muy gorda. Ha perdido empleados de puestos importantes, y no los está reponiendo con la misma facilidad.Los exsiders podemos dar fe de que lo único que le pasa a Glovo (como a miles de supuestos negocios tecnológicos) es que pierde dinero a expuertas.Aquí están los financials de su matriz (Delivery Hero).https://app.dealroom.co/companies/delivery_hero3.000 millones de pérdidas en 4 años, proyectados otros 1500 en los próximos dos pero, oye, que dicen que en 2025 se recuperan.Son las expectativas de dinero caro lo que llevó a los despidos. Las pérdidas no se pueden sostener eternamente cuando se necesita pasta para cubrirlas y no está barata. Los cuatro gatos que han "cortado" su cupón de los enormes revenues, ya se lo han llevado crudo. Los cuatro gatos que viven del dinero de otras personas metido en esas mierdas también.Y lo que te rondaré morena. Todo el delivery se va a ir al guano, igual que infinidad de negocios de formación online y mierdas parecidas basadas en la gig economy. El fintech, los criptotinglados, los marketplaces, los Saas que no encuentran clientes (tipo salesforce, personio y tal)...No hemos visto nada.Y es que la digitalización tiene su techo, su límite cierto y no traspasable. Puedes digitalizar algún proceso real (la agricultura, el comercio, las comunicación entre personas o la búsqueda de pareja o piso...) pero digitalizar lo ya digitalizado entra dentro del género de las burbujas y las estafas piramidales.Es como lo financiero, que no puede ir más allá de le economía real. Si no hay realidad, los digitalizadores no tienen de qué sangre chupar. Es como cuando Bad Bunny canta lo de "Mami, sube algo/ Dame contenido...".
American Work-From-Home Rates Drop To Lowest Since the Pandemic Posted by BeauHD on Tuesday October 17, 2023 @11:30PM from the it-was-fun-while-it-lasted dept.An anonymous reader quotes a report from Bloomberg:CitarFewer than 26% of US households still have someone working remotely at least one day a week, a sharp decline from the early-2021 peak of 37%, according to the two latest Census Bureau Household Pulse Surveys. Only seven states plus Washington, DC, have a remote-work rate above 33%, the data shows, down from 31 states and DC mid-pandemic. [...] At the state level, the data shows all 50 have seen work-from-home rates drop from their pandemic highs. But the unevenness in their rates of decline suggests the trend doesn't have one cohesive explanation, and is instead the result of a hodgepodge of migration, socio-economic, gender and race factors, and possibly even politics -- Democratic states tend to have higher remote-work rates than Republican ones. Illustrating the complexity: States whose remote-work rates have fallen by as much as half to around post-pandemic lows include Mississippi and Louisiana, which weren't able to widely embrace remote work due to a reliance on in-person industries like manufacturing and oil and gas, but also more white-collar states that did welcome it, like California and Connecticut.The latest Census data also underlines that employees' demand for remote jobs is outpacing the number of companies offering them. In 157 of the largest metro areas in the US, more than half of job applications were for fully remote or hybrid roles in August, according to LinkedIn data generated for Bloomberg, but postings for those jobs have been falling since early 2022, data from Indeed Inc. shows. In Colorado -- widely seen as a work-from-home haven and one of the few states that has maintained a rate above one third -- 76% of job applications in Colorado Springs were for fully remote or hybrid roles in August, the LinkedIn data showed.Some areas are capitalizing on that scarcity. Alabama, with a work-from-home rate of just 15% according to the Pulse data, offers $10,000 to remote workers who move to the state's northwest Shoals area. The program has attracted about the same number of applications so far this year as in all of 2021 and 2022 combined, about 3,400. All 50 states pale in comparison to their largest cities' metro areas. In Washington, DC, where government bureaucrats are loath to go back to their offices, the remote-work rate is above 50%, the data shows. Similarly, Seattle, Boston and San Francisco all had rates near or above 40%. Average office attendance across ten big US cities remains about 50% of pre-pandemic levels, according to security firm Kastle Systems International LLC, no higher than where it was early in 2023.
Fewer than 26% of US households still have someone working remotely at least one day a week, a sharp decline from the early-2021 peak of 37%, according to the two latest Census Bureau Household Pulse Surveys. Only seven states plus Washington, DC, have a remote-work rate above 33%, the data shows, down from 31 states and DC mid-pandemic. [...] At the state level, the data shows all 50 have seen work-from-home rates drop from their pandemic highs. But the unevenness in their rates of decline suggests the trend doesn't have one cohesive explanation, and is instead the result of a hodgepodge of migration, socio-economic, gender and race factors, and possibly even politics -- Democratic states tend to have higher remote-work rates than Republican ones. Illustrating the complexity: States whose remote-work rates have fallen by as much as half to around post-pandemic lows include Mississippi and Louisiana, which weren't able to widely embrace remote work due to a reliance on in-person industries like manufacturing and oil and gas, but also more white-collar states that did welcome it, like California and Connecticut.The latest Census data also underlines that employees' demand for remote jobs is outpacing the number of companies offering them. In 157 of the largest metro areas in the US, more than half of job applications were for fully remote or hybrid roles in August, according to LinkedIn data generated for Bloomberg, but postings for those jobs have been falling since early 2022, data from Indeed Inc. shows. In Colorado -- widely seen as a work-from-home haven and one of the few states that has maintained a rate above one third -- 76% of job applications in Colorado Springs were for fully remote or hybrid roles in August, the LinkedIn data showed.Some areas are capitalizing on that scarcity. Alabama, with a work-from-home rate of just 15% according to the Pulse data, offers $10,000 to remote workers who move to the state's northwest Shoals area. The program has attracted about the same number of applications so far this year as in all of 2021 and 2022 combined, about 3,400. All 50 states pale in comparison to their largest cities' metro areas. In Washington, DC, where government bureaucrats are loath to go back to their offices, the remote-work rate is above 50%, the data shows. Similarly, Seattle, Boston and San Francisco all had rates near or above 40%. Average office attendance across ten big US cities remains about 50% of pre-pandemic levels, according to security firm Kastle Systems International LLC, no higher than where it was early in 2023.
CitarAmerican Work-From-Home Rates Drop To Lowest Since the Pandemic Posted by BeauHD on Tuesday October 17, 2023 @11:30PM from the it-was-fun-while-it-lasted dept.An anonymous reader quotes a report from Bloomberg:CitarFewer than 26% of US households still have someone working remotely at least one day a week, a sharp decline from the early-2021 peak of 37%, according to the two latest Census Bureau Household Pulse Surveys. Only seven states plus Washington, DC, have a remote-work rate above 33%, the data shows, down from 31 states and DC mid-pandemic. [...] At the state level, the data shows all 50 have seen work-from-home rates drop from their pandemic highs. But the unevenness in their rates of decline suggests the trend doesn't have one cohesive explanation, and is instead the result of a hodgepodge of migration, socio-economic, gender and race factors, and possibly even politics -- Democratic states tend to have higher remote-work rates than Republican ones. Illustrating the complexity: States whose remote-work rates have fallen by as much as half to around post-pandemic lows include Mississippi and Louisiana, which weren't able to widely embrace remote work due to a reliance on in-person industries like manufacturing and oil and gas, but also more white-collar states that did welcome it, like California and Connecticut.The latest Census data also underlines that employees' demand for remote jobs is outpacing the number of companies offering them. In 157 of the largest metro areas in the US, more than half of job applications were for fully remote or hybrid roles in August, according to LinkedIn data generated for Bloomberg, but postings for those jobs have been falling since early 2022, data from Indeed Inc. shows. In Colorado -- widely seen as a work-from-home haven and one of the few states that has maintained a rate above one third -- 76% of job applications in Colorado Springs were for fully remote or hybrid roles in August, the LinkedIn data showed.Some areas are capitalizing on that scarcity. Alabama, with a work-from-home rate of just 15% according to the Pulse data, offers $10,000 to remote workers who move to the state's northwest Shoals area. The program has attracted about the same number of applications so far this year as in all of 2021 and 2022 combined, about 3,400. All 50 states pale in comparison to their largest cities' metro areas. In Washington, DC, where government bureaucrats are loath to go back to their offices, the remote-work rate is above 50%, the data shows. Similarly, Seattle, Boston and San Francisco all had rates near or above 40%. Average office attendance across ten big US cities remains about 50% of pre-pandemic levels, according to security firm Kastle Systems International LLC, no higher than where it was early in 2023.Saludos.