[Pisemos con pies de plomo en el
análisis del sorprendente turismo español. Jamás hay datos fuertes. Todo es siempre estimaciones gruesas. Se parte de la Balanza de Pagos y se hace un 'patrás'. El problema viene cuando hay que distribuir los turistas por nacionalidades de origen. Habría países (Irlanda, Bélgica, etc., ahora Ucrania y Marruecos) en los que buena parte de su población, de todas las edades, tendría que haber viajado a España. Otra cuestión que no encaja es la distribución patrás' de las entradas en puertos y aeropuertos y la redistribución desde ellos a los destinos que se dan como tales. Tampoco encaja la multiplicación del consumo alimentario en los destinos y la logística del mismo.
Nosotros sabemos que el mal llamado
alquiler turístico —en realidad, alojamiento de temporada— es humo. Sobre todo se sabe en Hacienda. Pregúntense por qué no proliferan liquidaciones tributarias por esta causa. No le busquen tres pies al gato: se pincha en hueso. Las viviendas dedicadas al alojamiento de los huéspedes cuyo gasto computa como Ingresos por turismo, en la Balanza de Pagos, están
desocupadas casi todo el año. En las costas, hay edificios enteros de apartamentos en los que, entre la segunda quincena de septiembre y la primera del junio siguiente, jamás se enciende una sola luz. Sin embargo, se valoran descontando un flujo de ingresos de alojamiento que jamás habrá y se usan con fruición en el juego de dinero-sin-trabajar del ladrillo.
Bendita mierda de viviendas vacías que nos permiten sesgar al alza las estimaciones macroeconómicas. Hay alguna excepción (Ibiza, etc.), pero, en general,
el turismo español es una patraña.
Lástima que las deudas no se estimen también.
Para leer el Balance de una empresa, lo mejor es ir directamente al Pasivo Exigible propio y al de las participadas, porque las deudas son difíciles de ocultar.
Hablando de deudas, las generadas por Idealista, contando la del adquirente actual, quedan en 2.000 y pico mill. eur., ¡una empresa que tiene poco más de 100 mill. eur. de Ebitda! (imagínense que ganan 100 mil euros brutos anuales —antes de IRPF— y se piden un préstamo de 2 millones de euros). El conjunto de Idealista va a tener problemas para invertir productivamente y para honrar su deuda, salvo que, en efecto se consolide un escenario de tipos de interés a la baja, pero muy a la baja. En este sentido,
la operación sobre Idealista es una apuesta decididamente deflacionaria. A nosotros nos importa que los acreedores financieros tienen absolutamente todo el poder. Y estos, como siempre, parecen un 'pool', pero en realidad solo son tres: Banco Santander, La Caixa y BBVA; es decir, los tres ositos de peluche del Banco España y, por tanto del BCE. Me pregunto cuál es el que lleva la voz cantante. Ellos dicen que el Santa. Yo creo que es La Caixa.
Desde luego,
esta operación de Idealista es su última 'de plusvalías'. Salir a Bolsa, amargo engañabobos de los chicos del DOP (Dinero de Otras Personas) dedicados a las operaciones F&A (Fusiones y Adquisiciones). Empieza la aburridísima velocidad de crucero de la empresa, ahora penetrada por Tinsa, la tasadora de las Cajas de Ahorros.
Nunca hay que creerse nada en los finales de ciclo estructural.
Dense cuenta que Idealista ha tenido tres adquisiciones. En números redondos, contando lo que se llevan los chicos de la industria del DOP-F&A y la contingencia fiscal por plusvalías netas, la segunda adquisición supuso un aumento del 'valor', ¡ja!, del 300%; pero la tercera, respecto de la segunda, solo del 100%. Es decir que la plusvalía, después de ajustes, ha caído, atención, señoras, señores, un...
–60%
Todo encaja tanto que asusta.
Estimemos cuánto de verdad hay en las cifras por turismo. Se me ocurre empezar a hablar aplicando este coeficiente del –60% a las estimaciones publicitadas.
En general, todo aquello que rechina en España no tiene por qué no ser un –60% de lo que parece que es. –60% viene a ser
algo menos de la mitad. Parece mármol, pero es escayola.]
