EL PLAN ESTÁ YA EN MARCHA Y SE CENTRA EN EL SECTOR PÚBLICO.—
O Mao o ma_oma:
https://www.youtube.com/watch?v=LGG-CcsFTawLos socialdemócratas, dueños del artefacto popularcapitalista, están diciendo que la solución es la
Gran Intervención por el Sector Público, que, según ellos, estaría siendo boicoteada por derechistas que impiden el acuerdo entre los cinco escalones de las administraciones públicas:
• local —construcción—,
• regional —territorio—,
• estatal —regulación—,
• supraestatal —financiación— y
• mundial —población—.
Lo dicen con la boca pequeña. No son tan socialdemócratas. Están infectados de falsoliberalismo. Lo llegan a reconocer expresamente: «Pido perdón por la contradicción entre mi persona —facha heterodoxo neoliberal— y mi personaje —rojeras heterodoxo anal-fetal—». Hacen como que se quejan, pero están complacidísimos con «lo que ya me dan por mi pisito».
Por su parte, los liberales beneficiarios del artefacto, están diciendo que la solución es la
Gran Intervención por el Sector Privado, que, según ellos, estaría siendo boicoteada por izquierdistas que infestan el sector público.
Pero estos liberales no son genuinos. Son falsoliberales-neoliberales. Sus cimientos son izquierdistas. Hablan como marxistas y muchos son ateos y presumen de serlo. Son obreros-propietarios inmorales, incluso delincuentes, algunos confesos.
¿Qué harías tú si tu puesto de trabajo, como los de los políticos, dependiera
cada cuatro años de un examen tipo sí o no (como en el Coliseo romano) por una masa amorfa que tiene dos tercios de su hipotética riqueza 'himbertida' en que la vivienda sea artificialmente escasa?
La democracia formal burguesa ha degenerado en
dictadura del propietariado. La cuestión es que esta es anticapitalista por definición. Sin Trabajo no hay Capital y no hay Capital por encima de determinado nivel de retribución al Trabajo.
La degeneración se extiende al baile de máscaras ideológico que comentamos.
El talón de Aquiles del artefacto es que,
sin alza permanente de valores de catálogo no funciona, se desmorona. Solo se compra caro por miedo porque se cree que va a ponerse más caro aún y que estamos lejos de que la situación cambie (esto segundo lo pensáis incluso algunos de nosotros). Pero la verdad es que
los salarios no pueden acompañar esta estúpida escalada sin dañar las rentas empresariales, es decir, sin dañar al Capital.
Estamos en el punto 'O Mao o Ma_oma', o plan o zocos. Y el plan ya está en marcha.
Ahora, el objetivo estratégico es
castrar las fuerzas antiplan. Estamos en ello. Hay grandes avances en los consejos de administración de la banca de depósitos, por ejemplo. También, entre la juventud, que ya no se plantea comprometerse con un artefacto que percibe muerto y se va de alquiler porque «comprar caro es de gilipollas». En el propio sector,
nadie se cree los valores de catálogo y fantasean con un 'deus ex machina' que les ponga gratis los contadores a cero (reestructuración inmobiliaria, 'campeón nacional' del alquiler, etc.).
En el corto plazo, llevamos unos meses con la operativa del plan intervencionista semiparalizada esperando con paciencia franciscana a que salgan del escenario las expectativas de cambio político en EE. UU. Las elecciones, por fin, son la semana que viene. Da igual quien gane. En EE. UU. se hará lo que los cuarteles generales del capitalismo tienen decidido que se tiene a hacer porque lo dicta el ortograma capitalista: plan, nada de zocos.
No entiendo cómo hay, entre nosotros, quien piensa que las mayorías naturales electorales están por encima del Capital.
Para el capitalismo, actualmente, no hay tanto problema. Tiene bien puesto el escudo en el sistema financiero primario, tanto en la banca de depósitos, como en las grandes empresas.
Se trata solo de un problema de Activo ficticio que es de gestión meramente contable:
sobra el 60% de los valores inmobiliarios contabilizados y se va a llevar a Pérdidas prudentemente —de acuerdo con cómo se planifique—. 'Write off'. Punto pelota. Al día siguiente seguimos comiendo lo mismo y durmiendo igual de bien. No es como cuando están en peligro los depósitos bancarios o las pensiones.
La sobrevaloración de la deuda pública era mucho más estresante y ya ha pasado lo peor. Ha habido que hacer unas cuantas fusiones bancarias en el centro del sistema —en España ya las teníamos hechas, aunque falta una importante—; y sanseacabó. Esta vez ni siquiera necesitaremos mascarillas en forma de bancos malos o malolientes. China ha enseñado al mundo cómo se hace: plan y más Estado, porque
con quien está comprometido de por vida el hipotecado es con la sociedad. Pasamos su cuenta al Estado y este proveerá.
¿Lo sentimos por el falsoliberalismo neoliberal, ya de izquierdas —niñopollista—, ya de derecha —putodefensor—? No. Han tenido cuatro décadas para intentar hacer funcionar su distopía de soberaniitas individuales, todos capitalistitas en indiferencia mutua. ¡Que les den!
Ahora toca volver al liberalismo clásico, al Estado, al bienestarismo, a la tradición, en suma, al Trabajo & Empresa, al capital de verdad.
La solución 'Sector Privado' ya está funcionando pero es impotente. Es lo que se intentó, por ejemplo, a caballo del 'Tourning Point 2026'. Antes de este se construyó más de lo razonable; y después, no se construyó lo suficiente. Ya está visto qué pasa con la recetita 'Sector Privado': o sacan el 40% o no trabajan.
Le ha llegado la hora, pues, a la solución 'Sector Público'. Y a nosotros nos da igual que sean los socialdemócratas quienes anden diciéndolo. Lo hacen en su nombre, pero por cuenta del Capital.
Contra el ladrillo, viva el capital, viva la libertad.