PPCC: Pisitófilos Creditófagos. Primavera 2022

[Saturio]

Yo es que creo que no están claros los conceptos de ascensor social y meritocracia o los mezclamos o yo qué se.

Hay cosas impepinables:

Con esfuerzo, trabajo y estudio no te vas a convertir en un rentista que se ha hecho literalmente multimillonario y que ahora aparca su Carrera S en segunda fila cerquita de "esa terraza" del centro.

Aquí, en el pueblo, hay un puñado de familias cuya pasta tiene sus orígenes en el franquismo, el Opus y las decisiones políticas sobre el suelo de la ciudad... durante generaciones.

Pero cojones...¿hablamos de eso o de otra cosa?. Porque no os sigo. Que ser director financiero de una empresa medio-grande y levantarse 80.000 o 100.000 napos no es ser millonario y eso sí está al alcance de gente de origen humilde (porque lo ves todos los días y si no lo ves es porque no quieres). Dos de mis amigos de la adolescencia estaban entre la gente más inteligente (y currante) que he conocido nunca. Uno de ellos era de una familia tan pobre que cuando vi su casa no podía (quería) creerlo. El otro era el hijo de un jardinero de una institución pública. Uno tiene ahora un buen puesto directivo/intermedio (no, no tiene ni chalet, ni porsche 911) pero vive muy cómodamente, el otro después de sacarse un doctorado en física electrónica y pasar por el oriente lejano ahora está en centroeuropa trabajando para una de las grandes multis europeas de la electrónica...(claro, tuvo que emigrar...me dirán). También he visto al hijo de un tornero ser el director técnico de una empresa medio-grande y luego ser director comercial de otra. Y a la hija de un albañil llegar a hacer una buena carrera en la banca (tampoco hay chalet ni porsche).
Conozco algo de lejos a unos tipos que vinieron del pueblo más pobres que las ratas y ahora tienen una SICAV (montaron una empresa de distribución de componentes industriales). He visto al hijo de un agricultor llegar a catedrático de historia. A la hija de un tapicero ser una bailarina clásica reconocida (también emigró, me dirán).


Por supuesto, esto no quiere decir que esforzarse, currar y ser listo (o guapo o fuerte o hábil) sea garantía de nada. Hay que tener suerte...sí, claro. La primera suerte que compartimos todos aquí es haber nacido en España y no en Mali (mírense bien lo de los privilegios). Que tu entorno social sea propicio ayuda y que tus padres no te jodan la vida también. Y hay enfermedades y problemas y hasta si lo consigues luego resulta que la empresa en la que tenías ese gran puesto se va a la porra y te encuentras con 50 tacos en el paro.

Y oye, hay que revisarse eso del éxito y tal. Uno de mis ídolos de andar por casa es un conocido de la adolescencia. Curró muchísimo ya de crío en algo que podría calificarse de "jugar a la petanca". Hoy en día es un reconocido internacionalmente dibujante de comics. Es un trabajo, según mi opinión, muy mal pagado. Pero lleva una buena vida rodeado de sus cosas. No creo que envidie a los del Porsche.

 
Y hay otra realidad. Repitiendo en la FP se llega a pocos sitios.

[Zugzwang]

Pues yo no sé como es el forero. No le conozco. Solo veo una posición que acompaña de datos.

Me parece que meritocracia y ascensor social no son exactamente la misma cosa.

Las circunstancias que le rodean a uno y en las que ejercita sus méritos son tan determinantes o más como su propio esfuerzo en los resultados obtenidos.

Todos los foreros saben que partiendo de la propia experiencia no se puede generalizar.

Como va un agricultor a mejorar cambiando de país? Cambiar de país puede ser la solución, pero solo para algunos. Un simple licenciado en derecho lo tiene mal en la anglosfera, su carrera es virtualmente inservible...

La meritocracia ha sido la excusa que da sentido a estructuras cada vez más competitivas y con menos recursos disponibles. Es exclusivamente un mito liberal, algo que no solo utiliza el discurso liberal para perseverar en el esfuérzate y tendrás tu sitio en la estructura social, y cuando ya no se ha podido sostener ese discurso, ha sido ese mito imperfecto el que ha utilizado la izquierda progresista para ofrecer panaceas reformistas que devuelva la meritocracia como medio de cohesión social, de forma reciente en versión populista, aún más reciente con el "pay them more". 

Lo que permite funcionar un sistema liberal de forma estable es generalizar mecanismos de ascensor social, algo muy diferente. Nadie obtiene una mejor posición de forma exclusiva en base a sus méritos: hay muchos más factores, suerte, posición social de nacimiento, contactos, vivir en un sitio determinado (no es lo mismo nacer en Madrid que nacer en Los Pocicos), partir con la ventaja competitiva de disponer de vivienda en el sitio donde se empieza a trabajar, tener la capacidad económica de renunciar a obtener ingresos durante x años para poder desarrollar una experiencia en una empresa X donde no se obtienen ingresos, o el simple hecho de no tener que compaginar cualquier trabajo con el estudio en los años de formación para poder obtener los resultados deseados. Los mecanismos de ascensor social, que durante un tiempo sí funcionaron, son los que empezaron a desaparecer hace ya décadas poquito a poquito, y a menos recursos disponibles, menos capacidad de absorber perfiles de clase media por parte de los Estados del primer mundo. En los años ochenta, tener una carrera era sinónimo de tener un buen trabajo, y hoy no lo es; pero en los años ochenta, el porcentaje de los que podían obtener estudios universitarios era mucho menor que el de ahora, y la razón no es que se invierta más o menos en educación, sino que la titulación universitaria se ha visto devaluada para introducir otros criterios menos "igualitaristas, término que introduce la socialdemocracia en sus programas de forma recurrente: este mecanismo es un claro ejemplo de cómo se ha roto el ascensor social, se precisan de esos otros componentes, en mayor medida con un coste económico elevado, para poder tener más un mayor capital humano que ofrecer a la hora de entrar al mercado laboral (desde un contacto, un máster específico cursado en el extranjero o unas prácticas a las que solo se accede si has estudiado en Universidad Privada).

Yo ya lo asumí hace bastante tiempo esto, y asumo cuál es mi sitio, no tiene ningún misterio. Decidí ponerme a trabajar cuando cursaba estudios de informática y no voy a tener, evidentemente, una dichosa vida de clase media. No pido eso. Pero si he trabajado durante bastantes años, he terminado estudios medios, he realizado diferentes cursos de formación acorde a diferentes oficios, ¿por qué, acorde a "mis méritos", no tengo un puesto de trabajo correspondiente? Porque como constato, la meritocracia no existe, es solamente un mito liberal abstracto, dentro del plano de la percepción personal, y lo que realmente pasa es que ya no funciona el ascensor social, simplemente porque no hay sitio para todos. Tengo un amigo con cuatro títulos de Formación Profesional de Grado Superior enmarcados en la misma rama (Gestion Comercial y Marketing, Administracion y Finanzas, Comercio Internacional y Logistica y Transporte), once años en el sector de la automoción como administrativo hasta que le echaron con el cierre en 2015, el C1 en inglés, no se cuantos cursos especificos de administración, y por tener más de cuarenta años solo puede trabajar unos meses al año, en una asesoría, realizando el exceso de trabajo que tienen con las declaraciones de la renta. Por otro lado, el mas cateto de mi clase en el instituto, se subió al carro del ejército al terminar la ESO. Con 27 años, terminó el bachillerato a distancia, entró en la escuela de suboficiales, y al cumplir los 30 años aprobó de sargento, y va a tener, relativamente, una vida acomodada como mecánica. ¿Es un problema de meritocracia? ¿Quién de los dos hizo más meritos? ¿Qué lo determina, la posición social?  No. Simplemente el sector de uno quebró, y el ascensor social no le permite sostenerse porque la edad es un handicap a la hora de que te contraten. El otro eligió el camino fácil, se le abrió una ventana de oportunidad si terminaba el bachillerato, y lo aprovechó. Y todo son percepciones particulares, diferentes, con un componente de suerte muy alto. En una sociedad sana, tanto uno como otro tendrían una situación social acorde a lo que pueden hacer, pero la (mala) suerte hizo que un sector que ofrecía muchos puestos de trabajo estables y bien remunerado cerrara.

El ascensor social permite que quien hace lo correcto, tiene su sitio, independiente del factor suerte. Y evidentemente, quien obtiene mejores resultados en su etapa formativa, puede obtener un mejor trabajo y una mejor posición social, como médico, como profesor, como electricista o como barrendero. Una sociedad donde se generalizan los estudios universitarios como si fueran diplomas de mercadillo y donde se desarrolla un mercado laboral como el actual, donde trabajar no permite llevar una vida independiente, donde la estabilidad en el empleo no existe, donde si tu sector muere tu vida laboral se muere con él y donde se generaliza la dualidad laboral (mucha brecha de género para no tener que hablar de las brechas que ha provocado el modelito de turno) es una sociedad rota, y hablar de meritocracia es lo que permite perpetuar la desigualdad, con un "que hay de lo mío constante", yo hice mis deberes y exijo mi sitio, lo que tengo me lo merezco porque me he esforzado mucho, el problema es de los demás que no se han esforzado lo suficiente, y finalmente, se puede conastatar que la descomposición social estará asegurada. Por ese tipo de cosas hoy nadie quiere coger los remos de la galera, nadie quiere subirse a un andamio, nadie quiere aprender el oficio de la hostelería. Profesiones que son necesarias se han vuelto insuficientes para desarrollar una vida de mínimos, y aún estamos con la meritocracia, cuando además muchos de los que hablan en ese tono (y que conste que no hablo de nadie del foro, porque estas discusiones las he tenido de forma recurrente los últimos años en demasiadas ocasiones) desempeñan lo que Graeber llamaba "trabajos de mierda", es decir, trabajos socialmente improductivos que no sirven absolutamente para nada, y aquí podemos meter como ejemplo a los observatorios de las políticas del ano, sin eñe. Lo que se debería reclamar a la política no es reestablecer la meritocracia, porque nunca existió, sino desarrollar mecanismos de ascensor social que tengan en cuenta, aquí sí, lo que cada uno puede aportar.

Como bien dice Saturio, y añado porque se me ha olvidado mencionarlo, no somos conscientes del privilegio de vivir donde ahora mismo vivimos (que nos da ese derecho a la ciudadanía efectiva española), y no nos daremos cuenta hasta que cosas que hoy damos por hechas desaparezcan, porque hoy yo me puedo permitir no trabajar algunos meses del año, ya que al tener el refugio de la casa de mis padres me permite poder elegir mejor qué trabajo acepto.
 

[cujo]

 
Y hay otra realidad. Repitiendo en la FP se llega a pocos sitios.

Repitiendo la fp tuve yo un jefe ... claro q repetía la fp pero tenia mucho parque...
Y en el parque se hacen contactos , contactos de los q no ves en la facultad.
Luego negocio salón de juego más extras y sigues sumando .
Y yo de currito trabajando para él en una de sus inversiones ... y este si , este a falta de porsche 911 , tenia varios de distintas épocas .
Meritocracia y ascensor social.
Claro q en vez de Fourier, maxwell y kirchoff se dedicó a aprender otras cosas.
De aquella época de mi vida conozco a muchos q se retiraron a los 40 porque ya cosecharon bastante ... ninguno sabe siquiera lo q es una integral.

En cambio al revés, conozco muchísimos que se quemaron los cuernos en la biblioteca de la universidad , malviviendo y derrotados.

[Negrule]

Es una opinión personal más, pero ya que ha salido el tema la copio:

“Aquel que dijo que más vale tener suerte que talento conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte; asusta pensar cuántas cosas escapan a nuestro control"

Match Point, Woody Allen.

https://twitter.com/iuris_tantum_/status/1518373538956255237?s=21&t=VlgImDXK2h-a3OxU5BwSnw

[sudden and sharp]

Aunque la "suerte" sea importante... aunque el esfuerzo "per se" no sea garantía...

El discurso de: "No te esfuerzes... etc." es malintencionado.






Punto.

[panoli]

Aunque la "suerte" sea importante... aunque el esfuerzo "per se" no sea garantía...

El discurso de: "No te esfuerzes... etc." es malintencionado.

Creo que el discurso no es no te esfuerces, no nos vayamos a ese extremo. El tema es que a igual esfuerzo, no hay igual resultado.  Y la posición socioeconomica de la que parte cada uno es mucho más determinante que el esfuerzo.

Creo que  Zugzwang lo ha explicado bastante bien.

[Hynkel]

No dejemos que nos contamine el discurso "Quién se ha llevado mi queso" y la morralla literaria a la que pertenece.

Pensad en la historia económica que hemos comentado mucho en el foro. Los Treinta Gloriosos, y cómo acabaron con la crisis del petróleo y las nefastas políticas de Reagan y Tatcher.

Hasta los 70 trabajaba y prosperaba el que quería, porque las condiciones eran muy favorables. Desde los 80 en adelante las condiciones se han ido volviendo desfavorables, y la suerte ha ido ganando peso.

Hoy día con el invierno demográfico se le empieza a dar la vuelta a la tortilla, y por eso debatíamos estos últimos días acerca del pánico que tienen ciertos empresarios, ahora que empieza a escasear la mano de obra barata y dócil.

Yo mismo veo mi evolución laboral. Cuando empecé, a las puertas de la crisis inmobiliaria, era un paria, uno más de tantos. Los "head hunters" apenas me hablaban. Alguno que sí lo hizo me llegó a decir que no era buena idea que buscase un cambio si no había permanecido al menos 18 meses en mi empresa actual, que era malo para mi CV y blablabla.

Pocos años después cambiaron las tornas, los "head hunters" empezaron a ser más agresivos, y más de uno me escribió con un cambio muy reciente. Eso me pasó varias veces. Cuando la necesidad le apretó a ellos, dejaron de leer en detalle mi perfil y empezaron con el bombardeo de correos.


Yo ni me considero ahora un fuera de serie ni antes un mierda. Evidentemente he progresado estos años, he hecho más que cumplir el expediente. Pero la misma masificación que me quitó posibilidades al principio, ahora me las da al ir decayendo. Esto es totalmente ajeno a mí, es un factor externo. Pero ha sido decisivo.


A mí no me sorprende que se hable del "ascensor social", porque ya hace tiempo que ocurría. Lo que sí es para poner cara de es que ahora que se nota que falta gente haya quien se agarre al discurso del esfuerzo. Ahora que muchos están más quemados que la pipa de un indio y hartos de oír cuentos chinos.

El resultado final siempre es una combinación de tu hacer personal y las circunstancias que te rodean.

[Zugzwang]

Aunque la "suerte" sea importante... aunque el esfuerzo "per se" no sea garantía...

El discurso de: "No te esfuerzes... etc." es malintencionado.

Creo que el discurso no es no te esfuerces, no nos vayamos a ese extremo. El tema es que a igual esfuerzo, no hay igual resultado.  Y la posición socioeconomica de la que parte cada uno es mucho más determinante que el esfuerzo.

Creo que  Zugzwang lo ha explicado bastante bien.

A veces tengo que emplear demasiadas palabras para sintetizar ideas que pueden ser sencillas. A eso quiero llegar, a que son necesarios mecanismos que permitan hacer posible que a igual esfuerzo, igual resultado; reducir, al máximo posible, la incidencia del factor suerte. No se trata de no reconocer las competencias del que ha llegado, sino permitir que a quien tenga capacidades similares, también pueda llegar. Es muy triste condenar a una sociedad a los juegos del hambre de unas oposiciones, hacer creer que por acertar, en una prueba cronometrada, dos, tres o cuatro aspas más, tendrás o no tendrás un mejor trabajo, o que si hiciste la entrevista el día equivocado, jamás trabajarás ahí, porque el elegido hizo la entrevista tres semanas antes que tú.

El esfuerzo implica sociedades mejores, pero si esforzarte no te asegura ni la supervivencia, con el paso de los años, lo que es seguro es que nadie se esforzará (esa idea es la que está calando, lo explica mucho mejor que yo Soto Ivars en La casa del ahorcado, publicado hace mas o menos un año). Y tan importante es esforzarse en competencias centradas en la medicina o la ingeniería, como recompensar a los que desarrollan su buen hacer con oficios de mayor o menor relevancia, porque así se construye una sociedad. Hace un par de décadas, antes del boom del ladrillo de los dos mil, el Oficial de primera de albañil tenía un reconocimiento que hoy no tiene, en mayor medida con la devaluación interna impuesta con el rescate.

https://ethic.es/2021/05/juan-soto-ivars-entrevista/

¿Es posible defender el pensamiento individual frente al exceso de líneas rojas? Con motivo de la publicación de su trepidante ensayo, ‘La casa del ahorcado: Cómo el tabú asfixia la democracia occidental’ (Debate), el periodista y escritor Juan Soto Ivars responde en directo a las preguntas (...)

Mi tesis –que, más que una tesis, es una hipótesis– respecto a por qué las sociedades occidentales están quebrándose en taifas es que, desde 2008 –y ya desde la revolución neocon [la revolución del neoconservadurismo] de los ochenta–, nos ha pasado en Occidente algo que ha roto lo que los romanos llamaban la religio –esa palabra de la que viene nuestra palabra religión que no alude a convencimientos esotéricos, sino a una creencia que la sociedad comparte y aglutina–, algo tan sencillo, tan básico y tan poco patriótico como la creencia de que los hijos viven mejor que los padres. Esto se volatiliza en 2008 y, sobre todo, en 2010, cuando la crisis parece que se cronifica y que cambia la distribución social de las democracias occidentales.

Edito:

Hoy día con el invierno demográfico se le empieza a dar la vuelta a la tortilla, y por eso debatíamos estos últimos días acerca del pánico que tienen ciertos empresarios, ahora que empieza a escasear la mano de obra barata y dócil.

Aquí está la clave, pero creo que los cambios necesarios para revertir este problema no pueden limitarse al pagar más y que todo siga igual, porque eso ya no funciona. La sociedad es desigual y no hay solamente una enorme frustración acumulada, en parte generacional, sino que está proyectando un clima acentuado de indiferencia.

El cambio debe ser cultural e impulsado desde la política, guste más o menos, porque no solamente hay que dar paso a un relevo necesario en las galeras, sino que tienes que ofrecer incentivos a que ese relevo se pueda seguir produciendo las próximas décadas, y para eso se necesita a un Fuentes Quintana que le hable directamente a la mayoria natural. Estamos en un momento donde se debe elegir entre reestructurar la economía y eso implica tocar las estructuras económicas clientelares y el todos capitalistitas, o si vamos a seguir tal y como estamos, con todo lo que ello implica.

[sudden and sharp]

Aunque la "suerte" sea importante... aunque el esfuerzo "per se" no sea garantía...

El discurso de: "No te esfuerzes... etc." es malintencionado.

Creo que el discurso no es no te esfuerces, no nos vayamos a ese extremo. El tema es que a igual esfuerzo, no hay igual resultado.  Y la posición socioeconomica de la que parte cada uno es mucho más determinante que el esfuerzo.

Creo que  Zugzwang lo ha explicado bastante bien.

Yo creo que sí es ese.

A quién no le queda otra que el esfuerzo, pues no le queda otra. Y hay quién sale, ojo.




Edit: Edito para añadir que el hecho --cierto--, de que no hay una relación lineal entre esfuerzo y resultado no modifica el hecho --cierto, también--; de que lo único que está en tu mano es tu capacidad de esfuerzo, de pelear, de competir. (Especialmente para los de abajo.)

[Marv]

El ascensor social tiene que ver con el pacto social. Se refiere a todos. Que si uno hace las cosas bien para con la sociedad, ésta se lo devuelve dejándole coger el ascensor hacia arriba (porque también puede pasar que te lo haga coger hacia abajo). Y debería ser un proceso automático, no excepcional y no gestionado. Idealmente incorporado en la lógica del sistema.

La meritocracia sería uno de las condiciones que a nivel individual o colectivo no se pueden incumplir sistemáticamente, si queremos que el ascensor funcione.

Cuando el ascensor funciona, se nota en que no hay -o hay muy pocos- excelentes que están en la mierda, y no en que todo el que se esfuerce llega a millonario. Lo define la mayoría, no la excepción. Y luego está que un ascensor en Manhattan tiene 90 plantas, y en Albacete tiene cinco.

Lo que ocurre es que la meritocracia el mérito es un concepto difícil de definir (y cambiante). En el mundo de hoy, o así lo veo yo, las dos competencias fundamentales no son académicas en ningún sentido. Visión para filtrar la señal del ruido (y ayuda mucho que te orienten), y tenacidad para llevar adelante tus conclusiones, por muy poco intuitivas que parezcan. Lo más probable es que tus conclusiones te lleven a que la formación es impepinable. Pero en qué, para qué y cómo, es lo que distingue el éxito del fracaso.

Un colega siempre me dice que el amiguismo y la endogamia son consustanciales a la humanidad, y que lo raro es lo contrario, porque al final no se trata tanto de capacidad como de confianza. Creo que tiene algo de razón.

[sudden and sharp]

El asunto es que, en política, hay quien quiere cambiar las cosas --la pirámide social, por ejemplo--, ¿progresistas? y quién prefiere que no cambie nada, o poco. ¿Conservadores?

Pero el caso es que entre los que quieren cambio, están los que quieren cambiar el mundo real, tal cual es, y los que quieren cambiar un mundo teorico, que no existe en ninguna parte. (Estos últimos suelen acabar hablando de un "hombre nuevo" necesario.) Platón y Aristóteles.



Ni que decir tiene que hay que ir por Aristóteles. Ejemplo, los profesores de la República. El otro camino acaba muy mal siempre. (Nazis, gulags, etc.)

[Frommer]

Yo tampoco creo ver de manera generalizada a mi alrededor el discurso "no te esfuerces". Lo hay, pero no lo veo mayoritario. Al revés. Y cuando lo encuentro puedo percibir lo malintencionado que es.

Las circunstancias son determinantes y deben sumarse al esfuerzo personal. Que no sólo es necesario e imprescindible, sino me atrevería a decir que inevitable para una salud mental y espiritual. Casi biológica.

Un ingeniero superior recién titulado en España en 1970 era automáticamente funcionario del Estado. Otro de 2005, no.

Uno compró su vivienda por tres salarios brutos anuales. El otro por ocho.

[wanderer]

De hecho, en nuestras sociedades, que el pensamiento socialdemócrata es dominante desde hace décadas y cubre la mayor parte del espectro político (lo que decía, creo que Hayek, de socialistas de todos los partidos, es la puñetera realidad -.conste que yo en principio no me opongo.-), los mayores conservadores se encuentran en la izquierda epónima, y el discurso contra el esfuerzo es para que los individuos estén inermes y dependan (más aún) de las dádivas del Estado (eso de no tendrás nada, y serás feliz, que además es una puñetera mierda indigna hasta de vendedores de crecepelo). Como dice sudden, no es ya que el discursito de marras sea falso (que es verdadero a medias, lo cual es peor que falso), es que es malintencionado y sólo propio de quienes promueven eso de la "ingeniería social".

[Cadavre Exquis]

https://twitter.com/FinancialTimes/status/1528838213669949440

Is the global economy heading for recession?
The outlook is deteriorating because of the Covid outbreak in China, rising US interest rates and a cost of living crisis in Europe

Chris Giles in London May 20 2022

If Leo Tolstoy were writing about today’s business conditions, he might have noted that happy economies are all alike but every unhappy economy is unhappy in its own way.

China’s growth prospects have been hammered by strict Covid-19 lockdowns in a bid to quell its Omicron outbreak; the US Federal Reserve risks turning an American boom into bust; Europe’s households are enduring a cost of living crisis; and the situation is worse in many poorer emerging markets, where food crises and even famines beckon.

These four different but imposing problems each stalk the global economy as it recovers from the pandemic and it is not surprising the mood is darkening.

According to Robin Brooks, chief economist of the Institute of International Finance, the confluence of these shocks suggests the world economy is already in trouble. “We’re in another global recession scare now, except this time we think it’s for real,” he says.

A city worker disinfects a Covid test site in Beijing. Accounting for 19% of the world’s total output, China is now so large that when it catches Covid the rest of the world cannot ignore its pain © Kevin Frayer/Getty Images

Financial markets have taken fright. The MSCI world index of equities fell more than 1.5 per cent in the past week, more than 5 per cent in May and more than 18 per cent since a peak in early January. Dhaval Joshi, chief strategist at BCA Research, notes that on top of a torrid time for stocks, there has been a sell-off in bonds, inflation-protected bonds, industrial metals, gold and crypto assets.

“The last time that the ‘everything sell-off’ star alignment happened was in early 1981 when Paul Volcker’s Fed broke the back of inflation and turned stagflation into an outright recession,” Joshi says.

Defining a global recession is no easy task. For individual countries, some economists define a “technical recession” as two consecutive quarters of contraction in gross domestic product. The Financial Times prefers a more flexible definition as does the US, where the National Bureau of Economic Research defines a recession as “a significant decline in economic activity that is spread across the economy and that lasts more than a few months”.

Line chart of Annual % change showing Chinese data points to falling output and consumer spending

At a global scale definitions become still more difficult. The IMF and World Bank prefer to characterise a global recession as a year in which the average global citizen experiences a drop in real income. They highlight 1975, 1982, 1991, 2009 and 2020 as the dates of the previous five global recessions.

While the official global growth forecasts for 2022 still seem far off this definition — in April the IMF expected annual growth of 3.6 per cent this year — this figure relates as much to the recovery in the second half of 2021 as to expectations for 2022. When the fund looks at the growth it expects during 2022, it has already cut its forecast from 4.5 per cent in October last year to 2.5 per cent in April.

Brooks reckons that the news since this forecast was published has been sufficiently bad to lower the growth projection to just 0.5 per cent during 2022, less than the expected increase in population. “Mounting global recession risk is top-of-mind for markets, which has important repercussions for investor psychology,” Brooks says.

China is the big economy that most economists are worried about and the past week has seen new data reinforcing concerns about its prospects. Accounting for 19 per cent of the world’s total output, China is now so large that when it catches Covid the rest of the world cannot ignore its pain, especially because of its impact on global supply chains and its demand for goods and services from other countries.

Column chart of Inflation rates and forecast (%) showing Households in many advanced economies face a cost of living crisis

Severe strains are showing. With lockdowns rippling through the country, ships queue outside Chinese ports and the country’s manufacturing and retail sectors have started to contract. Retail sales fell 11 per cent year on year in April, while industrial production was down 3 per cent. China’s home sales also dropped more last month than in early 2020, when its economy went into reverse, despite the People’s Bank of China loosening monetary policy to encourage borrowing and spending. Unemployment is rising.

Kevin Xie, senior Asia economist at the Commonwealth Bank of Australia, says that China’s economic data in April was consistently disappointing. Although the outlook depends crucially on the spread of Covid, he adds, “falling employment and weakened confidence among business and households will curb spending and bode poorly for the growth outlook”.

In the US, the other global economic powerhouse, the economy is suffering from the pandemic’s legacy and, in particular, excessive fiscal stimulus that arguably ran the economy too hot and generated high inflation even with modest energy price rises. Alongside a very tight labour market, the Fed has been forced to concede an error and has now moved decisively into a phase of tightening monetary policy to slow growth and bring inflation down.

People carry shopping bags in San Francisco. The US is suffering from the Covid legacy and excessive fiscal stimulus that arguably ran the economy too hot and generated high inflation © David Paul Morris/Bloomberg

The Fed chair Jay Powell was crystal clear this week that the central bank would continue raising interest rates until it saw “clear and convincing” evidence that inflation was returning to the 2 per cent target. He was not concerned about unemployment rising “a few ticks” from the current low level of 3.6 per cent.

Powell added that he was aiming at a soft landing for the economy, but many in financial markets think that might be hard to achieve. Krishna Guha, vice-chair of Evercore ISI, warns there is a much higher than normal risk that the tough talk from officials, economists and market participants would become a self-fulfilling prophecy and generate a downturn.

“To say a softish landing is possible is not to say it is inevitable or even particularly likely,” Guha says. Although he is not predicting a US recession, Guha says, “bringing inflation under control without a recession and large increase in unemployment . . . will be challenging”.

On the other side of the Atlantic, Europe’s equally difficult problem is different. Apart from the UK, inflation stems almost universally from higher energy prices rather than an overheating economy and can be traced directly to Russia’s invasion of Ukraine.

Line chart of FAO Food Price Index (2014-2016=100) showing The rapid rise in food prices is hitting poorer countries

Unfortunately for the EU, understanding the cause of Europe’s woes does not diminish its consequences. With inflation of 7.4 per cent in April, eurozone prices are rising much faster than its citizen’s incomes, imparting a hit to living standards that will limit spending and the recovery from the pandemic. New forecasts from the European Commission this week were scaled back sharply and implied stagnation in the second quarter of 2022.

The commission expects the economy to get over this difficult period and return to reasonable growth of about half a per cent per quarter by the summer, but many private sector economists think the hit to incomes will have longer-lasting effects. Christian Schulz, an economist at Citi, says that the official forecasts appear too optimistic and it is more likely there will be “virtually no growth for the rest of the year”.

If Europe’s difficulty is in adjusting to much higher energy prices, poorer countries have the even harder task of dealing with the rapid rise in the price of food, which account for more than 30 per cent of expenditure in emerging economies.

António Guterres in Irpin, Ukraine. The UN secretary-general says Russia’s invasion is helping to ‘tip tens of millions of people over the edge into food insecurity’ © John Moore/Getty Images

With the Black Sea ports that Ukraine uses for exporting grains shut, fears of a food crisis later this year are mounting. António Guterres, secretary-general of the UN, said on Wednesday that the conflict in Ukraine, coming on top of existing pressures on food prices, “threatens to tip tens of millions of people over the edge into food insecurity followed by malnutrition, mass hunger and famine”.

Although it has its own domestic political and economic crises, Sri Lanka epitomises the dire choices faced in many of the world’s poorest countries when it decided this week to default on its foreign debt for the first time. This, it said, was necessary to use its hard currency for importing fuel, food and medicine.

India, meanwhile, intensified the problems in other emerging economies by reneging on a pledge not to ban the export of grain this week. Wheat prices rose again and are up more than 60 per cent this year.

Line chart of Indices rebased ($ terms) showing Markets have been falling on recession and inflation fears

Naturally, as recession risks rise, the best news for the global economy would be a Russian withdrawal from Ukraine and an end to the zero-Covid strategy in China. This is not in the gift of economic ministers and officials, so instead, they will again have to fine tune their response to the difficult situations they face.

In Europe and emerging economies, this will involve alleviating the consequences of higher food and energy prices — raising benefits and subsidising food and energy in countries with sufficiently strong public finances. The US and UK could accelerate the tightening cycle of monetary policy, while China will seek to limit the negative effects of the Omicron coronavirus wave in China.

The majority view among economists is that the defence against global recession will still win in 2022. But economists are increasingly hedging their bets in the face of relentless bad news.

Innes McFee, chief global economist at Oxford Economics, says there is little question that the global economic expansion is close to a peak, that it is slowing and that policymakers will need to work out how much tightening is needed. But, he says, a recession is still unlikely for now because policymakers still have the tools to back away and stimulate if things get worse.

“Recession risks rise into next year, but they are not that high at this time,” McFee says.

Saludos.

[sudden and sharp]

¿Va el mundo camino de tener prensa económica con más credibilidad que la del cuore?








[ Todo son malas noticias...  ]