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US jobs figures add to expectations of June rate cutFebruary total of 275,000 beats forecasts but January number heavily downgradedThe US economy added 275,000 jobs in February, beating forecasts, but a big downgrade to January’s total fuelled expectations of interest-rate cut in June.Non-farm payrolls figures published by the Bureau of Labor Statistics on Friday surpassed economists’ predictions of 200,000 new jobs in February.But the BLS also downgraded the number for January from a blockbuster initial reading of 353,000 to 229,000. It added that February’s unemployment rate rose to 3.9 per cent, compared with 3.7 per cent the month before.Traders reacted to the scale of January’s downgrade, with bond yields dipping and stocks ticking up. The futures market fully priced in a quarter-point interest rate cut for June, shifting forward expectations.“The downward revisions to previous months’ gains leave recent growth looking less strong than previously thought,” said Capital Economics, a consultancy, in a note.“Alongside the rise in the unemployment rate to a two-year high and a much weaker rise in wages, there is less reason now to be concerned that renewed labour market strength will drive inflation higher again.”(...)
LOS TIPOS DE INTERÉS BAJARÁN PARA DAR VOLUMEN AL BAJISMO.—[....] Pero el nivel de tipos de interés se quedará abajo porque entonces, [...]
Con que bajen un 1%-1,5% es suficiente.
Cita de: asustadísimos en Marzo 08, 2024, 15:10:32 pmLOS TIPOS DE INTERÉS BAJARÁN PARA DAR VOLUMEN AL BAJISMO.—[....] Pero el nivel de tipos de interés se quedará abajo porque entonces, [...]Permítaseme dudarlo... Tie tolapinta de que no se van a mover mucho.Ese metalenguaje gustavobuenista es un tanto cargante, por cierto.
A veces me pregunto si es verdad que hay unos seres malvados detrás de todo esto porque el nivel de estupidez parece que no tiene límites.https://ctxt.es/es/20240301/Firmas/45825/Observatorio-Fundacion-la-Caixa-pobreza-crisis-de-vivienda-mercado-inmobiliario-infancia-precariedad.htmCitarCon la lupa puesta en la pobreza infantil, los y las investigadoras a cargo de este trabajo concluyen que los altísimos precios de la vivienda y las enormes barreras levantadas por la mercantilización de los hogares suponen un incremento de hasta diez puntos porcentuales en los “ya muy altos niveles de pobreza infantil existentes en nuestro país”, que alcanzan el 38,6%. Así, la situación actual del mercado inmobiliario en España impone unas “tasas de sobrecarga en el gasto de vivienda” que “superan a la mayoría de los países europeos” y hacen que el grupo de niños y niñas pobres aumente en 780.000 individuos, cuya carestía está directamente relacionada con la crisis habitacional.
Con la lupa puesta en la pobreza infantil, los y las investigadoras a cargo de este trabajo concluyen que los altísimos precios de la vivienda y las enormes barreras levantadas por la mercantilización de los hogares suponen un incremento de hasta diez puntos porcentuales en los “ya muy altos niveles de pobreza infantil existentes en nuestro país”, que alcanzan el 38,6%. Así, la situación actual del mercado inmobiliario en España impone unas “tasas de sobrecarga en el gasto de vivienda” que “superan a la mayoría de los países europeos” y hacen que el grupo de niños y niñas pobres aumente en 780.000 individuos, cuya carestía está directamente relacionada con la crisis habitacional.
Al BCE se le acaban las excusas para frenar el ciclo de bajada de tiposCitarA Lagarde ya sólo le preocupa la inflación doméstica y esta también da buenas señalesEl indicador suele funcionar con retraso y parece que tocó techo el pasado veranoEl componente doméstico de inflación en la zona euro también tocó techo hace un añoEl Banco Central Europeo lleva meses encontrando argumentos para poder justificar que han conseguido cumplir con su objetivo. La inflación no es una variable que reaccione inmediatamente a los cambios de la política monetaria o fiscal, sino que tarda cierto tiempo en reaccionar a estas medidas. En este sentido, la subida de tipos más rápida de la historia parece que ha tenido éxito: el IPC se ha moderado mucho, pasando de superar el 12% a finales de 2022, hasta el entorno del 2,6% actual, y las proyecciones del propio BCE apuntan a que, el año que viene, ya se alcanzará el objetivo del 2%.Siendo así, ¿por qué no reconoce el BCE que su objetivo está cumplido y que todo está preparado para bajar tipos en los próximos meses? El propio Consejo de Gobierno del organismo ya se planteó en la reunión de octubre de 2023 la posibilidad de haberse pasado de frenada con la subida de tipos, y de que la inflación terminase cayendo por debajo del 2% que tiene como meta. La respuesta a esa pregunta, según Lagarde, es que todavía hay una medida de la inflación (la cesta de precios se puede analizar de formas muy diferentes, con distintas métricas que incluyen o excluyen algunos componentes) cuya caída no termina de convencerles: la inflación doméstica.Esta postura de Lagarde encaja más con el miedo a perder credibilidad si meten la pata y bajan tipos antes de tiempo, que con los indicadores que está mostrando la economía, que, según el equipo de analistas de Bloomberg Economics, ya confirman que es seguro para el BCE llevar a cabo una bajada de tipos próximamente. "Es comprensible por qué Christine Lagarde y sus compañeros están intentando ganar tiempo: El coste de que la inflación resurja sería muy elevado. Sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra es cada vez menor, y esto significa que el BCE va a tener que reconocer pronto que es seguro empezar a bajar tipos, algo que esperamos en junio", explican Jaime Rush y Maeva Cousin, economistas del equipo de análisis de Bloomberg.La inflación doméstica también ha tocado techoSi se analiza el dato de inflación doméstica que tanto preocupa a Lagarde se aprecia que las señales también son muy positivas en este frente, de cara a ver una caída hasta el objetivo del 2%, y que la decisión de seguir comunicando que el BCE necesita más pruebas para bajar tipos es muy prudente. Desde Bloomberg Economics admiten que se trata de un indicador "imperfecto" y, sobre todo, que "funciona con retraso". Teniendo esto en cuenta, si el IPC de la zona euro tocó techo a finales de 2022, y desde entonces no ha parado de caer, el pico en la inflación doméstica (una cesta que excluye los bienes que tienen un alto contenido relacionado con las importaciones) se vio el verano pasado, cuando rozó el 6%. Desde entonces no ha parado de descender, hasta el 3,9%, y los economistas de la agencia argumentan que el proceso de caída va a continuar."La medida más fiable de inflación doméstica, el deflactor de valor añadido bruto, está reflejando que las presiones en los costes están cayendo", indican. "Esta medida captura cómo se mueven los precios de los bienes producidos en la zona euro, al margen de los costes de la energía y de otro tipo de factores importados", indican. El principal elemento que está contribuyendo la caída de este indicador es que "los márgenes de beneficio han dejado de crecer tan rápido como lo venían haciendo", indican desde Bloomberg Economics.Además, argumentan dos motivos por los que las empresas han podido dar un cambio en este sentido. "Una posible explicación de este cambio de comportamiento es que, a medida que la inflación general retrocedía, las empresas han tenido menos argumentos para esconder subidas de precios por encima de lo que han aumentado sus costes. Otro argumento es que, en un contexto de crecimiento económico más débil, ya no están tan cómodos subiendo precios, ya que temen perder cuota de mercado", señalan los analistas.El impacto de las subidas salarialesDesde hace mucho tiempo, el BCE ha avisado del peligro que supone entrar en una espiral de inflación-salarios, que se retroalimentase y crease un problema inflacionista aún mayor del que se ha vivido en Europa en los últimos años. Por eso el organismo vigila tan de cerca la evolución salarial, pero, en este frente está empezando a ver señales que abren la puerta a una próxima bajada de tipos. En la reunión de esta semana, Lagarde reconoció cómo "el crecimiento de los salarios está empezando a moderarse", y señaló cómo "los beneficios empresariales están absorbiendo parte del aumento salarial".Este mensaje también encaja con el análisis de los expertos de Bloomberg. "Es cierto que los salarios negociados han subido de una manera incómodamente alta, pero los datos más recientes de Indeed, un portal dedicado al empleo, indican que el crecimiento se ha frenado casi un punto porcentual, hasta el 4%, en los últimos seis meses. En nuestra opinión, está claro que el crecimiento de los salarios ya ha tocado techo", reconocen.Los expertos esgrimen otras razones que los llevan a pensar que la presión salarial va a seguir reduciéndose en el futuro. "Cada vez está más claro que la demanda de nuevos trabajadores se está enfriando. La ratio de puestos vacantes cae desde mediados de 2022, y ahora está reduciéndose a un ritmo relativamente rápido", indican.Sin presiones salariales, parece muy complicado que la inflación doméstica mantenga el ritmo de crecimiento actual. Y si no lo hace, al BCE se le habrán acabado los argumentos para retrasar la bajada de tipos. Los economistas de la agencia se atreven a sentenciar si el BCE ha conseguido ya su objetivo. "Bajo nuestro punto de vista, sí. Pero no bajo el del BCE", explican. "El coste de adelantarse con el recorte es muy alto, a pesar de ser algo muy poco probable. El BCE está moviéndose con cautela, pero creemos que la mayor parte de miembros del Consejo de Gobierno estará lista en junio. Para entonces habrá más evidencias que prueben la desinflación", sentencian los expertos.Como Christine mantenga los tipos en junio, a más de uno le va a dar un soponcio. Cada vez tengo más claro lo del "pinchamiento de los hactibos" como razón real, así que no es tanto que "se acaben las excusas" como que se va volviendo más difícil no reconocer la dosis de aceite de ricino. Pero el mandato de Lagarde no está sometido a intereses particulares sino generales.En cuanto al asunto de las vacantes laborales, habrá que ver los números europeos, pero por las noticias que Derby trae, en EEUU se mantienen e incluso aumentan. Enésima confirmación de la existencia del invierno demográfico, que poco a poco empieza a manifestarse.Ánimo, Christine. No toques los tipos en junio.Y, por supuesto, no olviden que el relato de "empezar a bajar tipos" es una filfa absoluta. Lo que los rentistas y adictos al pelotazo quieren es volver a los tipos reales negativos. La primera bajada es sólo tomar la mano con la intención de acabar tomando el brazo entero. Si los tipos bajan porque la inflación queda controlada (o el objetivo inconfesable pero que muchos intuimos), que bajen. Pero no ya por debajo de la inflación. La deuda tiene que tener un coste, los tipos reales deben ser positivos.
A Lagarde ya sólo le preocupa la inflación doméstica y esta también da buenas señalesEl indicador suele funcionar con retraso y parece que tocó techo el pasado veranoEl componente doméstico de inflación en la zona euro también tocó techo hace un añoEl Banco Central Europeo lleva meses encontrando argumentos para poder justificar que han conseguido cumplir con su objetivo. La inflación no es una variable que reaccione inmediatamente a los cambios de la política monetaria o fiscal, sino que tarda cierto tiempo en reaccionar a estas medidas. En este sentido, la subida de tipos más rápida de la historia parece que ha tenido éxito: el IPC se ha moderado mucho, pasando de superar el 12% a finales de 2022, hasta el entorno del 2,6% actual, y las proyecciones del propio BCE apuntan a que, el año que viene, ya se alcanzará el objetivo del 2%.Siendo así, ¿por qué no reconoce el BCE que su objetivo está cumplido y que todo está preparado para bajar tipos en los próximos meses? El propio Consejo de Gobierno del organismo ya se planteó en la reunión de octubre de 2023 la posibilidad de haberse pasado de frenada con la subida de tipos, y de que la inflación terminase cayendo por debajo del 2% que tiene como meta. La respuesta a esa pregunta, según Lagarde, es que todavía hay una medida de la inflación (la cesta de precios se puede analizar de formas muy diferentes, con distintas métricas que incluyen o excluyen algunos componentes) cuya caída no termina de convencerles: la inflación doméstica.Esta postura de Lagarde encaja más con el miedo a perder credibilidad si meten la pata y bajan tipos antes de tiempo, que con los indicadores que está mostrando la economía, que, según el equipo de analistas de Bloomberg Economics, ya confirman que es seguro para el BCE llevar a cabo una bajada de tipos próximamente. "Es comprensible por qué Christine Lagarde y sus compañeros están intentando ganar tiempo: El coste de que la inflación resurja sería muy elevado. Sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra es cada vez menor, y esto significa que el BCE va a tener que reconocer pronto que es seguro empezar a bajar tipos, algo que esperamos en junio", explican Jaime Rush y Maeva Cousin, economistas del equipo de análisis de Bloomberg.La inflación doméstica también ha tocado techoSi se analiza el dato de inflación doméstica que tanto preocupa a Lagarde se aprecia que las señales también son muy positivas en este frente, de cara a ver una caída hasta el objetivo del 2%, y que la decisión de seguir comunicando que el BCE necesita más pruebas para bajar tipos es muy prudente. Desde Bloomberg Economics admiten que se trata de un indicador "imperfecto" y, sobre todo, que "funciona con retraso". Teniendo esto en cuenta, si el IPC de la zona euro tocó techo a finales de 2022, y desde entonces no ha parado de caer, el pico en la inflación doméstica (una cesta que excluye los bienes que tienen un alto contenido relacionado con las importaciones) se vio el verano pasado, cuando rozó el 6%. Desde entonces no ha parado de descender, hasta el 3,9%, y los economistas de la agencia argumentan que el proceso de caída va a continuar."La medida más fiable de inflación doméstica, el deflactor de valor añadido bruto, está reflejando que las presiones en los costes están cayendo", indican. "Esta medida captura cómo se mueven los precios de los bienes producidos en la zona euro, al margen de los costes de la energía y de otro tipo de factores importados", indican. El principal elemento que está contribuyendo la caída de este indicador es que "los márgenes de beneficio han dejado de crecer tan rápido como lo venían haciendo", indican desde Bloomberg Economics.Además, argumentan dos motivos por los que las empresas han podido dar un cambio en este sentido. "Una posible explicación de este cambio de comportamiento es que, a medida que la inflación general retrocedía, las empresas han tenido menos argumentos para esconder subidas de precios por encima de lo que han aumentado sus costes. Otro argumento es que, en un contexto de crecimiento económico más débil, ya no están tan cómodos subiendo precios, ya que temen perder cuota de mercado", señalan los analistas.El impacto de las subidas salarialesDesde hace mucho tiempo, el BCE ha avisado del peligro que supone entrar en una espiral de inflación-salarios, que se retroalimentase y crease un problema inflacionista aún mayor del que se ha vivido en Europa en los últimos años. Por eso el organismo vigila tan de cerca la evolución salarial, pero, en este frente está empezando a ver señales que abren la puerta a una próxima bajada de tipos. En la reunión de esta semana, Lagarde reconoció cómo "el crecimiento de los salarios está empezando a moderarse", y señaló cómo "los beneficios empresariales están absorbiendo parte del aumento salarial".Este mensaje también encaja con el análisis de los expertos de Bloomberg. "Es cierto que los salarios negociados han subido de una manera incómodamente alta, pero los datos más recientes de Indeed, un portal dedicado al empleo, indican que el crecimiento se ha frenado casi un punto porcentual, hasta el 4%, en los últimos seis meses. En nuestra opinión, está claro que el crecimiento de los salarios ya ha tocado techo", reconocen.Los expertos esgrimen otras razones que los llevan a pensar que la presión salarial va a seguir reduciéndose en el futuro. "Cada vez está más claro que la demanda de nuevos trabajadores se está enfriando. La ratio de puestos vacantes cae desde mediados de 2022, y ahora está reduciéndose a un ritmo relativamente rápido", indican.Sin presiones salariales, parece muy complicado que la inflación doméstica mantenga el ritmo de crecimiento actual. Y si no lo hace, al BCE se le habrán acabado los argumentos para retrasar la bajada de tipos. Los economistas de la agencia se atreven a sentenciar si el BCE ha conseguido ya su objetivo. "Bajo nuestro punto de vista, sí. Pero no bajo el del BCE", explican. "El coste de adelantarse con el recorte es muy alto, a pesar de ser algo muy poco probable. El BCE está moviéndose con cautela, pero creemos que la mayor parte de miembros del Consejo de Gobierno estará lista en junio. Para entonces habrá más evidencias que prueben la desinflación", sentencian los expertos.
No se si estás de coña o no.