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Yo me refería a que los ejemplos que pone de neolenguaje yo creo que no lo son tanto. En esa frase de "vivir por encima de las posibilidades" no hay ningún neologismo, ni tergiversación en el significado literal de ninguna parabra. Otra cosa es que la afirmación sea más o menos discutible según a quién se le aplique. Personalmente, eso de que "si me daban el crédito aunque yo no pudiera pagarlo entonces entraba en mis posibilidades" es una perversión del significado de una frase de la abuela que tenía un significado claro (gastar más de lo que puedes pagar), purito sentido común. Y lo hace agarrándose al significado de "posibilidad" en el diccionario, aplicando la acepción que no es. Burdo.
... y por último a un video de esta colgado un poco más arriba en esta misma página por NosTrasladamus, en el que se entrevista a José Luis Sampedro en el programa de LaSexta "Salvados", y en el que éste hace un razonamiento parecido sobre lo de "vivir por encima de nuestras posibilidades". Esta claro que su interpretación (y la mía) puede ser considerada una perversión de la "frase de la abuela" (especialmente si viniera directamente de la abuela . Pero resulta que lo pretende expresar el artículo, es que una estamos ante una frase incesantemente repetida en el contexto mediático-institucional con la clara intención de conformar un discurso interesado en polarizar responsabilidades en la ciudadanía y no en la banca. ¿No podríamos considerar esto al menos igualmente perverso?. Se oye poco lo de "prestaron por encima de sus posibilidades", que no es ninguna tontería. Efectivamente, prestaron por encima de sus posibilidades, y ahora los muy cucos quieren zafar y e eso estamos. Pero es que las dos cosas pueden ser ciertas ¿no? De alguna manera la una implica/necesita la otra. Cuando alguien -y yo el primero- dice que todos somos responsables se sobreentiende que cada uno lo es a su manera. Y que una cosa es ser responsable y otra culpable de delito, como pasa con muchos bancos o políticos. Hemos vivido y gastado por encima de lo razonable, de nuestras posibilidades. Como estado y muchos particulares pánfilos que se creyeron lo del capitalismo popular. Y encima lo hemos despilfarrado y dejado robar votando por debajo de nuestras posibilidades, como dice el artista. Negarlo me resulta infantil, sin querer ofender ni a usted ni a SamPedro, que suele tener más razón que un santo. El texto pretende sumar en los intentos de desvelar las manipulaciones ejercidas a través del lenguaje y para ello juega rudimentariamente con ese par de ideas. Sin más interés que sumar en la difusión de otros modos de percepción, por eso se avisa que no se atiende en rigor al concepto "neolengua".Es que "neolengua" es en sí mismo un "palabro", por eso podemos decir cada uno a qué nos suena y a ver que hace el darwinismo semántico jejejejejeY así entre excusillas varias y echando mano vilmente del argumento de autoridad (vía Sampedro), me voy despidiendo, no sin antes felicitaros de nuevo por este hilo "guapo" que habéis construido.Está permitido el truco rastrero cuando tan elegantemente se anuncia, caballero ( :Saludos y gracias por leer el articulillo.
¿Cómo nos hemos metido en este lío?En 1975 una crisis financiera de causas aún desconocidas llevó a la ciudad de Nueva York al borde de la bancarrota. Inmediatamente los banqueros se lanzaron a pedir el recorte de los servicios públicos, la destrucción de los sindicatos y la subvención de las empresas. Los mismos argumentos en similares circunstancias llevaron a Margaret Thatcher al poder en el Reino Unido. “No hay alternativa”. “No hay alternativa”. Lo repitió hasta convencer a los británicos de que el único camino hacia la recuperación económica pasaba por el desmantelamiento de los servicios públicos. Sin la reiteración de determinados argumentos los ciudadanos no habrían acatado sus medidas. Sin eso… y sin la amenaza que suponía el Comunismo. Pero la división del mundo en bloques estaba condenada a desaparecer. Los ciudadanos ansiaban la libertad en todas sus acepciones: Lech Walesa y el sindicato “Solidaridad” se rebelaban en la Polonia de los ochenta mientras la URSS se descomponía incluso antes de la caída del Muro de Berlín en 1989. La desaparición del comunismo en Europa posibilitó la instauración del mercado único basado en “cuatro libertades”: mercancías, servicios, personas y capitales. Desafortunadament ha sido esta última la que ha prevalecido por encima de las demás. La desregulación financiera y el auge de una economía especulativa en detrimento de una productiva han provocado un desastre sin precedentes que pone en peligro la supervivencia de la UE como proyecto político, social y económico.Lenguaje y discursoRobándole el titular al articulista George Monbiot, nos preguntamos cómo nos hemos metido en este lío. La respuesta para casi todos los expertos se encuentra en una forma de capitalismo extrema y descontrolada. En aras de alcanzar la ansiada salida a la crisis, los ciudadanos de los países desarrollados aceptan con democrática sumisión el socavamiento de derechos laborales, sociales y políticos mientras sus gobernantes diagnostican un “coma” para la mayor herramienta de cohesión social que Europa ha tenido, el Estado de Bienestar. De nuevo suena el estribillo de la canción: “no hay alternativa”. Sin embargo, llevar a cabo este proceso “de la noche a la manaña” era imposible. Según Hayeck, padre de lo que hoy conocemos como neoliberalismo, tardaría al menos una generación imponer ciertas ideas en la sociedad. Básicamente: reivindicar la máxima libertad para el mercado frente a una mínima intervención del estado, reducido a mero creador y defensor de los mercados y la propiedad privada, dejando el resto de tareas a las empresas que proporcionarían los servicios básicos –entre ellos Derechos Humanos como la educación y la salud- al tener como motivación el beneficio. Esta la teoría. En la práctica, el neoliberalismo sin control genera una crisis tras otra que luego solo puede resolverse con aquello que más detesta: la intervención del Estado.En el Reino Unido pre-Thatcher una de cada diez personas vivía bajo el umbral de la pobreza. Tras su paso por el gobierno esta proporción de elevó a una de cada cuatro. Los diez años de administración Reagan cambiaron la distribución de ingresos en Estados Unidos por políticas desarrolladas desde la Heritage Foundation su principal think tank: mientras el uno por ciento que ya era muy rico aumentó en un 50% sus ingresos, el 10% más pobre perdió un 15% siguiendo la norma no escrita de “cuanto más bajo estás en la escala, más te empobreces”. Entonces ¿cómo una doctrina generadora de tal desigualdad ha sido aceptada?. ¿Cómo el minúsculo grupo de la Universidad de Chicago ha salido del gueto y se ha extendido al mundo?. Para Susan George ha sido gracias a la creación de una enorme red internacional de fundaciones, instituciones, centros de investigación, publicaciones, expertos, escritores y relaciones públicas que “desarrollan, empaquetan y lanzan sus ideas sin descanso”. Sin duda el lenguaje y su uso discursivo han sido claves.El discurso del “sentido común”Sus argumentos han calado en las sociedades desarrolladas valiéndose de referentes comunes en la forma, pero no en el fondo, a los que usaron anarquistas y sesenta y ocho mayistas al referirse al “estado opresor”. Pero frente a la utopía que destilan citas como la conocida “Sed realistas, pedid lo imposible” o “Si no puedo bailar, no quiero ser parte de vuestra revolución” de la anarquista Emma Goldman se opone frontalmente la racionalidad del Pensamiento Único. Este concepto, acuñado por el sociólogo Ignacio Ramonet en la edición francesa de Le Monde Diplomatique de 1995, es una “visión social, una ideología, que se pretende exclusiva, natural, incuestionable”. De ahí que el lenguaje neoliberal se describa a sí mismo como “de sentido común”. Para asegurarse la globalización del discurso se escogió como lengua vehicular el inglés: wealth creators, tax relief, big government, consumer democracy, red tape, compensation culture, job seekers y benefit cheats son términos de nuevo cuño donde el lenguaje del mundo de los negocios da un salto e invade otros terrenos como el cultural, el social o el político creando nuevos conceptos cuyo fin es cantar las bondades del capitalismo, como su identificación con libertad y democracia. El lenguaje público y político se reformula dándole la vuelta a las palabras y aparece la figura del spin doctor, el nuevo asesor político, el storyteller que convierte hechos en historias jugosas o al menos digeribles para los electores. Uno de sus mayores exponentes fue Alastair Campbell, Director de Comunicación y Estrategia de Tony Blair hasta 2003 acusado en dos ocasiones de presentar ante la prensa informes falsos para justificar la invasión de Irak.Dándole la vuelta a las palabras: la neolengua Lingüístas críticos con el neoliberalismo como Marnie Holborow han estudiado su impacto en el ámbito educativo, en concreto en el universitario. Las universidades son “competidores” entre sí mientras que los estudiantes son el “target” o “unidades de recursos”. Incluso se habla de “la industria de la universidad”. En España la nueva versión de Educación para la Ciudadanía -rebautizada como Cívica y Constitucional- subraya “el papel de la iniciativa privada en la generación de la riqueza”. En Irlanda por ejemplo, el boom económico vino de la mano de la privatización del sistema educativo. De hecho la Universidad de Handbook usaba como lema en 2002 “Vosotros, estudiantes, sois nuestros clientes”. Ni rastro de Pedagogía ni de Didáctica. Es la re-semantización que cambia el significado original de las palabras y la economización.Aunque si alguien ha resultado útil para el asentamiento de esta neolengua han sido los medios de comunicación. Eufemismos puros y metáforas como “ticket moderador”, “ponderación del gravamen”, “ajustes”… contaminan la noticia. El lenguaje periodístico -que según el manual de estilo de RTVE debe ser “preciso, claro, breve, emplear verbos de acción e informar en positivo”- es otra víctima del virus de la re-semantización. Y si esta por sí sola no funciona, se ridiculiza o ignora a los grupos y agentes sociales que se oponen a sus medidas. Los mass media españoles están llenos de ejemplos en el tratamiento despectivo del 15M o de todos aquellos contrarios a las medidas impuestas por Bruselas. Entristece pensar que hace una década las palabras que Durao Barroso ha dirigido a los griegos ante la celebración de nuevas elecciones probablemente llevarían la palabra “chantaje” en alguna parte del titular. Esto nos arrastra a una conclusión más dolorosa aún si cabe: la erosión del Periodismo y de la democracia.
Según Hayeck, padre de lo que hoy conocemos como neoliberalismo,
Citar Según Hayeck, padre de lo que hoy conocemos como neoliberalismo,Ein? Un tipo dice que es "de Hayeck", y dice seguirle en un 90%... aunque luego en realidad esos "detallitos de divergencia" que le separan de su "maestro" resulta que le dan la vuelta a todo y consigue montar un chiringuito a escala mundial a cuenta de la imagen de un economista de prestigio.... ¿eso convierte a Hayeck en padre de sus fechorías? Yo no he estudiado economía, digamos que soy un "enteraíllo" que se ha leido alguna revista, un par de blogs, pasea por foros y ha visto algúnos documentales más o menos sesudos (lo justo) y poco más. Así que igual patino, corregidme si me equivoco: Si los que llamamos "neoliberales" son los que hablaban de la jungla financiera, sistema monetario semiprivado, reserva fraccionaria, intevencionismo a medida de corporaciones.... ¿son esos? Si son esos, ni Hayeck, ni Lobbe, ni Smith ni hostias. Son un simples HDLGP y me cisco en el HDLGP que les puso el nombre "neoliberales". Vaya manera de confundir, menudos artistas. En fin... Todo timo necesita teatro y apariencia, al menos lo necesario para satisfacer el entendimiento y rigor de su víctima, que en el páis del fútbol como expresión de cohesión y debate social es especialmente fácil.). O quizá fue un adversario de izquierda quien les bautizó así, aprovechando la evidente desfachatez de esa castuza primigénea para desacreditar a quienes REALMENTE eran sus adversarios filosóficos. En cualquiera de los dos casos, da igual quien fuera el del nombrecito y la asignación de parentelas filosóficas. Para mi un perfecto ejemplo de neolenguaje perro y que va a costar un huevo aclarar.El único nexo que se me ocurre entre neoliberales y Hayeck es MFriedman, Por las estrevistas que le he visto (hay horas en youtube) me pareció una versión completamente deshumanizada del las conclusiones de Hayeck, y en ciartos aspectos importantes un adversario. Ahora que lo pienso... igual fue Friedman el autor del palabro o quien se lo inspiró a alquien. Eso tendría sentido.Corregidme en esto si me equivoco, por favor, porque forma parte de mi andamiaje en construcción y como autodidacta impenitente a menudo hago esquemas que les faltan datos (como contrapartida me salvo de mucha tendenciosidad de supuestos gurús académicos y lo poco que sé más que adquirido es construído. eso me gusta.) Gracias ( :
Lo que está sucediendo es que nos están sometiendo a un proceso de *saqueo* CALCADO, a los procesos neoliberales que practicaron con latinoamérica con la excusa de la "crisis de la deuda" desde los 70, 80 y 90
Cualquier link a documentación será bienvenido
¿cual sería la palabra que usarías para este sistema que nos imponen, EsquenotengoTDT?)
EsquenotengoTDT, no creo que vd. se equivoque. En mi opinión Friedman es en buena parte el culpable, aunque las cosas ya tendían por ahí.Verá, ningún idealismo, económico o no, resiste el primer contacto con la realidad.¿Acaso cree vd. que lo de Stalin o lo de Mao guarda alguna resemblanza con el comunismo teórico? Le puedo asegurar yo que más bien poco; y esa diferencia se hace mas grande en la esencia que en los detalles.Igualmente, el liberalismo, al acercarse al poder, acabó bien retorcido. Y nos ha dado lo que tenemos ahora.Nunca he visto gran diferencia entre las quejas de los liberales de "es que esto no es liberalismo de verdad" (USA o UK recientes) y las de los comunistas de que "Eso no es comunismo de verdad (URSS o China).Las ideas estan geniales, pero cuando se corrompen de tal forma, es por algo.
2.- Si consideramos una teoría más o menos idealizada de un ámbito humano (ya sea éste el económico u otro), no es posible, ni siquiera a priori aceptar la dualidad sujeto-objeto implícita y esencial en toda ciencia factual. Por ello, la objetividad siempre es ahí algo quimérico (lo cual mina, por cierto, toda pretensión de ése supuesto pensamiento único de que es "objetivo, y el único posible").¿Y si simplemente se trata de dejar la parte teórica en andamiaje y contruír la realidad con capacidad de adaptación a variables pero estrictamente dentro de ese marco/andamio, sin salirse del objetivo y estrategias "ideales"? Y si eso se hace imposible, entonces revisar ese andamiaje, está claro que le falta algo, que ha obviado algo importante.Por ejemplo, tu siguiente punto, que considero FUNDAMENTAL:3.- Si lo miramos con un punto de vista más "con los pies en la tierra" de versión idealizada de la realidad humana vs realidad en bruto, debemos tener en cuenta ante todo la obviedad de que su sujeto son seres humanos, y si pretende dar cuanta de sus comportamientos, al final serán seres humanos quienes los ejecuten, para bien o para mal, y si la teoría es de un tipo muy idealizado (ya sea ésta marxista o liberal, por poner dos ejemplos paradigmáticos), enseguida se constata que más importante que las idealizaciones de lo que debiera ser, es lo que los hombres concretos realmente hacen, y de qué pasta están hechos. Sin considerar la naturaleza humana, y su expresión en cada individuo, ésas teorías idealizadas no puede sorprender entonces que se compadezcan tan mal con los resultados de quienes dicen ser sus defensores.Tal cual, es justo lo que quise decir incluyendo "psicología" entre las capas de análisis de la realidad o síntesis de soluciones necasarias para definir una estrategia económica APLICABLE.
Como con los ecosistemas, cuando creíamos que sabíamos nos atrevimos a intervenir, y en seguida vimos que es un error temerario porque las evolución de las cosas NUNCA se para donde uno querría y si lo intentas acabas siempre con resultados inesperados. Por ejemplo, cuando se intentaba "mejorar" entornos importando o favoreciendo determinadas especies o condiciones. Vaya desastres que se hicieron hasta que aprendimos que la mejor intervención en la naturaleza es NINGUNA. En el caso de la economía, lo que hace falta es perseguir el fraude. No sé que otras cosas podrá haber defendido Hayeck, pero en esto estoy 100% con él.