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Es un tema en el que no me posiciono, no tengo claro que el ser humano sea el detonante al 100%, que lo agrava? probablemente si. Lo que tengo claro es que si depende de nosotros minimizarlo el resultado final es el colapso, y vuelta a empezar. Al igual que con el tema principal del foro.La operación secreta de relaciones públicas que tuvo lugar hace 30 años para negar el cambio climático (y cuyas consecuencias estamos pagando)Hace treinta años, se cocinó un audaz plan para persuadir al público de que el cambio climático no era un problema.Una reunión, poco conocida, entre algunos de los mayores actores industriales de Estados Unidos y un genio de las relaciones públicas forjó una exitosa estrategia cuyas devastadoras consecuencias están a nuestro alrededor.A principios del otoño de 1992, E. Bruce Harrison, considerado como el padre de las relaciones públicas medioambientales, se paró en una sala llena de líderes empresariales y lanzó una propuesta que se ha convertido en una pesadilla para los ambientalistas y que perdura hasta hoy.Estaba en juego un contrato por valor de medio millón de dólares al año. El cliente era la Coalición Global por el Clima (GCC, por sus siglas en inglés), en la que estaban las industrias del petróleo, el carbón, el acero, el ferrocarril y las automotrices. El grupo buscaba un socio en materia de comunicación para cambiar el discurso sobre el cambio climático.Don Rheem y Terry Yosie, dos de los miembros del equipo de Harrison presentes aquel día, compartieron con la BBC sus historias, por primera vez.“Todo el mundo quería hacerse con la cuenta de la Coalición Global por el Clima", relató Rheem, "y ahí estaba yo, justo en medio".Cambio de airesLa GCC había sido concebida sólo tres años antes, como un foro para que sus miembros intercambiaran información y presionaran a los responsables políticos para frenar iniciativas que buscaran reducir las emisiones de combustibles fósiles.Aunque los científicos avanzaban rápidamente en la comprensión del cambio climático, y su importancia en la agenda política era cada vez mayor, en sus primeros años la Coalición no estaba preocupada. En la Casa Blanca estaba George Bush padre, un antiguo empresario petrolero y, como dijo un alto miembro del grupo a la BBC en 1990, su mensaje sobre el clima era el mensaje de la GCC.En el horizonte no se vislumbraban regulaciones que obligaran a disminuir emisiones de gases contaminantes.Pero todo cambió en 1992. En junio, en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (Brasil), la comunidad internacional creó un marco para la acción climática, y las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de ese año llevaron a Al Gore, un comprometido ecologista, a la Vicepresidencia. Estaba claro que la nueva administración intentaría regular los combustibles fósiles.La GCC reconoció que necesitaba ayuda en materia de comunicación estratégica y sacó a concurso para contratar a una empresa de relaciones públicas.Aunque pocos fuera del mundo de las relaciones públicas habían oído hablar de Harrison o de la empresa que dirigía desde 1973, éste tenía en su haber una serie de campañas para algunos de los mayores contaminantes de EE.UU.El experto trabajó para la industria química desacreditando las investigaciones sobre la toxicidad de los pesticidas; para la industria del tabaco, y recientemente había realizado una campaña contra el endurecimiento de las normas que buscaban limitar las emisiones contaminantes producidas por los fabricantes de automóviles. Harrison había creado una empresa considerada una de las mejores."Era un maestro en lo que hacía", aseguró la historiadora de los medios de comunicación Melissa Aronczyk, que entrevistó a Harrison antes de que muriera en 2021.Armando el equipoPara hacerse con el contrato de la GCC, Harrison reunió un equipo de profesionales de las relaciones públicas, tanto experimentados como novatos. Entre ellos estaba Don Rheem, que no tenía credenciales en el sector, pero había estudiado ecología antes de convertirse en periodista medioambiental."Pensé: 'Vaya, esta es una oportunidad para tener un asiento en primera fila en probablemente uno de los temas más urgentes de política científica y política pública a los que nos enfrentamos", dijo Rheem, al rememorar lo que pensó cuando recibió una oferta para trabajar con la GCC.Por su parte, Terry Yosie, que acababa de ser contratado por el Instituto Americano del Petróleo, del que terminó convirtiéndose en vicepresidente, recordó que Harrison comenzó su discurso recordando a la audiencia que él fue decisivo en la lucha contra las reformas al sector del automóvil. Algo que logró al replantear el tema.El "gurú de las relaciones públicas" propuso una estrategia para vencer a quienes ahora buscaban tomar medidas a favor del medioambiente. La receta incluía convencer al público de que los datos científicos sobre el cambio climático no eran confiables y que, además del medio ambiente, los políticos debían tener en cuenta cómo, de acuerdo con la GCC, las medidas contra los gases contaminantes perjudicarían a los empleos, el comercio y a los precios.La jugada se llevaría a cabo a través de una amplia campaña en los medios de comunicación, en la cual no solo se publicarían artículos de opinión, sino que se contactaría directamente a periodistas para convencerlos de que el cambio climático no era una amenaza."Muchos periodistas estaban luchando con la complejidad del tema. Así que yo escribía notas para que los periodistas pudieran leerlas y ponerse al día", admitió Rheem.La CCG lazó una amplia gama de publicaciones que iban desde cartas, folletos brillantes y boletines mensuales, donde se ponía en duda que el calentamiento global fuera consecuencia de la contaminación industrial y que supusiera un riesgo. La jugada permitió que la empresa de Harrison fuera citada en 500 ocasiones en los medios de comunicación en un año.Logrando los objetivosEn agosto de 1993, Harrison hizo un balance de los progresos realizados en otra reunión con el GCC."La creciente concienciación sobre la falta de datos científicos corroborables ha hecho que algunos en el Congreso detengan las nuevas iniciativas", declaró en una reunión, aseguró Yosie a la BBC.Pie de foto,Extracto de un folleto elaborado por la empresa de Harrison para la GCC en 1994 y que sostiene el efecto invernadero es un "fenómeno natural producido por los gases atmosféricos de origen natural y que a la fecha no hay pruebas que indiquen que el clima ha cambiado como resultado de la acción humana"."Los activistas que advierten sobre el 'calentamiento global' han reconocido públicamente que han perdido terreno en el ámbito de la comunicación durante el último año", dijo Harrison en esa ocasión, en la cual aconsejó a sus clientes ampliar la ofensiva recurriendo a otras voces."Los científicos, los economistas, los académicos y otros expertos de renombre tienen más credibilidad ante los medios de comunicación y el público en general que los representantes de la industria", apuntó.Aunque la mayoría de los científicos estaban de acuerdo en que el cambio climático provocado por el hombre era un problema real que requería medidas, un pequeño grupo sostenía que no había motivo de alarma. El plan también preveía pagar a estos escépticos para que dieran discursos o escribieran artículos de opinión -unos 1.500 dólares por artículo- y en organizar giras por los medios de comunicación, para que aparecieran en las televisiones y radios locales defendiendo sus tesis."Mi función era identificar las voces que no estaban en la corriente principal y darles un espacio", admitió Rheem. "Había muchas cosas que no conocíamos en ese momento. Y parte de mi papel era destacar lo que no sabíamos".Rheem recordó que los medios estaban ávidos por tener otras perspectivas distintas a las que sostenían que avanzábamos hacia una crisis ambiental."Los periodistas buscaban activamente a voces que estuvieran en contra del cambio climático. Lo que hacíamos era alimentar un apetito que ya existía", comentó.Muchos de estos escépticos o negacionistas han rechazado que la financiación de la GCC y de otros grupos industriales haya influido en sus opiniones. Pero los científicos y ecologistas que defendías la existencia del cambio climático se encontraron con una campaña que les resultó difícil de igualar."La Coalición sembró la duda por todas partes y los ecologistas no sabían realmente cómo responder", recordó el activista medioambiental John Passacantando."Lo que sabían los genios de las relaciones públicas que trabajaban para las petroleras era que si dices algo suficientes veces, la gente empezará a creerlo", sentenció.Una nefasta victoriaEn un documento allá 1995, que Melissa Aronczyk dio a la BBC, Harrison escribió que la "GCC ha logrado cambiar el rumbo de la cobertura de la prensa sobre el cambio climático, contrarrestando eficazmente el mensaje de ecocatástrofe, gracias a la tesis de la falta de consenso científico sobre el calentamiento global".Se habían sentado las bases para la mayor campaña de la industria hasta la fecha: oponerse a los esfuerzos internacionales para negociar la reducción de emisiones en Kioto, en Japón, en diciembre de 1997. Para entonces, había consenso entre los científicos de que el calentamiento provocado por el hombre era detectable. Pero el público estadounidense seguía dudando.Hasta el 44% de los encuestados en un sondeo de Gallup creía que los científicos estaban divididos. La antipatía del público facilitó que EE.UU. nunca aplicara el Protocolo de Kioto. Fue una gran victoria para la GCC."Creo que Harrison estaba orgulloso del trabajo que hizo. Sabía lo importante que había sido para cambiar la dirección del debate sobre el calentamiento global", afirmó Aronczyk.El mismo año de la negociación de Kioto, Harrison vendió su empresa. Rheem decidió que las relaciones públicas no eran la carrera adecuada, mientras que Yosie pasó a otros proyectos medioambientales. Mientras tanto, el GCC empezó a desintegrarse, ya que algunos miembros se sintieron incómodos con su línea dura. Pero sus tácticas y, sobre todo, las dudas estaban ya arraigadas y sobrevivirían a sus creadores. Tres décadas después, las consecuencias están a nuestro alrededor."Creo que es el equivalente moral de un crimen de guerra", aseveró el ex vicepresidente Gore sobre los esfuerzos de las grandes compañías petroleras para bloquear cualquier tipo de legislación y medidas a favor del medioambiente y contra la contaminación."Estoy convencido de que, en muchos sentidos, es el crimen más grave desde la II Guerra Mundial. Las consecuencias de lo que han hecho son casi inimaginables", agregó quien aspiró a la Presidencia de EE.UU. en el año 2000."¿Haría algo diferente? Es una pregunta difícil de responder", admitió Rheem, quien se justificó diciendo que estaba "muy abajo" en la línea de mando de la GCC.Sin embargo, insistió en que las investigaciones científicas sobre el clima eran demasiado inciertas en la década de los 90 como para justificar "acciones drásticas", y que los países en desarrollo -sobre todo China y Rusia- han sido en última instancia los responsables de las décadas de inacción en materia climática, y no la industria estadounidense."Es muy fácil crear una teoría conspirativa sobre la intención realmente perniciosa de la industria de detener por cualquier regulación. Personalmente, no vi eso", dijo, al tiempo que agregó: "Era muy joven... Sabiendo lo que sé hoy, ¿habría hecho algunas cosas de forma diferente? Quizás, probablemente".https://www.bbc.com/mundo/noticias-62292769
Cita de: Negrule en Agosto 09, 2022, 20:38:35 pmEs un tema en el que no me posiciono, no tengo claro que el ser humano sea el detonante al 100%, que lo agrava? probablemente si. Lo que tengo claro es que si depende de nosotros minimizarlo el resultado final es el colapso, y vuelta a empezar. Al igual que con el tema principal del foro.https://www.bbc.com/mundo/noticias-62292769 A ver si en 2025 vamos a tener el verano más frío de los últimos 20 años y nos van a decir que es porque hemos dejado de usar corbata.
Es un tema en el que no me posiciono, no tengo claro que el ser humano sea el detonante al 100%, que lo agrava? probablemente si. Lo que tengo claro es que si depende de nosotros minimizarlo el resultado final es el colapso, y vuelta a empezar. Al igual que con el tema principal del foro.https://www.bbc.com/mundo/noticias-62292769
El recurrente debate sobre la productividad vuelve con fuerza...https://www.protocol.com/meta-google-employee-productivityCitarDon't be Meta or Google: How to tell workers they need to be more productiveTech leaders want to boost employee productivity. Here’s how to have that conversation without alienating workers.It’s easy to overlook declining productivity when a company is doing well. But with the looming threat of recession, some big tech leaders are suddenly getting tough on workers. At Meta, Mark Zuckerberg wants to “turn the heat up” because apparently there are some Metamates who shouldn’t be there. The situation is similar at Google, where Sundar Pichai said employees need to work with “greater urgency, sharper focus, and more hunger than we’ve shown on sunnier days.”The “we need to boost productivity” discussion is a better alternative to layoffs or hiring freezes, but that conversation needs to be handled delicately. Vaguely gesturing to the need to buckle down can be at best unhelpful and at worst stressful to the point of losing all focus.There will always be a handful of slackers inside companies. But the idea that underperforming individuals are solely responsible for their companies’ large-scale financial troubles is probably inaccurate, and you don’t want your productivity pep talk to give that impression. Launching a companywide campaign to improve productivity is absolutely reasonable, as long as you’re not alienating employees in the process.“Putting a lot of pressure on people to work to a degree that’s going to cause too much extra stress, it might solve your problem in the short term,” said executive coach Mikaela Kiner. “But I know a lot of people who if they were suddenly put in that position, they're going to think, okay, when this little recession blows over, I'm going to go work somewhere that values me as a whole person.”Unpacking what productivity really meansPart of the problem with issuing a productivity ultimatum is that productivity can be incredibly difficult to quantify or even define. In simple terms, it means getting the most work done in the shortest amount of time. It might be easier to measure in the context of factory production. But there’s no standard way to measure productivity in software tech companies.“People have attempted for many years in the software world to create metrics that can measure individual employee productivity, and they just don’t work,” said David Hanrahan, former CHRO of Eventbrite. “So I'd be immediately suspicious if I heard any software CEO who says, ‘I believe our individual productivity is down.’ Well, how are you measuring that?”Maybe your ideal measurement is lines of code. Maybe it’s the number of digital tasks completed on the company task-management platform. Maybe it’s the number of meetings on a viewable calendar. But a lot of knowledge-based work tends to be invisible, especially in remote work. Steve McElfresh, founder of HR Futures, thinks that the only true way to measure productivity is via skilled, personalized managers. Anything else can and will be gamed, he said.“There's just no substitute for having high-quality professional management that's skilled in that technical area and also has the courage to lead and hold people responsible,” McElfresh said.When you zoom out and look at productivity at a company level, though, it becomes more black-and-white. Your company’s latest earnings results are far below expectations. You hired a lot of people and your costs are adding up. A detailed analysis reveals you could get the same results with fewer people.“For the amount of output, like services sold or revenue generated, you are looking at input, which is how much does it cost to create these outputs?” said Jessica Yuen, adviser and executive coach. “People are a big part of that cost.”With that macro, business-level view in mind, leaders’ decisions to push for greater productivity make sense. Especially if the goal is to avoid layoffs.Timing and framingOn top of the general economic downturn, Meta is facing steep competition from TikTok, losing money because of Apple’s privacy settings and grappling with an expensive and drawn-out journey to the metaverse. Google missed its earnings and revenue expectations for two quarters in a row. It certainly seems like the time to become leaner and meaner.“The bigger the ship, the harder it is to turn,” Yuen said. “Maybe Mark’s in a place of, we've always been this ‘move fast’ company and I don't know how to move fast anymore. How do I get this company to move faster?”Tracy Clayton, a Meta spokesperson, said the company is focused on the long term and is prepared to learn as leaders change their approach to managing productivity. “We’ve set a high standard of performance for all employees, which is more about working smart, working collaboratively and pushing ourselves to take on our biggest challenges,” Clayton told Protocol.Google did not respond to a request for comment.McElfresh said it’s a shame to address a systemic decline in productivity only when times are bad. Employees might interpret the messaging as a prelude to layoffs, or as a sign that leaders think workers are individually at fault for the company’s financial troubles. Leaders should clearly own up to the fact that company-wide inefficiency is mainly on them, McElfresh said.“Individual employees can be mess-ups, and they should be held accountable,” McElfresh said. “But if it’s at such a level as to affect the fundamental success of the organization, that is not a failure of individual contributors, that is a failure of management.”Sharing a specific game plan to improve productivity is key to avoiding chaos. Pichai asked Googlers to share their ideas for removing inefficiencies in a “Simplicity Sprint” survey as the first step to a solution. Gathering information and input from employees is a solid first step, Yuen said, as long as it’s followed by actual implementation.Don’t blame remote workSome leaders have drawn a connection between a decline in productivity and increased workplace flexibility brought on by the pandemic and a tight talent market. One of the takeaways from Zuckerberg’s call with staff, according to The Verge, was his perception that the company had grown too soft. Elon Musk and others have pushed back hard against remote work.“It’s not an either-or,” Kiner said. “I think sometimes people can confuse flexibility versus accountability and performance.”Kiner also urged leaders to think about the innovation they might lose when upping employees’ workloads. When she worked at Amazon, there was a period of time when she had to cover for a colleague who had left. With double the workload, she was exhausted and found herself unable to come up with a “big, bold idea” for the company’s annual planning session. Remember your employees’ limits, she advised.“When you put on unnecessary added stress, people are just going to implode; you could see resignations and absenteeism going up,” Kiner said. “I lean much more toward, let’s help people be at their best.”https://www.project-syndicate.org/commentary/will-productivism-supersede-neoliberalism-by-dani-rodrik-2022-08CitarGetting Productivism Right DANI RODRIKEstablishing new economic-policy paradigms requires developing novel approaches, not just emulating the old. If productivism is to be successful, it will have to move beyond conventional social protection, industrial policies, and macroeconomic management.(...) As the name suggests, productivism focuses on enhancing the productive capabilities of all regions and all segments of society. While traditional forms of social assistance and especially better access to education and health care can help in this regard, connecting people with productive employment opportunities requires improvements on the demand side of the labor market as well as on the supply side. Policies must directly encourage an increase in the quantity and quality of jobs available for the less educated and less skilled members of the workforce, wherever they choose (or can afford) to live.https://www.businessinsider.com/us-labor-shortage-ending-companies-hint-hiring-layoffs-cut-employees-2022-8CitarSome of America's biggest companies are hinting the labor shortage is ending for them(...) All of that points to leaner companies, less hiring, and reduced workforces — a sharp contrast to the labor market jobseekers have experienced over the past year, which won them higher wages and a better quality of life. Economists say that the only way to permanently enshrine those wins for workers is through structural change, whether new laws, regulations, or an even more concentrated labor movement. After all, a looming recession could wipe it all out.
Don't be Meta or Google: How to tell workers they need to be more productiveTech leaders want to boost employee productivity. Here’s how to have that conversation without alienating workers.It’s easy to overlook declining productivity when a company is doing well. But with the looming threat of recession, some big tech leaders are suddenly getting tough on workers. At Meta, Mark Zuckerberg wants to “turn the heat up” because apparently there are some Metamates who shouldn’t be there. The situation is similar at Google, where Sundar Pichai said employees need to work with “greater urgency, sharper focus, and more hunger than we’ve shown on sunnier days.”The “we need to boost productivity” discussion is a better alternative to layoffs or hiring freezes, but that conversation needs to be handled delicately. Vaguely gesturing to the need to buckle down can be at best unhelpful and at worst stressful to the point of losing all focus.There will always be a handful of slackers inside companies. But the idea that underperforming individuals are solely responsible for their companies’ large-scale financial troubles is probably inaccurate, and you don’t want your productivity pep talk to give that impression. Launching a companywide campaign to improve productivity is absolutely reasonable, as long as you’re not alienating employees in the process.“Putting a lot of pressure on people to work to a degree that’s going to cause too much extra stress, it might solve your problem in the short term,” said executive coach Mikaela Kiner. “But I know a lot of people who if they were suddenly put in that position, they're going to think, okay, when this little recession blows over, I'm going to go work somewhere that values me as a whole person.”Unpacking what productivity really meansPart of the problem with issuing a productivity ultimatum is that productivity can be incredibly difficult to quantify or even define. In simple terms, it means getting the most work done in the shortest amount of time. It might be easier to measure in the context of factory production. But there’s no standard way to measure productivity in software tech companies.“People have attempted for many years in the software world to create metrics that can measure individual employee productivity, and they just don’t work,” said David Hanrahan, former CHRO of Eventbrite. “So I'd be immediately suspicious if I heard any software CEO who says, ‘I believe our individual productivity is down.’ Well, how are you measuring that?”Maybe your ideal measurement is lines of code. Maybe it’s the number of digital tasks completed on the company task-management platform. Maybe it’s the number of meetings on a viewable calendar. But a lot of knowledge-based work tends to be invisible, especially in remote work. Steve McElfresh, founder of HR Futures, thinks that the only true way to measure productivity is via skilled, personalized managers. Anything else can and will be gamed, he said.“There's just no substitute for having high-quality professional management that's skilled in that technical area and also has the courage to lead and hold people responsible,” McElfresh said.When you zoom out and look at productivity at a company level, though, it becomes more black-and-white. Your company’s latest earnings results are far below expectations. You hired a lot of people and your costs are adding up. A detailed analysis reveals you could get the same results with fewer people.“For the amount of output, like services sold or revenue generated, you are looking at input, which is how much does it cost to create these outputs?” said Jessica Yuen, adviser and executive coach. “People are a big part of that cost.”With that macro, business-level view in mind, leaders’ decisions to push for greater productivity make sense. Especially if the goal is to avoid layoffs.Timing and framingOn top of the general economic downturn, Meta is facing steep competition from TikTok, losing money because of Apple’s privacy settings and grappling with an expensive and drawn-out journey to the metaverse. Google missed its earnings and revenue expectations for two quarters in a row. It certainly seems like the time to become leaner and meaner.“The bigger the ship, the harder it is to turn,” Yuen said. “Maybe Mark’s in a place of, we've always been this ‘move fast’ company and I don't know how to move fast anymore. How do I get this company to move faster?”Tracy Clayton, a Meta spokesperson, said the company is focused on the long term and is prepared to learn as leaders change their approach to managing productivity. “We’ve set a high standard of performance for all employees, which is more about working smart, working collaboratively and pushing ourselves to take on our biggest challenges,” Clayton told Protocol.Google did not respond to a request for comment.McElfresh said it’s a shame to address a systemic decline in productivity only when times are bad. Employees might interpret the messaging as a prelude to layoffs, or as a sign that leaders think workers are individually at fault for the company’s financial troubles. Leaders should clearly own up to the fact that company-wide inefficiency is mainly on them, McElfresh said.“Individual employees can be mess-ups, and they should be held accountable,” McElfresh said. “But if it’s at such a level as to affect the fundamental success of the organization, that is not a failure of individual contributors, that is a failure of management.”Sharing a specific game plan to improve productivity is key to avoiding chaos. Pichai asked Googlers to share their ideas for removing inefficiencies in a “Simplicity Sprint” survey as the first step to a solution. Gathering information and input from employees is a solid first step, Yuen said, as long as it’s followed by actual implementation.Don’t blame remote workSome leaders have drawn a connection between a decline in productivity and increased workplace flexibility brought on by the pandemic and a tight talent market. One of the takeaways from Zuckerberg’s call with staff, according to The Verge, was his perception that the company had grown too soft. Elon Musk and others have pushed back hard against remote work.“It’s not an either-or,” Kiner said. “I think sometimes people can confuse flexibility versus accountability and performance.”Kiner also urged leaders to think about the innovation they might lose when upping employees’ workloads. When she worked at Amazon, there was a period of time when she had to cover for a colleague who had left. With double the workload, she was exhausted and found herself unable to come up with a “big, bold idea” for the company’s annual planning session. Remember your employees’ limits, she advised.“When you put on unnecessary added stress, people are just going to implode; you could see resignations and absenteeism going up,” Kiner said. “I lean much more toward, let’s help people be at their best.”
Getting Productivism Right DANI RODRIKEstablishing new economic-policy paradigms requires developing novel approaches, not just emulating the old. If productivism is to be successful, it will have to move beyond conventional social protection, industrial policies, and macroeconomic management.(...) As the name suggests, productivism focuses on enhancing the productive capabilities of all regions and all segments of society. While traditional forms of social assistance and especially better access to education and health care can help in this regard, connecting people with productive employment opportunities requires improvements on the demand side of the labor market as well as on the supply side. Policies must directly encourage an increase in the quantity and quality of jobs available for the less educated and less skilled members of the workforce, wherever they choose (or can afford) to live.
Some of America's biggest companies are hinting the labor shortage is ending for them(...) All of that points to leaner companies, less hiring, and reduced workforces — a sharp contrast to the labor market jobseekers have experienced over the past year, which won them higher wages and a better quality of life. Economists say that the only way to permanently enshrine those wins for workers is through structural change, whether new laws, regulations, or an even more concentrated labor movement. After all, a looming recession could wipe it all out.
En Alemania y Holanda.
Cojonudo. Como no puedo crecer a ritmo de dos dígitos anuales, culpo al empleado de su baja productividad. Mira que futbolín más bonito tenemos en nuestra cafetería de diseño. Fíjate en eso y no en el látigo de 7 colas que le hemos dado al encargado para que te exprima hasta la última gota. Y ven a trabajar con una sonrisa ¿eh? que esto es Meta-Google-Tesla-Netflix y somos los más mejores.Hablando con conocimiento de causa, las empresas que llevan más de 50 años en el Fortune 500 tienen otro planteamiento. Ahora nos llega Meta, que sólo ha existido como empresa en un período de vacas gordas y entra en pánico. Empresa que ha tenido éxito al calor de unas condiciones de mercado muy particulares vs empresa que crece orgánicamente y que ha tenido que lidiar con recesiones en el pasado. Nuevo rico vs rico de familia tradicional.
Inflation moderates in July as CPI rises at less-than-expected 8.5%Inflation eased slightly last month but held near its highest level in four decades even as gas prices fell and supply chains improved.The Bureau of Labor Statistics' latest Consumer Price Index (CPI) reflected a year-over-year increase of 8.5% in July, down from the prior month's 40-year high of 9.1%. Consensus economists were expecting last month's reading to show an 8.7% increase, according to estimates compiled by Bloomberg.On a monthly basis, the broadest measure of inflation was unchanged after rising 1.3% in June.(...)
Mis pensamientos ahora mismo.- Hay cambio climático. No sólo tiene que ser aumento de temperatura también pueden ser Filomenas y otros eventos, como inundaciones por lluvias torrenciales. También es cierto que probablemente antes se producían estos eventos, lo que no había era tantos humanos a los que perturbara su forma de vida, igual aquí está la clave. Se podría discutir el impacto que tiene la quema de combustibles fósiles pero tiene pinta que algo deben estar haciendo, también pueden ser ciclos naturales pero en cualquier caso afectan al modo de vida que tenemos.- La actividad del ser humano impacta en su entorno, lo está castigando y está volviendo contra nosotros como un boomerang. Cada vez se necesita más de todo para seguir el ritmo y no es sostenible, luego es necesario un cambio socio-económico. A más eficiencia energética menos eficiencia material.- Sabiendo todo esto como se sabe se podrían buscar soluciones y vivir de otra forma, con otros objetivos, pero los magos del powerpoint/excel y los psicópatas manipulan, tergiversan y retuercen la realidad para utilizarlo en su beneficio sin importarles una mierda el resto. Aquí entrarían las transiciones verdes y agendas 2030, jódete tú que yo sigo viajando en jet y poniendo el aire y la calefacción a la temperatura que me apetezca que ya haré que ahorres tú. La otra pata es el negacionismo porque sí.- Sigo sin ver en la hipótesis de la era zero cómo encajan la falta de recursos y la desglobalización. Sí que tiene sentido la planificación central para gestionar precisamente esa escasez. Por supuesto que será escasez para la mayoría y abundancia para unos pocos, pero esto ya está pasando con el neoliberalismo - falso liberalismo.
[...]Entonces, ¿dónde están las dudas? Pues justamente en aquellos efectos que no son fáciles de predecir o modelar. Por ejemplo, el vapor de agua es otro gas de efecto invernadero. A más temperatura, más vapor de agua (realimentación positiva) pero también más nubes, que reflejan la luz solar (realimentación positiva). ¿Qué efecto es más importante? Difícil de saber...[...]
Cita de: patxarana en Agosto 10, 2022, 18:03:02 pm[...]Entonces, ¿dónde están las dudas? Pues justamente en aquellos efectos que no son fáciles de predecir o modelar. Por ejemplo, el vapor de agua es otro gas de efecto invernadero. A más temperatura, más vapor de agua (realimentación positiva) pero también más nubes, que reflejan la luz solar (realimentación positiva). ¿Qué efecto es más importante? Difícil de saber...[...]Una pequeña corrección sobre tu post: de acuerdo en casi todo lo que dices, pero en lo señalado en negrita, la realimentación sería negativa (en contra del efecto global).Pero modelar realísticamente tales efectos requiere de muchísimas hipótesis simplificadoras, además de que los modelos no pueden ser determinísticos, sino estocásticos, y simularlos en computador muchísimas veces para poder obtener información sobre los promedios de las soluciones obtenidas.Sds