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Déficit de tarifa o el camino hacia otro serio problema financiero en España ¿una nueva burbuja?Mª Josefa García Grande Fundación Gregorio Marañón - Martes, 06 de Marzo El pasado 2 de febrero, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) abría, a través de su web, un proceso de consulta pública para recabar opiniones y sugerencias que pudieran incorporarse al Informe que, por encargo del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, debe elaborar antes de que finalice el mes en curso. En dicho Informe el Organismo Regulador debe proponer qué ajustes considera necesario introducir en el marco regulatorio energético y, en especial, qué cambios serán precisos para poner freno al déficit tarifario en el sector eléctrico y evitar un posible déficit estructural, para el periodo 2012-2015, en el sector del gas.La iniciativa de la CNE, copiada de otra similar adoptada por Gran Bretaña, es cuanto menos insólita. En efecto, la CNE, que pone en marcha el proceso “con objeto de recoger las opiniones y sugerencias de todos los agentes interesados”, formula una serie de preguntas a las que es preciso responder en el plazo de ocho días naturales. Dada la complejidad de las preguntas y la urgencia con la que deben ser respondidas, no cabe duda de que además de agentes interesados, aquellos que quieran hacer aportaciones deben ser agentes muy especializados. Premura en el plazo y complejidad en la preguntas (como espinoso es el problema que se pretende resolver) que llevan a pensar que la CNE, más que ayuda quiere cubrir el expediente.En paralelo a esta consulta, el Gobierno aprobaba, en Consejo de Ministros, un Real Decreto Ley por el cual se establecía una moratoria a los incentivos económicos (primas) a las nuevas instalaciones del régimen especial (renovables, cogeneración y residuos) y al procedimiento de preasignación, último trámite para que las empresas se puedan inscribir y recibir las sustanciales primas con las que se viene apoyando a las denominadas energías verdes o limpias y a la cogeneración. La medida no tiene carácter retroactivo, y se aplicará sólo a las nuevas instalaciones en estudio o proyecto.En definitiva, la disposición no afectará ni a las instalaciones ya en marcha, ni las primas ya autorizadas, ni a las plantas ya inscritas en los registros de preasignación. Sí comportará la suspensión temporal e indefinida de los procedimientos de preasignación de retribución renovable y la supresión de los incentivos económicos para nuevas instalaciones.El Gobierno justifica la decisión por "la compleja situación económica y financiera" que vive el sector y la economía española, no comprometiendo, según el responsable ministerial, ni el cumplimiento de los objetivos de las renovables fijados para 2020 ni los compromisos europeos. Esta moratoria se adopta en tanto se pone en marcha una reforma integral del sistema eléctrico español, según las mismas fuentes gubernamentales.Según lo anunciado por el Ministro, la medida adoptada supondrá un ahorro de 160 millones de euros al año, dado que afectará, entre otros, a los proyectos que han solicitado entrar en el preregistro fotovoltaico, un total de 500 MW renovables que, por el momento, no se incorporarán. El déficit de tarifaEl déficit tarifario es la diferencia entre el monto total recaudado por las tarifas (que fija la Administración y pagan los consumidores) y los costes reales asociados a dichas tarifas (costes de adquisición, de transporte, y distribución de la energía más las subvenciones a determinadas energías y otras actividades y servicios).El déficit es una deuda que el Sistema, o lo que es lo mismo, los consumidores, mantienen con las empresas eléctricas, que son las que de forma temporal financian ese déficit (es evidente que el déficit tarifario no incrementa, ni tiene relación, con el Déficit Público, al menos por el momento). Este déficit tarifario pone en riesgo la viabilidad del sector eléctrico en España y los consumidores, sin remedio, tendrán que asumir, más pronto que tarde, la subida del recibo de la luz.Si el desajuste ha alcanzado ya dimensiones verdaderamente preocupantes (24.000 millones de euros, cerca del 3% del PIB), su ritmo de crecimiento (entre los 4.000 y 5.000 millones de euros anuales) y la forma en la que las empresas tradicionales lo están financiando, no invitan a la tranquilidad. Ojalá no nos encontremos, en un plazo relativamente corto, con otro serio problema financiero (¿una nueva burbuja?).Sea como sea, el déficit tarifario es insostenible, por los problemas que causa a las propias compañías eléctricas, porque altera la competencia, ya que si los precios de la energía no reflejan los costes, se distorsiona la demanda, la de los consumidores intermedios y finales, y porque terminará afectando a todo el sistema económico en momentos ya de por sí muy complicados. La capacidad instaladaLa demanda de electricidad se ha ido reduciendo desde el inicio de la crisis económica y no es previsible que se recupere en los próximos años. Esta caída en la demanda ha acentuado el exceso de capacidad instalada para producir energía eléctrica, que excede ampliamente a la demanda que se produce en los momentos de máximo consumo.El sistema eléctrico español no precisa de nueva potencia para satisfacer la demanda, al menos, hasta los últimos años de la presente década y menos aún precisa de más potencia en tecnologías inmaduras, con elevados costes de producción, que necesitan de importantes primas de apoyo. El régimen especial: las energías renovables en el contexto energéticoEl Régimen Especial (renovables y cogeneración) de producción de energía eléctrica se aplica a la energía eléctrica procedente de instalaciones solares, eólicas, minihidráulicas, tratamiento de residuos, biomasa y cogeneración, y se caracteriza porque estas instalaciones reciben, por su producción, el precio de mercado más una prima adicional por cada KWh que producen.En todos los países del mundo, la energía renovable viene siendo apoyada con subvenciones, por no haber alcanzado todavía la suficiente madurez tecnológica para poder producir de forma competitiva y por los beneficios medioambientales y sociales que genera, si bien las ayudas tienden a reducirse con el paso del tiempo a fin de incentivar sus propios procesos de I+D+i.En Europa, España, Portugal y Dinamarca son los países en los que mayor porcentaje de su producción eléctrica ha recibido subvención; España, con 6.000 millones de euros, y Alemania, con 5.600 millones, han sido los dos países que más han subvencionado, en términos absolutos, sus energías renovables; en términos relativos (considerando las subvenciones en relación al conjunto del mercado eléctrico de referencia), España se sitúa, con diferencia, a la cabeza del ranking comunitario (22,5 €/MWh consumido), siendo Alemania y Portugal los dos Estados siguientes en el escalafón (alrededor de 11 €/MWh). Países líderes en producción de energía renovable, como Dinamarca y Suecia, otorgan subvenciones entre 8 y en 3 €/MWh, respectivamente, y en el furgón de cola de las ayudas a estas energías, en términos relativos, están Reino Unido (3 €/MWh) y Francia (1 €/MWh).A finales de 2011 había en España 36.221 MW instalados de potencia en régimen especial, lo que supone alrededor de un tercio del total de potencia instalada. Dicho régimen especial cubrió, en el periodo mencionado, alrededor de una tercera parte del consumo. Se estia que para 2012 el régimen especial obtendrá ayudas por valor de 7.220 millones de euros, de los que el 71% estarían destinados a renovables (27% a eólica y 44 % a solar) y el resto a la cogeneración y a la producción con residuos.España ha mantenido una política energética de apoyo a las renovables cuestionable en no pocos aspectos; en éste, como en otros campos, se ha querido ganar terreno tan aceleradamente que se ha sobre-subvencionado este tipo de energía. Prueba de ello, y de las ineficiencias que ha generado son, por un lado, el sobrecoste unitario medio para el consumidor español de las renovables (22,5 €/MWh frente a los 10,7 €/MWh que soporta el consumidor alemán) y, por otro, se ha llegado al extremo de que algunas de las gigantescas plantas termosolares instaladas en nuestro país (por compañías atraídas al sector de la energía por las jugosas primas), utilizan gas natural para mantener sus instalaciones en funcionamiento durante la noche o cuando está nublado y poder, así, producir energía “renovable”. Esto, si no es fraude a secas, es fraude de ley y desde luego es una vía torticera para conseguir las suculentas primas con que este tipo de generación de energía es “premiada”.Por otra parte, España, pese a contar con precios del mercado mayorista menores que otros países europeos, tiene una factura eléctrica superior a la media, como consecuencia de las elevadas cargas que soportan los clientes a través de las tarifas de acceso debido a las primas o mecanismos de ayuda a ciertas tecnologías de producción de electricidad poco eficientes e inmaduras, como son las tecnologías solares.Las energías procedentes de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural) así como la energía nuclear conllevan problemas medioambientales nada despreciables; para España, además, suponen una fuerte dependencia exterior con las consiguientes consecuencias negativas para el déficit corriente (las tres cuartas partes de la energía primaria es preciso comprarla a suministradores externos lo que supone una dependencia excesiva y nos expone a un considerable riesgo por los movimientos geoestratégicos de sus productores.Frente a las fuentes energéticas tradicionales, las energías renovables generadores de electricidad, que en su mayor parte no consumen combustible y cuya fuente de energía primaria es inagotable, presentan indudables ventajas, pues evitan problemas medioambientales (emisión de gases o contaminantes y de efecto invernadero), favorecen al desarrollo local, generan empleo y contribuyen al desarrollo tecnológico.Pero no todo son ventajas; para empezar muchas de las tecnologías renovables –especialmente las solares- están todavía en fase de desarrollo relativamente inicial dentro de su curva de aprendizaje hacia la madurez técnica y hacia su competitividad económica autónoma frente a otras tecnologías de producción eléctrica. El incipiente desarrollo tecnológico conlleva que estas energías sean todavía caras e ineficientes, y que no puedan sobrevivir sin ayudas. Así, en España, el coste de estas fuentes de electricidad varía entre los algo más de 80 €/MWh de la energía eólica y los casi 450 €/MWh de la solar fotovoltaica, mientras que la nuclear se sitúa en unos 50 €/MWh y el ciclo combinado de gas los 60 €/MWh. Cuadro 1.- Precios totales recibidos por los distintos tipos de energías renovables en 2011 (€/MWh) Estas cifras recogen los precios totales= precio de mercado+ prima o subvención Un modelo eléctrico en crisisEn consonancia con lo que estaba ocurriendo en otros países desarrollados, y en especial en la Unión Europea, a finales de la década de 1990, en España el sector eléctrico pasó de ser un sistema regulado a un sistema que opera en libre competencia en generación y comercialización, manteniéndose regulado el transporte y la distribución. Desde entonces, los cambios en las actividades de suministro se han ido modificando hasta conformar un modelo bien distinto al que estaba vigente en las décadas previas.Por lo que a las tarifas se refiere, la separación entre actividades dio lugar a que se diferenciara entre dos intervalos del suministro:1. Por un lado está el suministro regulado, que está sometido a las tarifas integrales y tarifas de acceso, que fija la Administración y pagan los consumidores, respectivamente, y que teóricamente incluye todos los costes de suministro. 2. Por otro, el suministro competitivo o a mercado que paga una tarifa de acceso a las redes, más otra serie de costes de contratación y servicios. El precio de la energía lo pactan libremente suministrador y cliente.A estos cambios en la regulación del mercado hay que añadir, tal vez como más llamativo, el espectacular crecimiento de las energías renovables subvencionadas que en cinco años han pasado de cubrir el 12% de la demanda de electricidad al 26%, modificando sustancialmente la estructura de producción de energía y la operatividad del sistema, cambios que han obligado a replantearse el desarrollo de las redes de transporte y, sobre todo, de distribución para dar cabida a toda esta generación de energía eléctrica de origen renovable y altamente inestable.El desarrollo de las energías renovables, evidentemente, no ha sido ajeno a la política de generosas subvenciones practicada en España, que ha hecho que las primas concedidas a este tipo de energías hayan pasado, en apenas un lustro, de 1.246 millones de euros en, el año 2005 a más de 7.200 millones de euros en 2011, sin que ese aumento se haya correspondido con un incremento paralelo de las tarifas abonadas capaz cubrirlo. Esto significa que la cantidad pagada a las empresas que producen esta energía renovable ha sido muy superior a los ingresos de la tarifa que se cobra al consumidor por ellas.Esa diferencia, que como ya se ha repetido, llega actualmente a los 24.000 millones de euros, la financian, temporalmente, las empresas eléctricas tradicionales bien directamente o bien traspasando la deuda a terceros especializados que, evidentemente, cobran por sus servicios.Es ya inaplazable un debate sereno y objetivo sobre la situación en la que se encuentran las empresas eléctricas, y el conjunto del sistema energético, en el que el problema del déficit tarifario sea elemento central. Un debate que es técnicamente complejo y fácil de contaminarse con argumentos subjetivos, interesados y demagógicos. Es sencillo blandir el argumento de que sobre las espaldas de los consumidores recae siempre el coste de la mala gestión pública o privada, y que es esa mala gestión la que ha originado el déficit tarifario que ahora pagará la sociedad en su conjunto. Tampoco se puede ignorar que ha calado en la opinión pública la idea de que las eléctricas son un lobby que limita la competencia y actúa presionando a la Administración (gobierno de turno) en beneficio propio y en contra de los consumidores (¿es esto compatible con los datos que indican que España es el país en el que han entrado más nuevos competidores en generación eléctrica, con una importante caída de la cuota de mercado de los generadores existente?). En el extremo opuesto tampoco es difícil argüir que son las empresas eléctricas, agentes esforzados, las que prestan un servicio básico a la sociedad, y a las que la Administración se empeña en “exprimir” en beneficio del consumidor.Argumentos en una y otra dirección, muchas veces sin apoyo teórico y empírico, que requieren, insistimos, de un debate técnico (este no es problema sobre el que se pueda tener opinión “en general”) sereno en el que participen las empresas, la Administración, el regulador, el mundo académico y los representantes de los consumidores ¿La mejor forma de abordarlo es la que ha seguido la CNE, por los requerimientos apresurados del Ministerio? Evidentemente, no.No es un asunto fácil; pero resulta necesario tratar de explicar las razones que han originado el problema del déficit tarifario, en qué situación nos encontramos y que posibles alternativas existen; y todo ello sin demonizar a unos u otros.Las compañías eléctricas, con las que el Sistema, como se ha dicho, tiene contraída una deuda nada despreciable (24.000 millones de euros), asumen en la actualidad el coste de su financiación, si bien actualmente el gobierno organiza subastas para financiar dicho déficit –Titulización-, cediendo los derechos de futuro cobro a terceros especializados. Dicho en otros términos, el sistema de Titulización es un proceso por el cual un bien o conjunto de bienes se transforma en un valor transferible y potencialmente negociable en un mercado secundario organizado, de manera que activos no líquidos se convierten en otros que pueden generar liquidez inmediata. A fecha de hoy, se ha titulizado algo más de la mitad del déficit tarifario o de la deuda que se tiene contraída con las compañías eléctricas.Pero ésta sólo es una solución transitoria, que puede tener efectos secundarios (cualquier cosa que nos recuerde, aunque sea remotamente, los derivados financieros tóxicos que causaron la crisis financiera de 2008 debe ponernos en guardia) y que, por tanto, hay que poner en marcha medidas que cancelen o al menos reduzcan progresivamente la deuda viva, sin causar graves consecuencias sobre variables ya muy castigadas por la propia crisis económica: la demanda privada, el déficit público.No parece, sin embargo, que estemos en esta senda, pues la propuesta de Orden Ministerial, que debe revisar las tarifas de acceso a partir del 1 de enero de 2012, incluye una previsión de déficit para el citado año de 5.270 millones de euros, cuando el Real Decreto-Ley 14/2010 establecía, con total precisión, que el déficit previsto por esta norma no podría superar los 1.500 millones de euros en 2012.La factura eléctricaPara el común de los consumidores españoles, la factura eléctrica, o recibo de la luz, es un documento en el que se refleja el coste de producir la energía que consume más los beneficios empresariales; ni sospecha ni entiende –porque nadie se lo ha explicado- que en ese aparentemente inofensivo documento se esconde el gran monstruo que amenaza con dejarle a oscuras si no paga el “extra” que debe y del que no tiene noticia: el déficit tarifario.A ese consumidor de a pie convendría explicarle que cada vez que le de al interruptor de la luz va a tener que pagar una cantidad que es equivalente al coste de la energía ordinaria o convencional, energía que ha tenido un comportamiento bastante estable y cuyos precios en España han sido muy similares al resto de los países de la Unión Europea, incluso algo inferiores a la media, y otra cantidad por contar con energías limpios, verdes o renovables.Todos los consumidores, incluidos los que estén acogidos a la Tarifa de Último Recurso, pagan íntegramente el precio de la energía que consumen, por lo que no hay déficit por este concepto.Insistimos, los consumidores españoles pagan por su energía lo mismo, o menos, que el resto de los europeos; pero por tarifa de acceso, que les permite acceder a la energía eléctrica, son los que más pagan, con diferencia, fundamentalmente por el alto coste de las primas que reciben las renovables en España, especialmente de las energías solares.¿Quiere decirse con esto que hay que prescindir de las energías renovables? Evidentemente, no. Ni las directrices comunitarias lo permiten, ni es deseable para nuestra economía (ya se argumentó al principio de este documento que la dependencia que mantiene la economía española de las energías fósiles aconsejan diversificar y explorar nuevas fuentes energéticas). Y de igual forma que no debemos suprimir las energías limpias, tampoco podemos basar todo nuestro consumo de electricidad en la procedente de centrales de energía: el equilibrio entre ambas fuentes es necesario y deseable.La prueba de la distinta evolución de las dos partes de la factura eléctrica: acceso y energía, es que en el año 2005, el precio de la energía suponía aproximadamente el 50% de lo que pagaban los consumidores y en año 2010 fue sólo el 23%. En estos momentos, y desde hace años, la rentabilidad de la actividad eléctrica en España, que se deriva del beneficio que obtienen las empresas, es inferior al coste de financiación de sus inversiones, por lo que el equilibrio proviene, cada vez más, de otras actividades, y sobre todo de la actividad fuera de España, dándose la paradoja de que en otros países como Estados Unidos o Gran Bretaña, las empresas eléctricas españolas consigue ratios de rentabilidad y eficiencia que le son negadas en España, al tener que soportar los costes de unas energías subvencionadas que desequilibran todo el sistema.De cara al futuro, no es aventurado afirmar que una reducción adicional de los beneficios, mediante la aplicación de tasas a determinadas instalaciones, pondrá en riesgo su capacidad de inversión y el mantenimiento de los puestos de trabajo directos e indirectos de su actividad industrial. El efecto directo para las empresas, de cualquier tasa, es la reducción de unos beneficios que hoy están más que ajustados.¿Cómo se ha llegado a esta situación? Ayudan a entender este aparente sinsentido las siguientes cuestiones:a. Los costes que hacen posible que la electricidad llegue a nuestros hogares, nuestras fábricas y nuestras calles, se han incrementado muy por encima de las tarifas, debido a que en estos costes se incluyen las primas que reciben las energías renovables y que suponen cerca de 7.000 millones de euros.b. La economía española, desde hace varias décadas, sufre tasas de inflación superiores a la media comunitaria. Los sucesivos gobiernos han visto en la subida de las tarifas eléctricas un factor de agravamiento del problema y han tratado de congelarlo de forma ficticia, cargando sobre las empresas y sus cifras de negocio un coste que debería haber sido computado en los Presupuestos Generales del Estado por ser el fomento de las energías renovables un elemento de política energética y de política industrial y tecnológica.c. Igualmente, los sucesivos gobiernos no han querido asumir el coste político que supondría una subida de las tarifas que se estima actualmente entre el 20 y el 25% de las mismas, dadas las repercusiones electorales que ello tendría sobre el partido que sustenta al gobierno de turno.d. La subida de las tarifas, por último, se ha temido que afectara notablemente a la competitividad de los sectores intensivos en el consumo de este input.¿Quién es el responsable de esta situación? La primera responsable de toda esta situación, que distorsiona la realidad es, y ha sido, sin duda, la Administración que ha dejado que el agujero negro de las primas amenace con convertirse en otra burbuja de consecuencias impredecibles. Pero el resto de los agentes económicos no puede mirar a otro lado. La memoria es frágil, pero no ha pasado el tiempo suficiente como para haber olvidado los Costes de Transición a la Competencia (CTC). Los CTC trataron de reflejar aquellos costes hundidos que no iban a poder ser recuperados como consecuencia del cambio regulatorio de un sistema que garantizaba la recuperación de los costes del Marco Legal Estable (MLE) a otro en el que el establecimiento de un sistema competitivo no la garantiza. Con ello se pretendía asegurar la estabilidad financiera de las eléctricas ante el profundo cambio que se iba a producir en su funcionamiento.Finalmente conviene recordar que aunque el mercado eléctrico español goza del marchamo de liberalizado, la realidad es que está regulado en un 90 por ciento y ello le convierte en un sector altamente intervenido, repleto de interferencias que buscan la protección de no se sabe muy bien qué y quienes (o si). Una consecuencia de ello y que debería ser revisada, es aquella que permite a más del 80% de los consumidores acogerse a la Tarifa de Último Recurso (TUR), porcentaje superior a la media europea.La solución del inmenso problema que representa el déficit de tarifa del sector eléctrico viene dado por imperativo legal y parece del todo punto imprescindible evitar incertidumbres en una economía que ya no se puede permitir más inseguridades legales, por lo que cuanto antes se resuelva, mejor. A modo de corolario Es necesario un análisis fundamentado y un debate público que trate de superar la dinámica de buenos y malos; de oponer, como antagónicas e irreconciliables, como enemigos sectarios, a las fuentes energéticas convencionales y a las energías renovables. Es preciso clarificar, cuánto nos cuesta cada tipo de energía y cuánto estamos dispuestos a pagar por ella. Esto ayudará a decidir la distribución de la producción por fuentes energéticas. Resulta imprescindible cuestionarse si las tecnologías inmaduras que amparan a algunas de las energías renovables implantadas y primadas, deben mantenerse en el actual estado operativo hasta que sean rentables o deben pasar al ámbito de la I+D+i. En tanto no sean rentables determinadas energías ¿el Estado tiene que asumir los costes suplementarios de las citadas energías verdes, a través de los impuestos, o son los consumidores los que deben asumirlos? ¿Qué capacidad instalada necesita la economía española para garantizar el abastecimiento en todo momento –las renovables son irregulares y, desgraciadamente, la tecnología actual no permite el almacenamiento-. Mª Josefa García Grande es Coordinadora grupo de Estudio sobre Energía Fundación Gregorio Marañón
El déficit tarifario es la diferencia entre el monto total recaudado por las tarifas (que fija la Administración y pagan los consumidores) y los costes reales asociados a dichas tarifas (costes de adquisición, de transporte, y distribución de la energía más las subvenciones a determinadas energías y otras actividades y servicios).
Frente a las fuentes energéticas tradicionales, las energías renovables generadores de electricidad, que en su mayor parte no consumen combustible y cuya fuente de energía primaria es inagotable, presentan indudables ventajas, pues evitan problemas medioambientales (emisión de gases o contaminantes y de efecto invernadero), favorecen al desarrollo local, generan empleo y contribuyen al desarrollo tecnológico.
Presidente Excmo Sr. D. Amador Schüller Pérez Vicepresidente Excmo. Sr. D. Gregorio Marañón Bertrán de Lis. Marqués de Marañón. Patronos Excmo. Sr. D. Alejandro Fernández de Araoz MarañónD. Tom Burns MarañónD. Alejandro Fernández de Araoz y Gómez AceboExcmo. Sr. D. Marcelino Oreja AguirreExcmo. Sr. D. José Joaquín Ysasi-Ysasmendi y AdaroExcma. Sra. Dña. Esperanza Aguirre Gil de BiedmaExcmo. Sr. D. Luis Arroyo ZapateroExcmo. Sr. D. Juan José López Ibor AliñoExcma. Sra. Dña. Dolores Fernández de Araoz y MarañónDña. Carmen Fernández de Araoz y MarañónExcmo. Sr. D. José Antonio Clavero NúñezExmo. Sr. D. Diego Gracia GuillénSr. D. Jaime de Salas OrtuetaSr. D. José Varela Ortega Secretario General D. Alejandro Fernández de Araoz y Marañón Director D. Antonio López Vega PARA EL RECUERDO DE DON PEDRO LAÍN ENTRALGOPedro Laín Entralgo, primer Presidente de la Fundación, falleció el 5 de junio de 2001. En la Fundación sentimos una gran soledad. Soledad, no sólo por la falta del guía y consejero que siempre fue, sino y, sobre todo, por la ausencia del amigo leal. Leal para la Fundación, leal para todos los miembros de la casa, sus amigos, que con tanto empeño colaboran con él y, sobre todo, leal para don Gregorio Marañón, su amigo y compañero de avatares en la vida académica española. Don Pedro Laín fue, a lo largo de toda su vida, desde que le conoció, el más rendido admirador de don Gregorio. Y su tarea fundamental en la Fundación fue mantener vivo el pensamiento marañoniano, darlo a conocer mejor, enseñar a reflexionar sobre sus escritos y promover la actualización de su obra. Nuestro Presidente Laín fue el gran inspirador de cuantos actos culturales organizó la Fundación. Cada año, puntualmente, escribía su “entradilla” para presentar en pocas, pero bellas palabras la Semana Marañón, el acto cultural al que tenía especial cariño. Laín hablaba de las cosas de la Fundación y de don Gregorio como si fueran suyas, tal era el calor y el afán con que las presentaba. Fue siempre nuestro mejor mentor ante cualquier institución. Siempre recordaremos su gran modestia y humildad, su gran elegancia intelectual. Su recuerdo constituirá siempre nuestro mejor acicate.Antonio Fernández de MolinaAsesor GeneralMadrid, 5 de junio de 2001DON JOSÉ BOTELLA LLUSIÁTras el fallecimiento de don Pedro Laín Entralgo, la Fundación eligió al profesor José Botella Llusiá, por su vinculación personal con don Gregorio Marañón y su fructífera colaboración con la Fundación, como nuevo Presidente, quien tomó posesión de su cargo en la Junta del Patronato del 4 de julio de 2001 en la que dijo: “Fui discípulo de Marañón y solo amigo, pero muy de veras de Pedro. Así el vacío que este último deja, vacío bien grande por cierto, trataré de llenarlo lo mejor que sepa, pero con la mayor devoción de que sea capaz. En este acto de remplazo, sólo podré ofrecerles, pero con toda mi alma entusiasmo y buena voluntad.El Profesor José Botella Llusiá, durante su presidencia, dedicó sus esfuerzos al proyecto de la Revisión de la obra médica de Marañón, que culminó con la publicación de un libro en el que participaron los más prestigiosos especialistas, así como a impulsar la revisión y publicación de los manuscritos inéditos de Marañón sobre Los Moriscos y Don Juan.El Profesor Botella Llusiá falleció en Toledo el 5 de octubre de 2002.
Cita de: Game Over en Marzo 06, 2012, 10:35:00 amEl déficit tarifario es la diferencia entre el monto total recaudado por las tarifas (que fija la Administración y pagan los consumidores) y los costes reales asociados a dichas tarifas (costes de adquisición, de transporte, y distribución de la energía más las subvenciones a determinadas energías y otras actividades y servicios).Los de la SGAE energética (que aun no están constituidos en una asociación concreta, pero se les reocnoce) contraatacan.Voy a proponer una versión más acorde con la realidad:El déficit tarifario es la diferencia entre el monto total recaudado por las tarifas (que fija la Administración y pagan los consumidores) y los costes que dicen las eléctricas que están asociados a dichas tarifas (costes inflados e inventados, porque no cuela).
Las eléctricas denuncian que sólo 44 de cada 100 euros del recibo van a pagar la luzD.Toledo / C.Hernanz 07/03/2012 (06:00h)Las compañías eléctricas están en campaña ante el inminente paquete de medidas que prepara el Ministerio de Industria para el sector. Y en tanto se temen un duro revés en forma de tasas a la generación o una quita al dinero que se les adeuda por el llamado déficit de tarifa, se decidieron ayer a desglosar el recibo de la luz para demostrar que los consumidores pagan casi todo menos la electricidad consumida. De hecho y según los cálculos que efectúa la patronal (Unesa), de cada 100 euros abonados para sufragar la electricidad en 2010, sólo 44,1 se correspondieron con la energía que llegó a las casas.“La tarifa se ha convertido en un cajón de sastre en el que los sucesivos gobiernos han ido metiendo mano e incorporando cualquier tema subvencionable. Sobre todo en las épocas de bonanza”, se explica desde una empresa. De esos 100 euros de una supuesta factura de la luz, un total de 22,2 se destinaron a pagar las primas a las renovables; 18,7 son fiscalidad (un IVA del 18% más el Impuesto de la electricidad); 5,7 euros se fueron en pagar las anualidades de déficits anteriores, y otros 9,2 en costear asuntos varios. Entre ellos, la moratoria nuclear, la compensación extrapeninsular (por el transporte de la energía a zonas como Canarias), los planes de calidad o la financiación del Operador del Sistema. En total, casi 56 euros.De los 44,1 restantes, 22,7 euros correspondieron a generación y 17,1 a distribución; Red Eléctrica se llevó los 4,4 euros finales en concepto de transporte. “22 se destinaron, en el año 2010, a costear el sobrecoste acreditado a la generación con energías de régimen especial, como la eólica, solar o cogeneración. Cabe reseñar que estos 22 euros, equivalen al importe destinado a retribuir dos de las tres actividades esenciales para el suministro como son el transporte y la distribución”, subrayaba ayer la patronal en la presentación de un libro sobre La situación económico financiera de la actividad eléctrica en España. En esta línea, la patronal ha lanzado una calculadora de consumo en su web para desglosar la factura de cada ciudadano y en qué se va el dinero que paga.Ultimátum al GobiernoEl informe presentado ayer es la última llamada de atención de las eléctricas al Gobierno. Su advertencia está clara: la rentabilidad que obtienen las compañías en España está por debajo de sus costes de financiación. Y pese a todo se ha mantenido un alto nivel de inversión y de generación de empleo estable. “Yo he visto algún ERE en Telefónica y no los recuerdo en una eléctrica”, aseguraba ayer un ejecutivo desde una de las firmas afectadas. ¿Mensaje que subyace? Si el marco regulatorio no se aclara, con una solución para el déficit tarifa, ese estado de cosas puede cambiar… ¿Toda una amenaza?“El incremento de los sobrecostes [de las renovables] dependerá de las energías que eventualmente decida apoyar la Administración, pero en cualquier caso la tendencia será al alza. Y (…) el crecimiento del endeudamiento de las empresas eléctricas como resultado del déficit tarifario es incompatible con el cumplimiento de las inversiones necesarias en el sistema”, subraya el documento de la patronal. A buen entendedor... El presidente de Unesa, Eduardo Montes, intentó explicar ayer cuál es la situación de las compañías, a las que comparó con bancos. “A una inversión de 90.000 millones sólo se le está sacando un 4,5% de rentabilidad. No creo que haya un banco que dé un crédito al 4%”, explicó.En paralelo, se quejó de que los costes de financiación no han parado de subir para las empresas y los fijó en el 6,3% en 2010. “El sector se está descapitalizando. Cuando se habla de los beneficios fabulosos de las eléctricas, se debe saber lo que se está diciendo”, remató. La situación incluso habría empeorado en 2011, con una rentabilidad sobre activos del 4,2% y un coste de financiación del 6,5%. Un desfase en el que el déficit de tarifa juega un papel esencial, ya que se trata de un dinero que las eléctricas se apuntan en el balance pero cuyo cobro real aplazan, lo que les supone incurrir en importantes costes financieros que Iberdrola cifraba recientemente en 1.100 millones.De cara a las medidas que planea el Ejecutivo, las compañías desarrollan un doble lenguaje, mientras se quejan de la falta de interlocución con Industria. El discurso oficial lo escenificaba ayer Montes. ¿Tasas? “Es un error grave, tanto por coherencia como por un concepto técnico-económico”, dijo. ¿Una quita? “Nunca nadie nos ha hablado de una quita. Lo que tiene que hacer el Gobierno es la orden de tarifas y peajes”, concluyó. En suma, las eléctricas no quieren ni oír hablar de ninguna de esas opciones para ayudar a financiar los 24.000 millones que se les adeudan por la diferencia entre el coste real de la electricidad y el precio al que se ha pagado desde 2001. Otra cosa es lo que las compañías admiten en privado y descuentan los analistas. Una tasa a la generación se da por hecha.
Aprovecho la ocasión para presentarme, ya que es mi primer mensaje en el blog. Soy el que escribe el blog (r)Evolución Energética. Trabajo desde 1999 en el sector de las energías renovables y actualmente dirijo la filial española de una empresa alemana del sector.La respuesta a tu pregunta es clara, pero, lo siento, extensa. En 2001 los Ciclos Combinados conectados a la red eran 0MW. A finales de 2009 eran 22.293MW, es decir el equivalente a unas 22 centrales nucleares nuevas, o más de 55 centrales como Garoña. Esto si ha sido una burbuja espectacular. La más afectada es Gas Natural, pero todas las electricas españolas, desde Iberdrola, hasta Endesa tienen un problema serio que si no es manejado con cuidado puede llevar a la quiebra de todas ellas.Para que nos hagamos una idea, si estas plantas funcionaran al 90% de capacidad podrían generar en un año 175.758GWh, esto es, ni más ni menos, que el 70% de la electricidad consumida en 2009. Es decir hay instalada una capacidad colosal y espectacular. Una BURBUJA en mayusculas y de efectos mayusculos.Si hasta ahora habeis creído que la renovable es cara simplemente analizando las primas, olvidar ello. Analizar solo el coste de las primas para analizar si la electricidad renovable es cara o barata, es no enterarse de nada. Las primas renovables tienen dos misiones, una conocida, pero otra parece que nadie la tiene en cuenta. La primera, es obvio, incentivar la instalación de energías renovables con periodos de amortización bajos, de unos 10 años, es decir, con una rentabilidad elevada. La segunda misión es reducir el precio que se paga por la generación convencional. Las primas a las renovables no son inocuas para el mercado eléctrico. La inyección de energía renovable primada en el sistema eléctrico produce una bajada de precios que es mayor cuanto mayor es la energía renovable generada. Buena prueba de ello, solo hay que ir al OMEL, es que los precios de 0€/kWh (y tenemos cientos de horas este año con precios de mercado de 0€/kWh) se dan en las horas en que el porcentaje de renovable es mayor.Por tanto no vale analizar el coste de solo las primas, sino que hay que analizar el sistema en global. Analizando en global nos encontramos que las primas renovables representan 2c€/kWh, pero es que además las renovables deprimen el precio del mercado en más de esos 2c€/kWh. Es decir, nos salen más que gratis, reducen el precio de la electricidad con el sistema montado actualmente.Esto, está reconocido incluso por el mismo Ministerio de Industria en la "Resolución de 19 de noviembre de 2009, de la Secretaría de Estado de Energía, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 13 de noviembre de 2009, por el que se procede a la ordenación de los proyectos o instalaciones presentados al registro administrativo de preasignación de retribución para las instalaciones de producción de energía eléctrica, previsto en el Real Decreto-ley 6/2009, de 30 de abril, por el que se adoptan determinadas medidas en el sector energético y se aprueba el bono social"que dice en uno de sus párrafos:"El sobrecoste para la el sistema derivado del cumplimiento de los objetivos de potencia del Plan de Energías Renovables 2005-2010 supondría, en 2010, valorado al precio del mercado actual, alrededor de 3.660 M€.El desigual desarrollo de las distintas tecnologías, y el exceso de instalación en algunas de ellas, provocará que, ya al cierre de 2009, un año antes del horizonte del Plan de Energías Renovables 2005-2010, el sobrecoste para el sistema de la producción de energía eléctrica a partir de energías renovables se situará por encima de los 5.000 M€.Esta situación se agravaría si todas las instalaciones inscritas en el pre-registro entrasen en funcionamiento en 2010, lo que situaría el sobrecoste del régimen especial en 7.254 M€.En cambio, la entrada en operación gradual de las instalaciones de tecnología solar termoeléctrica y eólica inscritas en el Registro de preasignación, durante el periodo 2010-2013, permitirá una absorción mucho más moderada del coste asociado a dichas tecnologías. El escenario propuesto para entrada en operación implica un sobrecoste del régimen especial de 5.959 M€ en 2010.En cualquier caso, este análisis no considera otros impactos de la entrada de renovables sobre los costes de generación, tales como el posible descenso de precios del pool por la entrada de las energías renovables, ya que compara distintos escenarios asumiendo precios constantes entre escenarios. Tampoco cuantifica el impacto que la menor gestionabilidad de las renovables puede tener sobre el sistema, ya que su mayor instalación puede obligar al mantenimiento de un parque térmico de generación abierto durante un número reducido de horas, sin capacidad para recuperar los costes fijos, que deberían soportar los costes regulados mediante sistemas de pago por capacidad. No obstante, estos efectos se consideran secundarios y en buena medida se contrarrestan en un equilibrio de largo plazo.Este escenario posibilitará un ahorro acumulado aproximado para el sistema hasta el año 2013 de 2.500 M€.Por último, es necesario reflejar que existen unos límites máximos al déficit tarifario legalmente establecidos en el Real Decreto-ley 6/2009, de 30 de abril, de 3.500 M€, 3.000 M€, 2.000 M€ y 1.000 M€, para los años 2009, 2010, 2011 y 2012, respectivamente."Queda claro que el gobierno sabe que las renovables salen, en el peor de los casos, a un coste neutro. Hoy en día, es conocido, España tiene la electricidad en mercado más barata de Europa y eso es por las renovables.¿Porque la campaña pública del gobierno y las eléctricas en contra de las renovables con la falsedad de que son caras y los cupos que limitan el libre mercado? La respuesta está clara: los ciclos combinados.En los últimos 12 meses el consumo eléctrico se ha reducido 15.969GWh. Esos 15.969GWh de reducción del consumo eléctrico han sido asumidos por las térmicas convencionales. Pero la cosa es peor, porque las térmicas convencionales no solo han reducido su aportación esos 15.969GWh, sino que han reducido además otros 9.728GWh adicionales. Esos 9.728GWh son más de lo que produce cualquier central nuclear en España y corresponden a 2,5 Garoñas. Eso en 12 meses. Puede parecer mucho, pero es un ritmo de construcción muy inferior al que tuvieron lo ciclos. Esto ha provocado que los ciclos combinados que, como hemos visto, podrían generar el 70% de la electricidad nacional hayan pasado de su máximo de aportación del 33,84% a mediados del 2008, al 29,34% (y a la baja) en el interanual que están en marzo de 2010. Por no hablar del carbón que ha pasado de ser la fuente principal de generación, en 2007 a generar el 3,67% en el último mes y con un 10,03% en el interanual y a la baja.Para hacernos una idea de la evolución de las renovables, de 2001 a 2007 han venido aportando cada año unos 3.500GWh más cada año (esto es casi una Garoña cada año). En 2008 aportaron unos 6.717GWh más y en 2009 9.728GWh más que el año precedente. Hasta 2008 las renovables han incrementado cada año menos de lo que incrementaba el consumo eléctrico, con lo cual las eléctricas no tenían problema y participaban además, principalmente con la eólica, en estas inversiones en renovables.En 2009 se les encienden todas las alarmas a las eléctricas porque descubren que las renovables no solo les han causado un problema coyuntural, sino que la crisis ha acelerado un punto de inflexión muy importante. El momento en que las renovables no solo asumen parte o todo el incremento de consumo, sino que van reduciendo la aportación absoluta (no solo porcentual) de la convencional. La alarma a surgido porque la renovable se ha comido una parte de la tarta importante a la convencional que esta no va a recuperar jamás y de dejar la inversión en renovables libre, a pesar de salir de la crisis, el problema se iría haciendo mayor y mayor hasta dejar la convencional en lo mínimo técnicamente posible en 10-15 años (esto estaría en un 20% de convencional y un 80% de renovable). El problema de esto es que haría quebrar a las eléctricas todas ellas con muchísimos MW de Ciclos Combinados (tantos como más de 52 Garoñas) nuevos parados y ni por asomo amortizados.Siento el 'tocho'. Ahora vamos al desenlace de todo ello.Hasta ahora los datos. Vamos a la especulación. El gobierno se encuentra con un serio problema con el déficit tarifario. Es un problema, que como hemos visto, no atañe a las renovables. Atañe probablemente a que durante muchos años se llegó a bajar el precio de la electricidad como medida populista, o subirlo por debajo del IPC, cuando habían incrementos reales del precio de la electricidad, así que ahora toca pagar ese déficit tarifario acumulado y subir mucho la electricidad. España tiene una electricidad muy barata comparada con los precios del resto de Europa (por cierto, entiendo que esto es un foro de economía y nadie me saltará con la tontería de los sueldos en Alemania y en España. Independientemente de los sueldos un coche vale lo que vale, una línea de producción vale lo que vale y la electricidad vale lo que vale, aquí y en Alemania). El gobierno intenta titulizar este déficit tarifario, pero nadie compra esos títulos. Así que al final se pide a las eléctricas que financien ese déficit ¿A cambio de que?Eso no lo sabemos. No ha sido hecho público. Lo que si sabemos es que se han puesto unos cupos muy restrictivos a las renovables. Unos cupos que garantizan, viendo la propuesta de mix eléctrico propuesta para el 2020 por el gobierno, que el Ciclo Combinado pasará de generar de los 77.985GWh/año actuales, o los 93.703GWh/año de su récord de producción, a 110.000GWh, y el carbón pasará de los 26.154GWh/año de marzo de 2010, a los 35.000GWh/año en 2020, manteniendo la potencia nuclear (cosa con la que estoy de acuerdo personalmente) hasta el 2020, con la excepción del cierre de Garoña una pequeña nuclear, que visto el escenario es perentorio, no por motivos técnicos, sino por la burbuja de Ciclos Combinados. Se cierra una central amortizada, para permitir que las no amortizadas puedan generar un poco más.Señores, en este tema hay cientos de miles de millones de €. Nunca tomen datos de los medios de comunicación. La publicidad es el poder. Y los medios de comunicación tienen mucha publicidad de las empresas eléctricas, pero además, solo hace falta ver sus noticias, no se enteran de nada del tema energético. Sinceramente no hay más cera que la que arde. Esta es la realidad de la situación.Los ciclos combinados lo pasarán mal, pero si no fuera por los cupos a las renovables (un tema 100% relacionado con los ciclos combinados) todas las eléctricas de este país iban a quebrar.Ahora tendremos que las firmas de renovables quebrarán, o tendrán serios problemas. No hay una formula que permita mantener el liderazgo en renovables que tiene España y salvar a las eléctricas. O uno u otro. El gobierno ha apostado por salvar a las eléctricas a cambio de mantener la polución, la dependencia energética y afectar muy seriamente el liderazgo español en energías renovables.
"En esencia, el deficit de tarifa lo generan las energías renovables"
Yo lo tengo clarisimo:Hay servicios que tienen que ser siempre publicos ,aunque sean deficitarios,de lo contrario dejaremos la vida de las clases mas humildes en manos de mafias sin escrupulos..Hay un comic del gran Ibañez que va de eso: "El Caso del bacalao" donde gracias a un sabotaje, una banda de gangsters dejan sin agua a una ciudad sedienta gracias a regalar bacalao a sus habitantes y aprovechan para suministrar agua embotellada a precios abusivos:
Cita de: Exor en Marzo 07, 2012, 14:50:33 pmYo lo tengo clarisimo:Hay servicios que tienen que ser siempre publicos ,aunque sean deficitarios,de lo contrario dejaremos la vida de las clases mas humildes en manos de mafias sin escrupulos..Hay un comic del gran Ibañez que va de eso: "El Caso del bacalao" donde gracias a un sabotaje, una banda de gangsters dejan sin agua a una ciudad sedienta gracias a regalar bacalao a sus habitantes y aprovechan para suministrar agua embotellada a precios abusivos:Hay cosas que parece que no cambian nunca...¿Conseguiremos que cambien algún día?