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...Lo he contado más veces, elabanico de salarios funcionariales en la II República recuerdo que incluía a maestros de elite que cobraban casi 10 veces lo que uno novato, pero la estructura era muy piramidal y pocos alcanzaban la cúspide. Esto aquí se ve con recelo y se ha optado por lo opuesto, generando desmotivación y agravios comparativos en personas que realmente aportan mucho y reciben poquísimo y seguramente se conformarían con recibir un poco algo más decente y estable, que tampoco piden la luna. Y se debería, evitando el enchuifismo y la arbitrariedad, tratar de ofrecer algo más en forma de primas a la excelencia en un buen abanico de puestos. Claro que con extrema transparencia y exigencia en los procesos de selección para no caer en los vicios tan españoles que todos tenemos en mente.
Y una cosa curiosa es que en España hay odio-pánico a la psicometría como medio ciego de selección. Nunca se utiliza como primer filtro de modo no torticero cuando en anglolandia ocurre lo opuesto.
Grecia: de nuevo, otra vez; otra vezSantiago Niño Becerra - Lunes, 23 de MarzoEs la pregunta del momento: ‘¿Qué va a suceder con Grecia?’. Pienso que la cosa es muy simple y puede resumirse en una sola pregunta: ¿se quiere que Grecia continúe existiendo como país europeo aún con sus particularidades particulares o se desea que Grecia deje de existir?Se puede decir más alto, pero no más claro: Grecia-no-puede-pagar-lo-que-debe. Evidentísimamente no puede pagar el principal de su deuda, pero el problema ha llegado cuando ya ni los intereses podía pagar: España (todos) no puede pagar su principal, pero está pagando los intereses de su deuda (a cambio de no atender otros ámbitos, claro).Grecia está socialmente deshecha y económicamente quebrada. Está viviendo con respiración asistida, y para seguir asistiéndole en su respiración se le piden más recortes y se le impide crecer lo poco que puede crecer; y si no aplica lo que se le dicen el miedo vacía de capitales el país y de depósitos sus bancos.Y siempre es la misma historia. Hacia una economía con posibilidades de negocio se dirigen capitales, fondos ociosos, dinero, bits de ordenador. Los créditos hacia las figuras públicas y privadas aumentan. Se invierte, de consume, la demanda interna crece. El país ‘va bien’. Luego se agota la capacidad de endeudamiento, la música deja de sonar, y llega el adiós; y aterrizan los MiB para estudiar el rescate de esa economía enferma. Y en el caso de Grecia está el euro: el haber metido en la moneda única a una economía que no debía haber entrado o que no debía haber entrado como entró.Grecia se halla al borde del colapso social. Crecientes bolsas de su ciudadanía están viviendo en condiciones de país subdesarrollado, en Europa, si; un miembro del euro, efectivamente. En pura lógica, si tan rebelde e inconsciente es Grecia, ¿por qué no se la expulsa del euro y se la aísla como se hacía en el siglo XVIII con los barcos infectados de cólera?. ¿Por ética? ¡No! Por los efectos que eso tendría. Y luego dice M. Juncker que a Grecia, y a otros, se les ha tratado indignamente. ¿Por qué no lo dijo un año antes?.Pienso que se va a llegar a un acuerdo porque a quienes hacen la economía no le interesa romper la baraja y colocar un foco de inestabilidad en el Sur de Europa con posible penetración (mayor) de Rusia y de China; pero Grecia, en el mejor de los casos, va a retroceder veinte años, en el estándar de vida de su población, en las capacidades del país: haga lo que haga Grecia no va a regresar al 2004, al igual que España no va a volver al 2006. En el mejor de los casos.http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/18/actualidad/1424280462_700692.html@sninobecerraSantiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
El mundo del Factor TrabajoSantiago Niño Becerra - Martes, 24 de Marzo“Hay mucho paro. La economía está estancada. Esto no marcha”. Quien eso dice se refiere a Francia. Es Philippe Martínez secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), el principal sindicato francés. Por favor, comparen las cifras de la economía francesa con las de la española: desempleo, productividad, riqueza, salario medio real, tasa de pobreza, …; y aquí el Presidente del Gobierno dice que la crisis ya es historia.“¿Y cómo valora las reformas que se están poniendo en marcha?”, pregunta el periodista que entrevista a M. Martínez. “La política que desarrolla el Partido Socialista francés no parece propia de un partido de izquierdas. Hace una política de austeridad, con ellos aumenta el paro, el país no crece… La gente ve que no son capaces de solucionar los problemas”. Pero la respuesta, pienso, debería ser otra: ‘el Gobierno tiene que hacer lo que los mercados le dicen que tiene que hacer: los mercados votan cada día, y las consecuencias van en otra dirección; y eso no importa’.Dice el sindicalista: “En Europa dicen todos los gobiernos lo mismo: no hay otro camino que el que hemos elegido. Y nosotros les decimos que sí hay otros caminos”. Pero, ¿lo hemos elegido?. ¿Qué otras opciones habían?. Ahora, y antes: ¿ya nadie recuerda la postura de M. Mitterrand en Mayo del 68?.Y sigue: “Ellos insisten en que el problema está en los salarios, en el nivel de protección social, en la competitividad… No. El problema es el coste del capital, el beneficio del capital. Cada vez hay más pobres en Europa y, en cambio, los dividendos de las grandes empresas crecen”. Pienso que es necesario ir más allá: quienes perciben los salarios medios, quienes precisan de la protección social, ¿son quienes poseen los medios de producción?; la respuesta es negativa. Luego, como el Capitalismo, por principio, tiende a la concentración de la renta, de la riqueza, de la producción, del capital, … y la función compensadora del Estado ya no está de moda …Y continúa: “(…) los sindicatos europeos tenemos que coordinarnos, tenemos que conseguir que los trabajadores tengan más derechos”. De una lógica aplastante, y más hoy, el problema es que la demanda de trabajo es muy inferior a la oferta de trabajo; sobra población activa; y en ese escenario lo que impera es el ‘Y yo, por menos’; y las revoluciones tampoco están de moda.Y la competitividad: siempre sale: el entrevistador pregunta: “También está abierto el debate sobre el límite laboral de las 35 horas por semana”. Y la respuesta es: “Yo defiendo que no hay que aumentar esa cifra, sino todo lo contrario: hay que reducirla. Yo apuesto por las 32. En Francia hay cinco millones de personas que no tienen trabajo o tienen trabajos muy esporádicos o precarios”. El único problema es que con el reparto del tiempo de trabajo la productividad cae, el empleo se precariza, los ingresos salariales se hunden. Se reparte lo escaso, pero la demanda de trabajo no aumenta. (Por cierto: la tasa de paro española más que duplica a la francesa; y encima la tasa de actividad de España es bastante menor que la de Francia).Y puntualiza: “Hay que lograr que todo el mundo tenga un trabajo. Hay que repartir el trabajo. El consumo aumentaría y la producción crecería”. Suponiendo que se impusiera, sería un consumo de bajo valor porque baja sería la renta al ser menor el tiempo trabajado. El tiempo de trabajo es elástico en cada momento, pero la demanda de trabajo no.Yo, a M. Martínez, le hubiese formulado otra pregunta: ‘¿Qué opina sobre lo que dijo la Canciller Angela Merkel en relación a que la alternativa a que los jóvenes tengan un trabajo peor pagado y con menos derechos es que no tengan ningún trabajo?’.No tiene desperdiciohttp://economia.elpais.com/economia/2015/02/20/actualidad/1424452508_932233.html@sninobecerraSantiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
Estándar de vidaSantiago Niño Becerra - Miércoles, 25 de Marzo¿Y si existe un límite al estándar de vida al que un ciudadano medio puede aspirar?. Gran parte de la deuda pública y de la deuda privada que está circulando por los mercados se emitió en su momento, se adquirió, para mejorar unas condiciones de vida: inversiones, adquisiciones, obras; realizaciones que incidiesen positivamente en ese estándar de vida que, por definición, siempre debe ir en aumento. Unas deudas que se contrajeron porque no había dinero en el bolsillo para pagar al contado tales mejoras … en un entorno en el que existía un enorme exceso de liquidez, es decir, de bits de ordenador que era admitido para pagar cosasLas inversiones se hicieron, las obras se ejecutaron; y dejando ahora al margen su conveniencia, o no, sus servidumbres y clientelismos políticos, y personales, al final se llegó al agotamiento de la capacidad de endeudamiento y al momento en que las deudas debían ser satisfechas. Y en un montón de casos las deudas no pueden ser pagadas y para una mayoría de actores no cabe ya más deuda en sus sacos.Desandemos el camino. Si aquellas emisiones monstruosas de deuda no se hubiesen realizado, si aquellos créditos gigantescos no se hubieran contraído, el mundo no hubiese ido lo bien que fue, pero hoy el mundo no tendría ni la décima parte de problemas que tiene; el mundo sería más pobre, pero también infinitamente menos dependiente, el mundo y sus habitantes.No, no voy por el lado de ‘¿Valió la pena?’, siempre he pensado que el pasado, pasado; pero mirando hacia atrás y visto lo sucedido la pregunta es automática: el estándar de vida al que el mundo y sus moradores pueden aspirar, ¿es ilimitado?. Es decir y caricaturizando, ¿todos tenemos que dar por descontado que tenemos que tener un Ferrari?.La cosa tiene miga porque si se llega a la conclusión de que sí existe un límite al estándar de vida al que se puede llegar, eso supone un cambio radical en el modo de funcionamiento del sistema, es decir, del modelo vigente. Entonces, ¿sería ese reconocimiento un elemento del nuevo modelo que ya se está diseñando en los laboratorios de los diseñadores de modelos?.Claro, se estarán preguntando que, si existe ese límite, ¿por qué la creciente concentración de producción, patrimonio, riqueza que se está produciendo de forma hiperacelerada en el planeta?. Su reflexión tiene mucha lógica, pero eso lo dejaremos para otra ocasión. De momento pueden ir pensando en lo del límite del estándar de vida.@sninobecerraSantiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
La remuneración de los empleados públicos – 1Santiago Niño Becerra - Jueves, 26 de MarzoHoy y mañana vamos abordar un tema polémico, muy polémico: la remuneración de los empleados públicos. La causa de la polémica, pienso, es que, tradicionalmente, el tema se ha abordado de forma parcial, sesgada, incompleta. Lo que he escrito lo he elaborado a partir de un estudio realizado por un alumno hace un par de semanas. (Fuente de todos los gráficos: http://http//www.ciencia-explicada.com/2013/09/graficas-poder-adquisitivo-de-los-empleados-publicos-en-espana-1981-2014.html )Este primer gráfico recoge, por un lado, la evolución del poder adquisitivo de los empleados públicos en España entre 1981 y el 2014; por otro la evolución del nivel de precios. Ambos tomando como referencia el índice 100 en 1981. Pienso que no hace falta darle muchas vueltas a las conclusiones: desde el inicio de la serie los empleados públicos en España han ido perdiendo poder adquisitivo real de forma progresiva, creciente, continuada; pérdida que se ha acelerado tras las congelaciones y reducciones de estos últimos años.Podría chocar esta realidad con esa otra que dice que, para trabajos equivalentes, las remuneraciones del sector público son superiores que las del privado; pero pienso que no se produce tal choque: suponiendo que las comparaciones se hayan hecho homogéneamente, lo único que indicaría tal conclusión es que los trabajadores del sector privado habrían perdido más poder adquisitivo que los del público.El segundo gráfico muestra la evolución acumulada del poder adquisitivo de los empleados públicos desde 1982. Lo evidente: en estos 32 años los empleados públicos españoles han sufrido una caída en su poder adquisitivo del 38,8%. Una exageración sólo compensada por la facilidad en el acceso al endeudamiento de la que ‘gozó’ la población española desde mediados de los 90 y, sobre todo, desde el 2001.Las caídas son en cascada, incontenibles, tan sólo se producen pequeñas recuperaciones entre el 91 y el 93 –coincidiendo con el boom olímpico y el de la Expo– y entre el 2007 y el 2009 como eco rezagado de la época anterior.Los dos problemas fundamentales que experimentan los salarios en España son, por un lado, que, salvo excepcione contadas, de por sí son bajos debido a que lo es el valor añadido generado; y por otro, que la inflación habitualmente ha sido elevadísima y ello ha afectado muy negativamente a unas rentas que, la mayor parte del año, pueden ser consideradas como fijas.@sninobecerraSantiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
La remuneración de los empleados públicos – y 2Santiago Niño Becerra - Viernes, 27 de MarzoBien. Introduzcamos otra variable: los salarios totales. El gráfico mostrado a continuación recoge, tomando como índice 100 el valor en 1992, de la evolución en España de losprecios, la mediana de los salarios y el salario público medio.Ya desde el principio tanto el salario mediano como el salario público ha ido por detrás de la evolución de los precios. Lo fueron antes de la fase del ‘España va bien’, durante dicha fase, y con posterioridad ya en la crisis, de hecho las mayores diferencias se dan durante la crisis. Y curiosamente, la caída en los precios no beneficia ni siquiera mínimamente a los salarios de los empleados públicos debido a la congelación que estos han experimentado. Nuevamente se aprecia que fue gracias al acceso masivo al crédito como pudieron los asalariados introducirse en la fase del consumo masivo, a la vez que son evidentes los problemas que hoy los asalariados tienen para hacer frente a sus deudas.Como resumen un gráfico aún más demoledor si cabe: la variación del poder adquisitivo de todos los asalariados y de los empleados públicos en España respecto al valor que ambos tenían en 1992 y que se ha igualado a 100.En 19 años, el poder adquisitivo de los asalariados españoles ha aumentado 19,54 puntos porcentuales, aproximadamente y redondeando a un punto por año, y netamente por debajo de la inflación como anteriormente se ha puesto de manifiesto; pero es que el poder adquisitivo de los empleados públicos por separado se ha hundido la friolera de 34,49 puntos.Es decir, un empleado público medio que en 1992 percibía 100unidades salariales, en el 2011 estaba percibiendo 65,51 en términos reales. Nótese que en el período 1992 – 2011 han estado gobernando partidos de diferente color.¿Dónde está el megachollo de ser empleado público? ¿En que el empleo es para siempre?. Eso sólo para una parte, y en todos los casos alguna vez han sido señalados como holgazanes y estigmatizados por ser portadores de una canonjía. Y no, no me estoy reivindicando: la URL es un centro totalmente privado.En España la valoración que en las últimas décadas se ha hecho del factor trabajo ha sido progresivamente a la baja, ‘compensada’ por la concesión, fuera de toda lógica, de crédito prácticamente ilimitado. Eso ha sucedido en todos los sectores y a todos los trabajadores, pero en el caso de los empleados públicos ha sucedido más. Y eso no se ha reconocido.@sninobecerraSantiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
Es verdad que alguinos colectivos públicos han sido maltratados.